Sobre la caja B
«No he conocido más que la contabilidad oficial del PP que se remitía puntualmente al Tribunal de Cuentas»
De los sobresueldos «No he recibido nunca ningún complemento que no me correspondiese. Todas las cantidades han sido declaradas»
zanjó. También dijo desconocer «el problema» de Jaume Matas cuando se quedó sin ingresos, tal y como testificó, al pasar del ministerio a la candidatura electoral en Baleares: «No lo sé porque yo me ocupaba de presidir el Gobierno». Dio una respuesta similar sobre el crédito de 4 millones reconocido por Pío García Escudero.
En todo momento, dejó claro que de las cuentas ni sabía ni tenía por qué saber. Era cosa del tesorero y él, «no tenía ningún motivo para dudar de la gestión de Álvaro Lapuerta», que lo era entonces. Con este punto de partida, negó donaciones ilegales y se desmarcó de las legales, igual que expresó «desconocimiento absoluto» sobre si en el partido se manejaba efectivo.
«No trituré lo que no tuve»
En este punto coincidió Rajoy, cuya declaración se prolongó más de dos horas, ya sin mascarilla, y que a preguntas similares, respondió que no era su competencia –«yo estaba en los grandes temas»– y que confiaba en Lapuerta y, hasta que estalló la Gürtel, en Bárcenas. El exdirigente popular es el principal perjudicado de la nueva estrategia judicial del extesorero y dedicó buena parte de la declaración de ayer a desmentir lo que él viene afirmando, como que le mostró los papeles de la caja B en su despacho y los trituró en su presencia. «A mi no me ha entregado ninguna contabilidad B porque la primera vez en mi vida que vi los papeles fue publicados en un diario nacional el 31 de enero de 2013. Por tanto, es metafísicamente imposible que yo haya destruido esos papeles.
No ha habido caja B y yo no he triturado lo que nunca tuve en mis manos», aseguró. En línea con la tesis que sostuvo en su testifical la que fue su número dos, María Dolores de Cospedal, incidió en que no existe tal contabilidad paralela, sino «unos papeles que son del señor Bárcenas y él tendrá que explicar». En su opinión, las anotaciones son «la expresión de un delirio» y
Aznar ironiza sobre la caja
«Yo no era inspector de cajas fuertes y no me dedicaba ni a inspeccionar los despachos ni a si existían o no»
Rajoy cuestiona a Bárcenas
«Le utilizan con demasiada alegría como argumento de autoridad y eso es peligrosísimo»