La exdirectora de Formación Profesional: «¿Qué hago yo aquí?»
▶ Florido reconoció que el exconsejero Ojeda le envió un correo cuyo contenido no recuerda
La exdirectora general de Formación Profesional, Autónomos y Programas para el Empleo de la Junta, María Teresa Florido Mancheño, sostuvo ayer que, durante su etapa en la Administración autonómica, no tuvo «nada que ver» con la ya extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), por lo que se preguntó qué hacía ella citada en la comisión de investigación creada en el Parlamento andaluz sobre dicho organismo.
Así lo planteó Teresa Florido durante su comparecencia en la citada comisión parlamentaria, que comenzó realizando un repaso por su vida profesional de más de 40 años como «personal estatutario» del Servicio Andaluz de Salud (SAS), como «funcionaria de carácter especial» hasta su jubilación el pasado año.
Teresa Florido defendió que en sus cuatro décadas de vida profesional aprendió «el sentido de la responsabilidad, de servicio a los demás», y maduró «en todos los trámites administrativos» que después aplicó en el «breve lapso» de tiempo, de cuatro o cinco años aproximadamente, en que ejerció la política.
Subrayó que, en esa etapa, sólo «once meses» estuvo vinculada al Servicio Andaluz de Empleo (SAE), y fue por eso cuando fue detenida junto a «otros compañeros» en marzo de 2015, en el marco de la investigación por el supuesto fraude de los cursos de formación, y vivió «la etapa más negra e inexplicable de mi vida», según lamentó antes de relatar que, cuando fue arrestada, la trasladaron a unos «calabozos con barrotes y letrinas», y los detenidos fueron sometidos a «procedimientos que se utilizan para traficantes de droga y yihadistas».
Cuñada del exconsejero Ojeda
«Fui condenada de inmediato por la prensa», y «todo porque una persona de la familia había solicitado subvenciones al trabajo en el que se me adjudicaba mi nueva labor», lamentó Teresa Florido, que aludió así a su cuñado, el exconsejero de Hacienda y empresario Ángel Ojeda, a su vez investigado por los cursos de formación.
Al respecto, apuntó que en cuanto tuvo, «a través de funcionarios», la «más mínima sospecha» de que su cuñado había solicitado subvenciones a la Consejería
de Empleo —algo que, según explicó, desconocía cuando llegó al SAE—, «inmediatamente» pidió abstenerse en esos procedimientos y expedientes.
Reconoció que Ojeda sí le envió un correo electrónico de cuyo contenido «no se acuerda» y al que ella «nunca respondió», por lo que «es mentira que hubiera correspondencia» entre ambos mientras ella ejercía como directora general, y al respecto puso de relieve que la pieza en la que ella estaba investigada en relación a los cursos de formación «se ha archivado» y ella ha «dejado de estar imputada». Además, añadió que «hace dos años» que no ve a su cuñado, y que éste nunca le ha hablado de sus negocios. También defendió su currículum para ser nombrada como responsable de la dirección general —de Formación Profesional— con «el mayor presupuesto» de las de la Junta de Andalucía en ese momento. «Si vamos a mirar los currículos de algunos cargos, vamos a callarnos», dijo antes de afirmar que a ella le «avala» el suyo, que incluye la realización de «cursos de todo tipo» y, «sobre todo», un máster en gestión de administraciones públicas, según apuntó.
Ni el nombre del director
A lo largo de su comparecencia se desvinculó de la Faffe, subrayando que no tuvo «competencias ninguna» en relación a la misma, que no sabía «ni cómo se llama» quien era su director, que «jamás» ha hablado «con ningún cargo» de dicha fundación y que no tuvo ninguna relación en las actuaciones de control que se llevaron a cabo sobre la misma. «Con la Faffe no he convivido nunca», resumió, y en esa línea consideró que los parlamentarios tendrían que decir «para qué» la han citado, porque ella no tiene «ni idea». «Me pregunto qué hago aquí», comentó la ex directora general, que en su intervención inicial ante la comisión se emocionó relatando el tiempo en el que estuvo detenida, y pidió a los parlamentarios que dejen a personas como ella seguir con sus «últimos años» de vida.
La idoneidad del cargo
«Si vamos a mirar los currículos de algunos cargos, vamos a callarnos», dijo la exdirectora general