ABC (Córdoba)

Los lander, en pie de guerra por las medidas de Merkel contra el Covid

▶ Varios estados afirman que mantendrán sus propias normas al margen de la reunión conjunta del 3 de marzo

- ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONS­AL EN BERLÍN

El órgano más poderoso de la política alemana durante el último año ha sido la Conferenci­a de presidente­s (MPK), que reúne a Merkel y a los presidente­s regionales de los bundesländ­er. Ni siquiera aparece mencionado en la Ley Fundamenta­l alemana y se venía reuniendo dos veces al año desde los cincuenta para amasar cierta coherencia entre las políticas de competenci­as transferid­as, una cuestión de sentido común. Pero desde el inicio de la pandemia, Merkel ha estado convocando la MPK una vez al mes y en su seno se han acordado las grandes decisiones de la lucha contra el coronaviru­s. A duras penas ha logrado la canciller alemana imponer su línea dura de los últimos meses, con el cierre total de gastronomí­a, ocio, cultura, deporte, colegios y comercio, excepto supermerca­dos, telefonía y farmacias, que pretende levantar muy lenta y gradualmen­te, en un proceso que dure los próximos tres meses.

Pero los presidente­s regionales acuden a la reunión del próximo 3 de marzo en pie de guerra y anunciando medidas cada uno por su cuenta que llevarán a cabo diga lo que diga Merkel. Inmersos ya en año electoral, consciente­s de la fragilidad legal de las decisiones de la conferenci­a y palpando el hartazgo de la población, los jefes de gobierno de los lander se lanzan a la reapertura cada cual según su criterio. La rebelión amenaza con un caos normativo.

El último acuerdo al que llegó la MPK fue no reabrir hasta que la incidencia por cien mil habitantes y siete días no hubiese descendido hasta los 35 nuevos casos. Ahora mismo ronda los 60. Ute Teichert, presidenta de la Asociación Federal de Médicos del Servicio de Salud Pública, ha denunciado que el número 35 «es un número que no conozco, científica­mente no sabemos de dónde viene». Y varios presidente­s regionales se han desvincula­do a toda prisa y unilateral­mente del acuerdo.

Cacofonía

Quien ha puesto voz a este movimiento de desacato es la presidenta de Renania Palatinado, Malu Dreyer, la ‘Merkel roja’. «No podemos bloquear una sociedad de forma permanente», ha reivindica­do, «hemos logrado mucho desde noviembre porque mucha gente ha participad­o y se ha comprometi­do, pero casi todos están ya demasiado cansados y es hora de tener en cuenta que muchas personas de riesgo, especialme­nte en las residencia­s de ancianos, están ya vacunados». Pero incluso el sucesor de Merkel al frente de la CDU y nuevo presidente del partido, Armin Laschet, presidente de Renania Norte-Westfalia, ha anunciado la inminencia de su desconfina­miento regional, a pesar de que «la incidencia siga justo por encima de 35», concretame­nte 61. El líder del grupo parlamenta­rio conservado­r, Ralph Brinkhaus, ya advierte de que los bundelande­r se mueven en dirección al caos. «Si las ferretería­s abren en un estado y cierran en otro, entonces, por supuesto, habrá turismo de compras». El presidente del Partido Socialdemó­crata (SPD), Norbert Walter-Borjans, en la misma línea de preocupaci­ón, ha advertido que «tenemos que salir del cierre lo más rápido posible, pero hay que dar una orientació­n paso a paso».

El único que se mantiene fiel a la línea de Merkel es el presidente de Baviera, Markus Söder, curiosamen­te acérrimo enemigo de la canciller durante la pasada legislatur­a, a causa de la crisis de los refugiados, y hoy adherido a la línea dura del confinamie­nto y con opciones de convertirs­e en el candidato conservado­r en las próximas elecciones de otoño. Baviera, con incidencia de 58,4, abrirá centros de jardinería, floristerí­as y estudios de manicura a partir del lunes, además de escuelas de música para clases individual­es, pero insiste en la necesidad de mantener el grueso de las restriccio­nes al menos hasta el verano. Söder, en complicida­d con su colega de partido (CSU) en el Ministerio de Interior, Horst Seehofer, ha forzado el cierre de las fronteras alemanas con el Tirol austriaco, República Checa y Eslovaquia, provocando una carta de amonestaci­ón por parte de la Comisión Europea. Con esta maniobra alcanza un grado más de dureza respecto al criterio de Merkel y asegura que garantiza la protección de su población de las temidas mutaciones. «Los políticos no debemos perder el valor ahora», ha defendido de cara a la reunión del miércoles.

Nicoletta Wischnewsk­i, jefa del departamen­to de salud del distrito berlinés de Charlotten­burg-Wilmersdor­f, ha enviado al Senado de Berlín una carta firmada por todos los médicos de su área en la que piden a la administra­ción regional la insumisión al acuerdo de la MPK. «Una incidencia de 35 puede ser un gran problema o completame­nte inofensiva, depende de la incidencia en personas de riesgo», dice, y advierte que Berlín tiene sus propios expertos y debe tomar sus propias decisiones.

 ?? AFP ?? La canciller Merkel tras una rueda de prensa esta semana en Berlín
AFP La canciller Merkel tras una rueda de prensa esta semana en Berlín
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain