Montero aboga ahora por alargar la baja de maternidad
El paro femenino no para de crecer y ha convertido a mujeres y jóvenes en los más damnificados por la pandemia
son las que sufren más el desempleo.
El paro femenino no paró de crecer en 2020 y ha convertido a las mujeres, junto a los jóvenes, en las principales damnificadas de la pandemia en términos laborales. El Gobierno de coalición no ha podido evitar que el Covid haya dejado sin empleo a más mujeres que hombres y que cuando la recuperación ha comenzado a llegar tímidamente a algunos sectores, hayan encontrado menos oportunidades.
Lejos de revertir una disfunción crónica del mercado laboral español –y que tradicionalmente ha servido a la izquierda de látigo contra la reforma laboral del PP– la recuperación postpandemia deja ver una ampliación de la brecha. Más allá de las necesidades de los argumentarios políticos, los expertos aseguran que para llegar a las raíces de este problema hay que cavar profundo, donde se encuentran la maternidad y la crianza de los hijos, así como los estigmas de género que aún hay en la educación y que alejan a las mujeres de los sectores intensivos en digitalización, los que mejor han logrado capear la crisis.
Según el INE, la tasa de paro creció hasta el 16,13% en 2020, pero afectó de manera desigual a hombres y mujeres: ellas soportan una tasa de desempleo del 18,33% frente al 14,17% masculino. La brecha en este caso es de cuatro puntos; hay que remontarse hasta 2007 para ver una diferencia mayor (6,25% ellos y 10,39 ellas).
Junto a la jornada, el tipo de ocupación es una de las variables que más influyen en los sueldos. Destaca la diferencia del salario de directores y gerentes con el resto de ocupaciones. Las mujeres en esta ocupación cobran 46.657,12 euros al año, más del doble de la media salarial anual, pero solo acceden a estos puestos el 1,84% de las asalariadas. En el otro extremo, en los empleos peor remunerados, tienen fuerte presencia las mujeres. En este caso el sueldo es de 11.716,52 euros anuales y la brecha alcanza el 28,90% y 4.762,47 euros de diferencia en relación a sus compañeros varones. «No está en el acuerdo de Gobierno y es una opinión personal, pero creo que hay que alargar la baja de maternidad». Con estas palabras respondió ayer la ministra de Igualdad, Irene Montero, a una mujer cabeza de familia que le planteó cómo a este colectivo los permisos iguales e intransferibles no habían supuesto ninguna mejora en su complejo equilibrio familiar y profesional. Durante su intervención en un acto organizado en el Ministerio de Igualdad con motivo del Día de la Igualdad Salarial, Montero dijo que estos permisos «son un gran avance», pero dijo ser «consciente» de que quedan «muchos retos», entre los que citó la ampliación del permiso de maternidad.
Al acto también acudió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien abogó por seguir trabajando por normas que den igualdad en las empresas y a abordar la precariedad laboral pues, según dijo, «aunque mayoritariamente se da en los jóvenes, también lo hace en las mujeres». «La lucha contra la precariedad es también la lucha contra la discriminación de género», remarcó. En cuanto a la reforma laboral que viene, Díaz aseveró que «hemos de organizar el trabajo con la vida en el centro», y avanzar en una organización «racional» del tiempo de quienes tengan responsabilidades de cuidado y de quienes no. «El tiempo de la empresa moderna ha de ser flexible», apuntó.