Semana Santa «sobresaliente» en lo religioso pero los bares pierden ventas
▶Ayuntamiento y cofradías muestran su satisfacción por su desarrollo pero los hosteleros advierten de que la facturación cayó un 60% respecto a 2019
Hermandades y Ayuntamiento coinciden en mostrar su satisfacción con el desarrollo de una Semana Santa «distinta» —por culpa del Covid—, que concluyó ayer. La epidemia no permitió procesiones, pero sí actos en los templos, que dejaron imágenes de colas de los cordobeses para acceder a ellos. En 2020, no pudo haber ningún tipo de celebración, ya que en la Semana de Pasión España entera estaba confinada.
El balance tuvo un tono muy distinto cuando lo hizo la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor). En un comunicado, informó de que su encuesta entre los hosteleros fija «en un 60% el descenso en el volumen de facturación» del sector durante este ciclo festivo respecto a 2019, año previo a que se desatara la crisis del Covid. En 2020, en pleno confinamiento, en la Semana Santa estos negocios estuvieron cerrados.
Desde la junta directiva de Hostecor, se añadió, además, que, en estas fechas, parte de la temporada alta en Córdoba, «sólo han podido abrir un 55% del total de negocios ubicados en el Casco de la capital». Son establecimientos hosteleros especialmente castigados por el desplome del turismo. De hecho, la «zona más negativamente afectada por el descenso» del número de clientes ha sido el Casco, donde bares y restaurantes «han facturado un 75% menos que en 2019», una caída mucho más acusada de las ventas que en el conjunto de Córdoba.
Con estos guarismos, desde Hostecor se califica el balance de la Semana Santa como «muy desfavorable», en base a las cifras obtenidas en su encuesta. Ello obliga de nuevo a su junta directiva a pedir agilidad para que las «anunciadas ayudas» lleguen a los empresarios de este sector, algo que «no ha sucedido de momento».
La patronal hostelera auguró el peor verano de la última década si el Gobierno central no amplía los ERTE, que inicialmente acaban el 31 de mayo.
Otro de los análisis sobre lo que ha supuesto esta Semana Santa llegó de la mano de la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Olga Caballero. Aseguró que en estas jornadas se ha visto la «devoción» de los fieles en el modo de vivir esta inédita, por la pandemia, Semana de Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, volcada en la veneración de las imágenes en las iglesias. La Semana Santa ha sido diferente pero se ha vivido de forma intensa y masiva.
«Los cofrades han asistido todos, y el pueblo de Córdoba se ha movido entre escaparates [adornados para este ciclo festivo] o saetas por la Judería. Y ha disfrutado de bandas en el Patio de los Naranjos», aseguró.
En cuanto al cumplimiento de las normas y restricciones por el Covid que suponían, por ejemplo, limitaciones de aforo, Caballero aseguró que dentro de los templos se han respetado muchísimo. Porque las juntas de gobierno de las hermandades y sus colaboradores han estado muy pendientes de cumplir a rajatabla con todo. Admitió que «sí ha habido colas kilométricas para acceder a venerar a las imágenes. Algunas hermandades han estado una semana entera con estas
Altares en los Patios
La edil de Promoción asegura que la apertura extraordinaria de los recintos en la tarde-noche del Jueves Santo se saldó con casi 8.000 visitas
colas. Pero la gente ha sido responsable en general». Añadió que la actividad en la Semana Santa ha permitido no sólo recibir clientes a determinados negocios de forma colateral —esta celebración siempre tiene un impacto positivo en la hostelería, aunque en esta ocasión ha sido menor del habitual—, sino que ha facilitado, por ejemplo, que el sector de las flores recupere un 25% de sus ventas, aunque Caballero reconoció que «no es lo mismo», para la citada actividad, «una veneración que una salida» de un paso a la calle.
Por su parte, la edil de Cultura, Promoción (antes Ferias y Festejos) y edil responsable de las relaciones del Ayuntamiento con las cofradías, Marián Aguilar, afirmó que esta Semana Santa «distinta» se salda con «un sobresaliente» por factores como la labor de las hermandades, la coordinación entre Concejalías y el «civismo» de los cordobeses.
Claves del éxito
En cuanto a esta última cuestión, aseguró que «se han visto colas, pero ordenadas, guardando la seguridad». Apuntó que han sido «muchos los cordobeses que han ido a visitar a sus titulares. Ha sido un año muy difícil y la gente tenía ganas de acercarse y tener ese momento de reflexión con sus titulares».
Ello fue posible, ahondó, gracias «a la labor ejemplar de las hermandades», posibilitando que las visitas a los templos fueran «seguras».
Valoró igualmente como «muy positivo» el contacto entre la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento. Reseñó que «todas las hermandades» les han transmitido su «felicitación» para la Policía Local, por su trabajo «excelente». No sólo con «una atención muy individualizada en las puertas de las iglesias», sino con tareas previas como «estudiar cómo era cada templo o cómo se iban a disponer las entradas y salidas». Aguilar destacó igualmente la coordinación que ha habido entre las Delegaciones municipales.
La concejal se refirió a la bulla que se vivió el Miércoles Santo en la plaza de Capuchinos que supuso que la Policía Local desalojara ese enclave. Aseguró que fue un «incidente» ante el que actuaron «enseguida» los agentes municipales. «Fue un hecho aislado», defendió.
En su balance, hubo lugar para la iniciativa del Ayuntamiento de abrir los Patios el Jueves Santo, «rescatando la tradición de los altares en ellos». «En cuatro horas, recibimos casi 8.000 visitas», indicó.
Finalizó reseñando que «ha habido también un gran flujo de gente en la calle». «Ello ha servido para activar un poquito el desarrollo económico de la ciudad», acabó Aguilar. ABC contactó con el edil de Seguridad, Miguel Ángel Torrico (PP), para esta información, pero emplazó a una rueda de prensa que dará hoy.