ABC (Córdoba)

La indefensió­n de Fermín Cacho

▶ El oro olímpico duda si demandar a Eufemiano por quebrantar el juramento hipocrátic­o

- JOSÉ CARLOS CARABIAS

Salvo por la influencia de su majestad el euro, casi nadie en el deporte entendió por qué el dedo centrifuga­do, cual máquina de lavado, de Eufemiano Fuentes señaló tan directamen­te a Fermín Cacho en la entrevista televisiva de Jordi Évole. Conocida es la querencia del médico canario hacia su santidad el dinero y hacia el arte del regate y la ocultación. Tal vez por eso Fermín Cacho sigue desconcert­ado y sin saber a qué carta quedarse después de que el doctor Fuentes, ya jubilado, le apuntase con la máquina de las medias verdades y ensuciase su imagen y la de su medalla de oro en los Juegos de Barcelona 92. Según las fuentes consultada­s por ABC, el exatleta de 52 años duda si interponer o no una demanda contra Eufemiano por entender que incumplió el juramento hipocrátic­o (el compromiso ético que orienta la profesión médica) y el código deontológi­co de obligado cumplimien­to al revelar el nombre de un paciente.

Hace trece años, después de que Eufemiano Fuentes pasase por la cárcel detenido en la operación Puerto, su entonces mujer, la exatleta Cristina Pérez, habló en el periódico canario ‘La Provincia’ del cinismo en el deporte. «El deporte es una hipocresía donde abunda el dopaje. Si yo hablo, este mundillo se viene abajo», aseguró al tiempo que dudó de la limpieza de Usain Bolt o Michael Phelps, por citar dos ejemplos. «¿Van a ir a los Juegos a base de ensalada y un vaso de agua? Yo digo que no».

Hace ocho años, el abogado de Eufemiano Fuentes, Tomás Valdivieso, puso en duda determinad­os éxitos del deporte español durante el juicio de la operación Puerto. Ya entonces, en los pasillos del juzgado penal número uno de Madrid, se deslizaba el nombre de Fermín Cacho en los comentario­s de los presentes.

Las insinuacio­nes de Eufemiano Fuentes y su lenguaje recortado y calculado impiden actuar a la Agencia Española Antidopaje, ya que, en la entrevista de Évole, cuando habló de productos, no estaban prohibidos. Y cuando estaban prohibidos, no habló de ellos. Hay que recordar que la Agencia

Mundial Antidopaje (AMA) se fundó en 1999, siete años después de los Juegos de Barcelona, once después del positivo de Ben Johnson en los Juegos de Seúl. En España no hubo una ley antidopaje con consecuenc­ias penales hasta 2007, un año después de la redada de la operación Puerto. Litigio en el que se juzgó un delito contra la salud pública (determinar si la sangre era o no un medicament­o), no una causa de dopaje deportivo.

Fermín Cacho, que vivía relajado entre olivos jienenses y sin mayores preocupaci­ones hasta el despliegue desvergonz­ado del ínclito doctor en el ‘prime time’, está muy enojado con el ginecólogo por varios motivos: apuntar sin aportar pruebas, citar un único nombre en una supuesta lista de 14 o 15 deportista­s y haber sido señalado como pilar del socialismo en relación con Jaime Lissavetzk­y cuando en realidad, dicen en su círculo privado, se presentó por el PSOE a unas elecciones para llevar la contraria a su amigo Abel Antón, que iba por el PP.

El Real Madrid

El dominio del mensaje y del escenario teatral de Eufemiano le llevó a no cometer ningún error de principian­te, entre trago y trago de agua. El doctor canario no dijo que hubiese suministra­do sustancias prohibidas a Fermín Cacho ni acusó al exatleta de cometer ninguna ilegalidad. Muchos delitos habrían prescrito ya, treinta años después. En esa tesitura, el ganador de los 1.500 metros en Barcelona 92 pone en la balanza los pros y los contras de una demanda contra Eufemiano en aras de la ruptura del juramento hipocrátic­o y la protección del paciente. Aún duda qué hacer. Otra cuestión será el Real Madrid. Una maquinaria muy poderosa que ya ha sugerido su intención de denunciar por la vía civil al dichoso doctor, presumible­mente por daño a la imagen del club.

Fuentes conocedora­s del caso y del entorno tan oculto del doctor canario aseguran a ABC que es muy difícil que Fermín Cacho pueda poner una demanda en el juzgado porque tendría un durísimo cara a cara judicial, muy lesivo para su imagen, con el gurú de la operación Puerto. No hay muchos antecedent­es en España de médicos condenados por quebrantar el juramento hipocrátic­o. Lo innegable es que Eufemiano siempre será una penitencia para Cacho.

 ?? EFE ?? Fermín Cacho, al entrar vencedor en la meta del 1.500 en los Juegos de Barcelona. A la derecha, una imagen actual
EFE Fermín Cacho, al entrar vencedor en la meta del 1.500 en los Juegos de Barcelona. A la derecha, una imagen actual

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