Otros que se dieron de baja voluntaria (o no)
Meghan y Harry no son los únicos royals que han perdido sus títulos, ya sea por voluntad propia o porque los obligaron, aunque antes de dejar ellos mismos la Familia Real, ya habían renunciado a un título para su hijo Archie Harrison Mounbatten-Windsor, que nació en mayo de 2019, convirtiéndose en el octavo bisnieto de la reina. No obstante, la historia tiene otros ejemplos.
El primero que provocó todo un tsunami dentro de los Windsor y que cambió el curso de su historia fue el Rey Eduardo VIII, tío de la Reina Isabel II, que abdicó al trono en 1936 para continuar su vida con la ‘socialité’ estadounidense Wallis Simpson, que se divorció por segunda vez tras mantener un affair con él. Esto provocó a su vez que su hermano, padre de la monarca, se convirtiera en el Rey Jorge VI, abocándola a ella al mismo destino, para el que no había nacido. También la madre de Harry, Diana de Gales, anunció un año después de su separación del Príncipe Carlos en 1992 que mantendría una vida «más privada», y en 1996, tras el divorcio, perdió su título de Alteza Real y renunció a su labor en 93 organizaciones benéficas, aunque mantuvo vínculos con seis.
Jubilación
En el 2017, el duque de Edimburgo, de 99 años y actualmente ingresado en un hospital de Londres, renunció voluntariamente a sus funciones públicas debido a su avanzada edad, decisión que fue apoyada por la reina. Menos voluntaria fue la salida del Príncipe Andrés, tras una entrevista en la BBC calificada por los medios como un auténtico fracaso y en la que quiso desvincularse de las acusaciones de pederastia y de su relación con Jeffrey Epstein,
condenado por diversos crímenes de índole sexual. En un comunicado emitido con motivo del 72 aniversario de bodas de sus padres, el duque aseveró: «En los últimos días me ha quedado claro que las circunstancias relacionadas con mi anterior asociación con Jeffrey Epstein se han convertido en una interrupción importante para el trabajo de mi familia, y el valioso trabajo en las muchas organizaciones y organizaciones benéficas».
Y aunque no está oficialmente apartado de los deberes reales, el Príncipe Carlos, heredero al trono, lleva toda una vida en el banquillo, ya que solo será Rey si su madre muere o abdica. Un meme que circula en las redes sociales lo explica muy claro de forma jocosa: «El Príncipe Carlos ha hecho su testamento. Ha decidido dejarle todo a su madre». Y es que a sus 72 años, no está claro que vaya a reinar pronto e incluso hay quienes sostienen que podría abdicar en favor de su hijo
Guillermo.
Diana de Gales
El Rey Eduardo VIII y Wallis Simpson
La Reina Isabel II con el Príncipe Andrés
Meghan Markle, con su hijo Archie
El Príncipe Carlos de Inglaterra con la Reina y
Felipe de
Edimburgo
te diré que en estos meses he reencontrado muchos momentos de intimidad. Hemos roto mucha vajilla y cristal de tanto usarlo. Hasta hice la radio desde casa, algo que siempre me animaba Carlos Herrera y yo veía imposible. Al final la situación ha obligado, pero te diré que me muero por volver a la normalidad.
—¿Eso de que saldremos mejores le suena a chiste?
—Saldremos cómo éramos porque no hay milagros. Sí espero que hayamos aprendido a vivir más tranquilos y disfrutar nuestras casas. Yo no sabía lo que era ‘nadear’ ni el fin de semana.
—¿A nivel personal con su pareja el confinamiento ha sumado o restado? Muchos han roto de tanto roce… (La periodista rehízo su vida sentimental hace unos años tras romper con su marido y padre de su hija).
—Cruzo los dedos pero no me ha ido mal. Al principio hicimos alguna terapia con ciertas risas para entender que íbamos a vernos muchas horas seguidas y había que controlar los nervios. La convivencia es lo que tiene pero somos unos privilegiados porque vivimos en una casa confortable, seguimos trabajando… en los momentos de bajón me repetía que sólo nos pedían estar en casa.
—Dígame que titular le gustaría dar mañana.
—Se acabó la pandemia.
—¿Y el de esta entrevista?
—Para superar el pasado hay que conocerlo bien.