Lozano deja el CSD y vuelve a la política
▶ Gabilondo la presenta hoy en su lista del PSOE para presidir la Comunidad de Madrid
Irene Lozano dejará en las próximas horas la presidencia del deporte español, como rectora del Consejo Superior de Deportes, para formar parte de las listas del PSOE en la elecciones de la Comunidad de Madrid que se celebrarán el 4 de mayo. Será probablemente la número cuatro en la candidatura de Ángel Gabilondo.
Escritora y periodista, dejará la secretaría de Estado para el Deporte con el objetivo de ocuparse de la parcela de Regeneración, Libertades y Auditoría Democrática de la candidatura del PSOE en la región madrileña. Su presencia en la lista para las elecciones del 4 de mayo se hará oficial hoy en el acto encabezado por Ángel Gabilondo para presentar a sus compañeros en este reto, una reunión en la que presentará también a Pilar Llop, presidenta del Senado, que será la número tres en su alineación política.
Lozano llegó al cargo en el CSD en enero de 2020, en sustitución de María José Rienda. Desde octubre de 2018 hasta ese nombramiento había ejercido como secretaria de Estado de la España Global. Ya al frente del Consejo Superior de Deportes ha gestionado la crisis de la pandemia con los dirigentes deportivos y su actuación más pública fue «el pacto de Viana», una cumbre en la que reunió y obtuvo un acuerdo entre Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, y Javier Tebas, presidente de la
Liga Nacional de Fútbol Profesional.
Ayer tuvo el que pudo ser su último acto como regidora del deporte español, una visita al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid, donde descubrió una placa de homenaje y agradecimiento a los trabajadores del organismo por su trabajo y esfuerzo durante este «difícil año» marcado por la pandemia provocada por el Covid. «Gracias a vuestro trabajo y profesionalidad habéis conseguido sacar el deporte adelante», manifestó Lozano. «Vamos a celebrar juntos que estamos todos aquí, que estamos muy orgullosos de pertenecer a esta casa, a la que yo tengo un cariño enorme. Estoy muy orgullosa de pertenecer a vuestro equipo», subrayó en el homenaje.
El libro de Pedro Sánchez
Exdiputada de UPyD y con una trayectoria posterior vinculada al PSOE, la periodista y escritora Irene Lozano dio el salto a la política en 2011. Hasta 2015 fue diputada en el Congreso de los Diputados por UPyD. Fue entonces cuando renunció a su puesto como diputada y dejó ese partido político para incluirse en las listas electorales del PSOE como independiente.
Fue así como en 2018 fue nombrada responsable de España Global en el Ministerio de Exteriores durante el primer Gobierno de Pedro Sánchez. Y en 2019 escribió «Manual de Resistencia», el libro del presidente del Gobierno, que reflejaba las subidas y bajadas del secretario general del PSOE en su pugna por el liderazgo del partido.
Lozano ha sido una mujer de consenso que ha conseguido frenar la tensión en el fútbol entre Javier Tebas y Luis Rubiales. De alguna manera, pacificó el ambiente con su intermediación como representante del Gobierno del club. Cruyff está de regreso en el centro de la inspiración azulgrana. Con Laporta. Con Koeman. Con la nueva alegría en el juego y los laterales convertidos en extremos. Están mucho más muertos los que trataron de borrar su genio y las raíces de su genio todavía permanecen.
Pocos clubes tienen una historia tan ligada a una sola persona en las distintas etapas de su vida. Como jugador, como entrenador, como ‘consigliere’ del presidente. Su protagonismo fue indiscutible en las tres fases. Como
Irene Lozano ha estado un año al mando del CSD jugador nos enseñó a ganar, como entrenador nos enseñó a mandar y como consejero nos enseñó a convertir nuestra idea del fútbol, que era la suya, en una categoría mundial. Fichar a Rijkaard fue su consejo. Cuando la era Rijkaard llegó a su fin, todo el mundo le pedía a Laporta que fichara a Mourinho para asegurar los resultados. Sólo Johan le dijo que el entrenador tenía que ser Guardiola: «Está preparado». Fue una lección de fútbol y una lección de vida. Más que una estrella o un ídolo, Cruyff es una manera de entender la felicidad. Todo lo importante encarna, de una manera o de otra, una idea de felicidad. El Barça sólo ha brillado pegado a la estela de Cruyff y ha hecho el ridículo cuando inútilmente ha tratado de alejarse de ella.
A su hijo le puso Jordi durante el
español.
Se ha encargado de dirigir la crisis del deporte por culpa de la pandemia. Hace unos días adujo que seguía trabajando para alcanzar el objetivo de tener pronto público en los estadios, pero frenó el anhelo ansioso de llevar público a las finales de Copa en abril.
La intención es que los aficionados puedan volver a los recintos deportivos en mayo o junio, siempre y cuando la pandemia no deje una cuarta ola después de la Semana Santa. Situación que iba a valorarse en el Consejo. Lozano ya no lo verá como regidora del CSD. franquismo pero a los aficionados del Barça les dijo que «a uno que pita el himno» –refiriéndose al himno nacional en la final de Copa– «le falta un tornillo». En unos años en que sumarse a la comedia independentista le habría rendido, se mantuvo en la cordura. Fue siempre encantador, pero nunca por agradar renunció a su personalidad. Si la gente menos elaborada se gana la vida con lo que hace y los que tienen algo más se proyectan en lo que piensan, a los genios como Cruyff les basta con ser y así alumbran al mundo en su calidad y la esperanza. Que falleciera no significa que se marchara, ni que dejara de alumbrarnos. Cada decisión que Laporta está tomando se basa en lo que piensa que Cruyff le aconsejaría si pudiera preguntarle. Los cuerpos son efímeros pero el talento es la semilla de Dios.