Un respiro para Zidane
▶ El técnico recupera a cuatro jugadores para recibir hoy a la Real, mientras Benzema es reservado para el derbi
llo y el Atlético genera fútbol con espacios y el talento de su gente. En una de ellas la engancha fabulosa Joao Félix, tiro seco, durísimo, al rincón...
Gol de estrella, pero reacción de niño. El portugués no celebra el gol con alborozo, no corre para abrazar a sus compañeros, la sentencia del partido, sino que se revuelve airado, con mala cara, gesto de enfado que se concreta en un mohín en el que se lleva el dedo a la boca, reclama silencio y grita mirando hacia la zona de banquillos: «Calla la puta boca, caralho».
Rebelión del portugués, gesto feo que denota el fastidio de otro partido que comenzó en el banquillo, como otras tantas tardes, mensaje a Simeone o no, al destino que no le convierte en indiscutible en el equipo que lo contrato como un crack. ¿Pecado de juventud o síntoma de algo más grave? Muchos atléticos no entienden que el luso no juegue con más regularidad, muchos otros se preguntan para qué se ha fichado a un futbolista tan bueno en un equipo que prima la portería a cero por encima de todo, pero en la entidad manda Simeone y su estilo es ley.
No se discute el liderazgo del Cholo y si a él dirigió su gesto el portugués, un mal enemigo se ha buscado para digerir su mal humor y su indignación por la suplencia.
El talento de un futbolista le hace tender biológicamente al aburguesamiento, porque no hay que sacrificarse para tenerlo. Pero cuando las cosas se complican y el entrenador les pone firmes, los jugadores añaden el sudor a la magia y los resultados llegan. Es lo que ha pasado en el Real Madrid en el mes de febrero. La plaga de lesiones agravó la situación en tal manera que hubo diez bajas. Y el equipo de Zidane ha sumado cinco victorias con solo once jugadores de campo y seis chavales de la cantera. El alta de Valverde, Rodrygo, Marcelo y Odriozola, convocados para el encuentro de esta noche ante la Real Sociedad, es un alivio para el técnico, que ha dado otra semana de preparación a Benzema con el objetivo de reaparecer en el derbi de la Liga.
El regreso de Valverde y Rodrygo es fundamental para Zizou. «Lo bueno es que recuperamos hombres en la fase final de la temporada», señala el responsable deportivo. El uruguayo es clave en su idea. Su potencia incansable le permitirá plasmar un 4-4-2, con el pulmón del charrúa, en los grandes enfrentamientos, como hacía antes. Hay que analizar una realidad: Zidane ha conseguido grandes títulos con cuatro centrocampistas. Las Champions de 2017 y 2018, así como la Liga 2017, se obtuvieron con solo dos puntas en el once inicial. Y Valverde ha sido titular en los partidos importantes de la pasada campaña y de la actual, siempre en el Camp Nou, además de su protagonismo en la Supercopa de España disputada en Arabia.
El golpe sobre la mesa
La incorporación de Rodrygo es otra gran noticia para el preparador. El brasileño ha demostrado en los entrenamientos un estado de forma magnífico y será una aportación de calidad al ataque. El chaval tiene gol, precisamente lo que le falta al equipo, y Zidane tendrá otra solución ofensiva.
Marcelo y Odriozola son suplentes para relevar a los laterales titulares y otorgan tranquilidad al entrenador ante el futuro, preocupado por la pandemia de lesionados. Valverde y Rodrygo pueden tener minutos hoy. El uruguayo aspira a ser titular el domingo en el Metropolitano. Es el motor que esperaba Zizou para la segunda parte de la campaña en una línea media formada por veteranos que acusa el desgaste en los segundos tiempos.
La crisis de resultados azuzó el ingenio de los futbolistas de clase que posee Zinedine y su golpe sobre la
Zinedine Zidane, durante una rueda de prensa
FEDE VALVERDE
Su último partido fue frente al Alcoyano en la Copa del Rey. Zidane le considera imprescindible para conseguir la fuerza necesaria en un centro del campo veterano.
MARCELO
Fue el mejor jugador del Real Madrid frente al Getafe en una defensa de tres centrales. Dio un pase de gol a Mendy y su musculatura se quejó después. Ha demostrado que puede aportar en ataque. mesa, pidiendo «respeto para el equipo que fue campeón hace medio año», marcó un antes y un después en el rendimiento del grupo. Sus palabras, aplaudidas en el vestuario, fueron un aviso de reacción para sus pupilos. «Con todo lo que han ganado, estos jugadores quieren más», advertía el jefe de la plantilla desde su batiscafo que vislumbra la Liga. «Ni antes estábamos tan mal ni ahora somos lo mejores, pero vamos a pelear». Tiene las cuentas en la cabeza: «El líder lleva ventaja, pero quedan 42 puntos y vamos a luchar por ella».
Las altas que ya disfruta, la programada de Benzema y el próximo regreso de Ramos para el encuentro frente al Atalanta suponen una dosis de moral. Desea que el caso Ramos se acabe ya: «Quiero que se arregle cuanto antes». Es cabezón, concienzudo, y piensa que si vence a la Real Sociedad y al Atlético, comienza otra Liga.