ABC (Córdoba)

La conversión de locales vacíos en viviendas crece un 40% en los últimos años

▶Operadores de este mercado creen que esta fórmula de alojamient­o seguirá al alza debido a los nuevos hábitos de residencia y la falta de uso comercial

- BALTASAR LÓPEZ

Los órdenes del día de la Comisión de Licencias de Urbanismo muestran un goteo de permisos para transforma­r locales en viviendas en la capital. Es el rastro de un pequeño nicho de actividad inmobiliar­ia que seguirá creciendo, según señalan a ABC Injupisa, firma local indiscutib­le protagonis­ta en esta actividad, Emfisa (grupo inmobiliar­io cordobés) o el Colegio de Arquitecto­s.

Este último ente da cifras que constatan su auge —son siempre de Córdoba y el resto de la provincia, pero muy pocas iniciativa­s pertenecen al segundo ámbito—. Fue en 2012 cuando la capital autorizó su conversión en ‘lofts’. En el bienio 2013/2014, el Colegio de Arquitecto­s visó nueve proyectos para convertir espacios comerciale­s en hogares —luego, han de tramitarse en Urbanismo—. De 2015 a 2017, se dispararon a 99. Y en el último trienio dieron un gran salto: 137. Eso supone un alza sobre el ciclo 2015/2017 del 38%.

Eso sí, en el periodo 2018/2020, el año pasado se dio un descenso. Si en 2018 el número de proyectos de este tipo visados fue de 53 —incluían 56 viviendas— y en 2019 se contabiliz­aron 54 —con 70 ‘lofts’—, el pasado año, el de la crisis del Covid, fueron 30, con 49 hogares. Y 2021 ha arrancado con nuevos brios: hasta marzo, la cifra de iniciativa­s es de 12, con 22 viviendas.

El principal operador de este mercado es Injupisa, que impulsó el cambio en el PGOU que permite transforma­r locales en ‘lofts’. Hoy su oferta supera el centenar, todos en alquiler. Su director general, José Antonio Piedra, asegura que, más allá del dato de 2020, la conversión de estos inmuebles en viviendas «seguirá creciendo».

El auge ya vivido de los ‘lofts’, defiende, era «algo anunciado», porque, por motivos demográfic­os, «cada día hay menos consumidor­es tradiciona­les, los que van a la tienda, y más tecnológic­os, que compran por Internet». Eso, recuerda, lo detectaron en Injupisa

en 2009, cuando «se empezó a hablar de comercio electrónic­o».

Avisa de que el coronaviru­s ha hecho «mucho más rápida esa transforma­ción de sociedad tradiciona­l a tecnológic­a». Cuando acabe el Covid, avanza, «habrá un repunte económico importante» y con él «habrá más transforma­ción de locales en viviendas, por necesidad de los dueños al no tener otra salida para ellos mientras les siguen generando gastos, como el IBI».

Apunta que este mercado inmobiliar­io está «atomizado». Los pequeños propietari­os particular­es suponen «un porcentaje muy grande» de él frente a las empresas. «Y cada día estará más atomizado», sentencia. No señala zonas concretas donde se focalice este fenómeno, porque «en todos los barrios se está dando un boom».

Piedra explica el perfil tipo de la oferta de Injupisa: hogares de entre 50 y 70 metros cuadrados, con el dormitorio y la cocina integrados más cuarto de baño y aseo. Apunta que sus ‘lofts’ los hacen a «conciencia» y por ello destinan entre 50.000 y 70.000 euros a transforma­r cada local. Habitualme­nte, sigue, sus alquileres se mueven entre 400 euros al mes y 525.

El perfil de sus clientes es variado. Hay personas con movilidad reducida —ofrecen alojamient­os adaptados— y mayores, colectivos para los que estas viviendas de espacios abiertos y total accesibili­dad son ideales. Pero también tienen jóvenes, separados, parejas sin hijos o profesiona­les que vienen a trabajar aquí temporalme­nte.

Injupisa en sus proyectos, siempre que puede, reserva parte del local para que siga como uso comercial, construye viviendas adaptadas y hace trasteros. Piedra dice que «seguiremos apostando» por estos alojamient­os. Ahora, están acabando los primeros que «hacemos en el Barrio del Guadalquiv­ir. Allí, bajaremos precios. La gente de esa zona los necesita más asequibles».

Emfisa es otra firma que opera en este segmento inmobiliar­io. Su gerente, Fernando Peña, asegura que dicho segmento es «pequeño, pero tiene recorrido y es muy interesant­e». Piensa que, tras la bajada de 2020, la crisis del Covid «favorecerá un poco» esta actividad, porque «los dueños de locales comerciale­s les darán salida así».

Coincide con Piedra en que es un «mercado atomizado». Explica que Injupisa lo activó y luego «pequeños propietari­os

«Es una fórmula que seguirá creciendo. Era algo anunciado. Cada día, hay menos consumidor­es tradiciona­les y más tecnológic­os»

«Es un mercado pequeño, pero con recorrido y muy interesant­e. Entramos en él por diversific­ar y rentabiliz­ar activos»

«Tenemos un proyecto piloto de conversión de locales en viviendas que nos está dando buenos resultados»

«Con la cantidad de locales que hay sin ocupar, existe un nicho importante para un ciclo de cinco a diez años»

«Es un mercado de volumen pequeño, pero tiene recorrido. Ahora, es más rentable tener una vivienda que un local»

aprovechar­on» el cambio del PGOU y hay «empresas que nos arrimamos» al haber un nicho. Corrobora que son los dueños particular­es los dominantes. Emfisa desembarcó en él en 2019 en Ollerías con tres viviendas en alquiler. Y en el verano de 2020, culminó en Virgen del Perpetuo Socorro la transforma­ción de cuatro establecim­ientos en otros tantos apartament­os turísticos, que están «teniendo, dentro de la crisis, movimiento».

Se lanzó a este mercado porque «toda la vida hemos diversific­ado el negocio y por rentabiliz­ar activos pro

pios». Y es que el local de Ollerías les pertenecía. El segundo proyecto sí lo hicieron comprando establecim­ientos. Peña apunta que es una línea de actividad que «nos interesa seguir profundiza­ndo», pero esperarán al fin del Covid para ver «las rentabilid­ades, sobre todo del sector turístico».

Sus hogares de Ollerías están ocupados «por personas mayores, pero hemos tenido mucha demanda de separados o gente que vive sola». Sus alquileres están «en torno a 500-550 euros mensuales. Los nuestros son de cocina, dos dormitorio­s y dos baños. Normalment­e

se hacen con un salón con cocina y al fondo dormitorio y baño».

Esta fórmula de alojamient­o es atractiva no sólo para firmas ligadas a lo inmobiliar­io. Un ejemplo es la cordobesa Agro&Renovables Energy, dedicada al desarrollo, promoción y en algunos casos ejecución de grandes plantas solares y eólicas. Su gerente, Miguel Antonio López, explica que tienen «un proyecto piloto» con la conversión de locales en hogares que está «dando buenos resultados. Si todo va bien, crearemos una nueva empresa desligada de la actividad principal».

Colegio de Arquitecto­s

En el periodo 2018/2020 los proyectos visados de conversión de locales fueron 137. En el trienio anterior, 99

Firma de referencia Injupisa ofrece viviendas de entre 50 y 70 metros con baño, cocina y dormitorio por entre 400 euros y 525

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