«Unai es un portero bonito de ver»
▶Imanol Etxeberria, exguardameta del Athletic y primer entrenador de Simón en Lezama, analiza al nuevo inquilino de la portería de España
Pocas tradiciones hay tan asentadas en la selección española como la de tener a un guardameta vasco defendiendo la portería. En total, han pasado 16 por el combinado nacional desde el primer partido oficial, hace ya 101 años. Puestos todos juntos suman 314 internacionalidades, casi un cuarenta por ciento del total. De Andoni Zubizarreta a Ignacio Eizaguirre, de Luis Miguel Arconada a Carmelo Cedrún, o del ‘Chopo’ Iríbar a Kepa Arrizabalaga, la influencia de los porteros vascos ha sido enorme en el devenir histórico del conjunto nacional.
La última incorporación a ese selecto grupo es la de Unai Simón (Murguía, Álava, 1997), que se encaramó a la titularidad de la selección el pasado mes de noviembre en un doble salto por encima del propio Kepa y de David de Gea. Simón jugó los tres partidos en aquella concentración (Holanda, Suiza y Alemania) y repitió de nuevo en el once el pasado jueves ante Grecia. A día de hoy, y es importante recalcar ese matiz, es la primera elección de Luis Enrique, por lo que parte también en una posición de privilegio en el camino hacia la Eurocopa del próximo verano.
Las raíces de Unai, con todo, se encuentran en el pueblo zamorano de San Marcial, de donde es su familia paterna y a donde sigue acudiendo de cuando en cuando. Con poco más de un centenar de habitantes, el guardameta disfruta allí de una tranquilidad cada vez más complicada de obtener.
Reclutado en cadetes
El traslado familiar a las inmediaciones de Vitoria vino dado por razones laborales. Recalaron en Murguía, de donde es originario también Mikel Landa, que empezaba a despuntar en el ciclismo cuando el pequeño Unai, ocho años menor, se interesaba por primera vez por el deporte. A él, sin embargo, le tiraba más el fútbol, y en concreto la portería. Empezó en el Aurrerá y de ahí pasó al Athletic, que lo reclutó con 14 años. «Lo cogí en cadetes y estuve cuatro años con él, para mí fue una gozada entrenarle», explica a ABC Imanol Etxeberria, actual segundo entrenador de la Cultural Leonesa y antiguo coordinador de porteros en la cantera del Athletic. «Unai es el clásico guardameta trabajador y predispuesto. Lo recuerdo siempre atento a las correcciones, inquieto por mejo18.00 horas. La 1 rar. No es muy normal que les digas cosas a los porteros y que las cojan a la primera, pero él era una esponja. Yo creo que congeniamos muy bien. Nos retábamos entrenando. Él me pedía que lo forzara al máximo con los golpeos, que le chutara bien. Se exigía una barbaridad. Me pilló en un buen momento y lo acribillaba, pero él no se cansaba jamás. Al final me reventó él a mí el cuádriceps».
En sus primeros años Unai vivió con un matrimonio en Bilbao que lo adoptó como a un hijo. El Athletic, por su parte, se hizo cargo de sus estudios y lo matriculó en un colegio en el que permaneció hasta acabar el bachillerato. Después comenzó Fisioterapia, pero al poco tiempo se dio cuenta de que no era lo suyo. Ahora estudia Administración y dirección de empresas. «Siempre digo que Unai es un portero bonito de ver», cuenta Etxeberria, que durante su etapa como jugador defendió al Athletic en 128 partidos antes de recalar en el Rayo Vallecano. «Tiene buenas manos para blocar el balón, y para la altura que tiene es muy coordinado y bastante rápido. También domina el juego aéreo y, por lo que he visto en los últimos años, ha trabajado mucho la salida del balón y el modo de tirarse al suelo».
Simón siempre recuerda que para su debut en el Athletic tuvo que producirse una alineación de los astros. Comenzó la temporada 2018-19 siendo el cuarto portero, por detrás de Kepa, Herrerín y Álex Remiro. Tan difícil lo tenía que aceptó marcharse cedido al Elche, donde pasó veinte días entrenando durante la pretemporada. Sin embargo, en cuestión de horas Kepa fichó por el Chelsea y Herrerín se lesionó. Además, Remiro se negaba a renovar, pues ya tenía un acuerdo para irse gratis a la Real Sociedad, por lo que se le castigó con la grada. El Athletic reclamó el regreso de Unai por vía urgente. El guardameta se estrenaba en Primera un 20 de agosto, ante el Leganés. «El cambio de mentalidad le llega con la llamada de la selección sub 21», recuerda Etxeberria. «Ahí se enchufó muchísimo. Además, tenía muy cerca a Kepa, que estaba muy bien considerado en el club, y se tomó muy en