Elección de una excusa para actuar
Antisistema e independentistas solo buscan una excusa; ahora ha sido Hasel, como antes fue ‘Alfon’, obras en el Gamonal de Burgos o la sentencia del ‘procès’ o el Covid
el entorno de la CUP y Arran –su organización juvenil– con sus derivadas, entre otras, el sindicato estudiantil SEPC. Y es esencialmente a través de sus cuentas en las redes, que los organizadores convocan las concentraciones. Igual que en Madrid, lo hacen con escaso margen, dificultando la labor policial. No fue hasta media tarde de ayer, que convocaron en redes la marcha que empezaría poco después. Y, por supuesto, no cumplen con la obligación de comunicarlo a la Consejería de Interior de la Generalitat.
Una estructura CDR
Aunque las marchas catalanas no son genuinamente independentistas –escasean las esteladas en las algaradas–, sus canales de comunicación son, en esencia, los mismos que usaban los CDR para las violentas manifestaciones tras la sentencia del ‘procés’. La línea que separa a unos de otros es muy fina. A día de hoy siguen activos aquellos grupos de Whatsapp y Telegram creados al calor del ‘procés’ y que ahora sirven para expandir las convocatorias por el caso Hasel –una vez que el núcleo duro las decide– y proponer iniciativas al respecto.
Poco tienen que ver con el desparecido Tsunami, el ‘establishment’ de los alborotadores que, con hilo directo con el Govern, disponían de más medios: incluso habían creado una ‘app’ propia. Tampoco les hace falta: el entorno de Arran lanza la convocatoria, el eco se multiplica en la red, y en pocos minutos ya hay cientos de jóvenes dispuestos a volver a las barricadas.