Desempleo en EE. UU.
El viernes pasado conocimos los datos de empleo norteamericanos de marzo. En solo un mes se han creado más de 900.000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo se ha ido al 6% en la muestra más clara de que su economía está recuperando mucho. Los datos fueron mejores de lo que se esperaba y son, sin duda, el mejor ejemplo de lo que va a pasar en el resto de economías que vamos por detrás a medida que avance el proceso de vacunación: la reapertura económica va a llegar antes y va a ser muy fuerte.
En contra de lo que muchos augures anticipaban, la actividad se está recuperando mucho antes va a volver antes de lo que algunos pensaban con el calendario de vacunación en la mano, sino que hay muchas ganas de recuperar el tiempo perdido, lo que a priori podía no resultar tan evidente. El optimismo económico ha vuelto antes que en cualquier otro ciclo por la naturaleza de esta crisis. En cuanto ha decaído el riesgo exógeno, la actividad recupera el terreno perdido. Y además en este caso concreto, la emocionalidad va a jugar a favor de la economía. No es solo el efecto descorche botella de champán ligado a la demanda embalsada tras unos meses en los que no ha sido posible consumir, es el hecho de querer pasar página a esta pesadilla, lo que va a incidir en una más fuerte recuperación de la economía. Los ‘animal spirits’ van a pasar de cero a cien en pocos segundos no solo por recuperar el tiempo perdido, sino por olvidar el pasado y esto no es para nada baladí.
Lo mismo que estamos viendo en los países que van por delante con la vacunas lo vamos a ver en Europa. Es cuestión de pocas semanas. Este desenlace económico tiene innumerables lecturas. En este caso, comportamientos pasados no son patrón de nada y son muchos los analistas que van a tener que corregir el tiro en una baldosa si no quieren que sus predicciones fallen por mucho –los más listos ya están en ello–. Y en clave política no esperen que la economía vaya a ser palanca de nada, todo lo contrario. A los que están instalados en el cuanto peor, mejor; probablemente les salga el tiro por la culata porque el votante les va a identificar con lo que precisamente quieren dejar atrás.