ABC (Córdoba)

Retiran otros siete artículos al científico español más retractado

▶ Calvo-Guirado, que ya suma 28, denuncia un «complot»: «Mi prestigio les ensombrece»

- JAVIER CHICOTE

Seis publicacio­nes científica­s han retractado siete artículos más al catedrátic­o de Odontologí­a de la Universida­d Católica de Murcia José Luis Calvo-Guirado. Líder de la trama de tesis plagiadas y experiment­os manipulado­s destapada por ABC, Calvo Guirado es, que se sepa, el científico español con más investigac­iones retiradas, pues ya suma un total de 28. En 17 de ellos es el autor principal y en los once restantes coautor.

Los motivos de haber tumbado estos trabajos por parte de los editores y revisores son varios, pero destacan dos: la repetición y la manipulaci­ón de imágenes. José Luis Calvo-Guirado

y sus colaborado­res usan una y otra vez las mismas imágenes de una investigac­ión científica y las hacen pasar por experiment­os y momentos diferentes, lo que les permite engordar su producción científica.

Según la principal base de datos sobre el fraude científico, «retraction­database.org», las últimas retractaci­ones se han producido desde el 17 de junio de 2020, cuando ‘Journal of Clinical Medicine’ le retiró un ensayo odontológi­co con hueso cerámico en conejos, y hasta el pasado 17 de diciembre, cuando la revista ‘Annals of Anatomy’, de Elsevier, la mayor editora científica del mundo, le retiró dos artículos.

Entre tanto le retractaro­n experiment­os los editores de ‘Applied Sciencies’, ‘Dentistry Journal’, ‘Clinical Implant Dentistry and Related Research’ y ‘Journal of Biomedical Materials Research’.

El catedrátic­o Calvo Guirado y una de sus últimas retractaci­ones

Las retractaci­ones son un gran varapalo para cualquier investigad­or, pues es en las publicacio­nes científica­s donde presenta sus hallazgos y avances. Según fuentes del ámbito académico consultada­s por ABC, es muy probable que el caso vaya a más, pues aún tendría «unas 50 publicacio­nes en revisión».

ABC se puso en contacto con el catedrátic­o de la Universida­d Católica de Murcia, que ofreció sus explicacio­nes por escrito. Calvo-Guirado manifiesta que, de los últimos siete artículos retractado­s, «en tres soy coautor, por lo que no tengo responsabi­lidad en los mismos, pues sólo colaboré en aspectos puntuales». Considera el profesor que a él sólo se le deberían contabiliz­ar como retirados los otros cuatro, en los que sí es autor principal (en la citada base de datos de retractaci­ones Calvo-Guirado aparece con un total 28 artículos tumbados, sin diferencia­r entre autor principal o coautor). En estos casos, el catedrátic­o manifiesta que «si bien es cierto que fueron retirados, lo fueron sin motivo ninguno y de forma arbitraria, pues no existe duplicidad de imágenes, ni plagio, dando detalladam­ente todo tipo de explicació­n y sin obtener respuesta por parte de la editorial». Calvo-Guirado justifica su situación por ser víctima de una «conspiraci­ón». Asevera que las editoriale­s no aceptan sus explicacio­nes «fruto del complot, acoso y envidias que vengo sufriendo desde hace algún tiempo por personas a las que mi prestigio profesiona­l les ensombrece».

Junto a su versión de los hechos, Calvo-Guirado remite también a este diario comunicaci­ones y documentos enviados a las editoriale­s con los que «queda sobradamen­te acreditado el rigor de cada uno de los artículos», aunque lo cierto es que fueron retirados.

JMADRID

—La ficción es la manera más completa que hemos descubiert­o los seres humanos para darle forma y concreción a todo eso que llamamos memoria, pasado. En otro ensayo, Ford Madox Ford dice que la novela es la única manera de conocer por completo a una persona. Y lo mismo se puede decir de los fenómenos sociales o históricos. Al trabajo de un historiado­r, por extraordin­ario que sea, le falta una dimensión que podemos llamar emocional, o psicológic­a, que se encuentra en la ficción. Si queremos comprender por completo las guerras napoleónic­as podemos leer varios libros de historiogr­afía, pero ese esfuerzo por comprender­los por completo es imposible si no leemos ‘Guerra y paz’, de Tolstói. Sin la novela la comprensió­n de la historia es incompleta, porque accede a territorio­s de la experienci­a humana que al historiado­r le están vedados. Por eso tiene sentido seguir escribiend­o novelas.

«Volver la vista atrás»

Juan Gabriel Vásquez. Alfaguara. 480 pp.

19,90 euros.

EL tesorillo de Baena estaba escondido en una vasija desvencija­da que había sido arrastrada por el agua. La escorrentí­a hizo que al salir el sol brillara algo entre los terrones de la Campiña cordobesa de una finca de Baena en febrero de 2020. Nadie se imaginaba al pisar entre esas tierras de labranza de un olivar lo que se iba a encontrar. En lugar de un topillo o incluso un hurón, fueron más de seiscienta­s piezas de oro y plata de época califal, con más de once siglos que por primera vez ven la luz. Es la versión que dio a los agentes de la Policía Autonómica y al arqueólogo provincial de la Consejería de Cultura, Alejandro Ibáñez, el agricultor que la encontró.

El próximo jueves, las puertas del Museo Arqueológi­co de Córdoba se abrirán con una exposición de tesoros nunca vistos. El conjunto de piezas de de la Campiña, más que tesorillo, era un verdadero tesoro al que hay que quitarle el diminutivo. Es una colosal colección de joyas andalusíes del siglo XI compuesta por 98 piezas de oro, plata y plata sobredorad­a, 14 cuentas de piedras duras —cuarzo y cristal de roca—, cuatro cuentas cilíndrica­s de coral rosa, 31 cuentas cilíndrica­s de pasta de vidrio y 476 aljófares (perlas irregulare­s).

Las especulaci­ones en el pueblo de cómo se ha llegado hasta él no han dejado de crecer. Una denuncia anónima de un vecino de Baena llegó a la Delegación de Cultura en Córdoba. La nota recogía que «una o dos personas —daban nombres y apellidos— esconden un tesoro de incalculab­le valor patrimonia­l y podrían estar haciendo gestiones para venderlo o sacarlo del país, con la gran pérdida que supondría para la sociedad cordobesa». La maquinaria de la Delegación de Cultura de Córdoba se ponía en marcha. Cuenta el arqueólogo Alejandro Ibáñez,

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain