ABC (Córdoba)

El Pleno patina al descartar ya el tributo agravado. Lleva aprobado en Córdoba varias décadas

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LA mayor parte del Pleno del Ayuntamien­to de Córdoba rechazó en la última sesión asumir un Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) agravado para las viviendas vacías. El asunto tiene toda la gracia del mundo porque el Ayuntamien­to de Córdoba tiene en su regulación propia desde hace muchos, pero muchos años, la obligación de que los pisos y casas desocupado­s paguen más contribuci­ón urbana.

Lo dice la ordenanza fiscal 300 aplicable en 2021 de la siguiente manera: «Se establece un recargo del 50 por 100 sobre la cuota líquida de los bienes inmuebles urbanos de uso residencia­l desocupado­s con carácter permanente, que se aplicará conforme a lo dispuesto en el párrafo tercero del apartado 4 del artículo 72 del del Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales».

Si no falla la memoria, fue Francisco Tejada, teniente de alcalde de Hacienda con Rosa Aguilar, quien introdujo el párrafo que ha venido aprobándos­e una y otra vez en las ordenanzas fiscales. Eso quiere decir que la ciudad de Córdoba tiene la obligación de gravar las viviendas vacías de forma permanente con un recargo del 50% de la contribuci­ón urbana con textos normativos aprobados por alcaldes de Izquierda Unida (Rosa Aguilar y Andrés Ocaña), el Partido Popular (José Antonio Nieto y José María Bellido) y el Partido Socialista (Isabel Ambrosio). Ninguno de los partidos que votaron en contra en el Pleno —PP, Ciudadanos y Vox— presentaro­n enmienda alguna durante la tramitació­n de las ordenanzas de estos años para que desaparezc­a de su redacción a pesar de que están plenamente legitimado­s para ello. La ley establece que los ayuntamien­tos «podrán» establecer ese recargo. Si quieren, si lo necesitan, si lo consideran viable para su mercado inmobiliar­io o para la salud de su economía.

El recargo de las viviendas vacías nunca se ha puesto en marcha por la española costumbre de aprobar las leyes para no cumplirlas. El Congreso de los Diputados reguló el marco tributario pero nunca se desarrolló un reglamento que diga qué puñetas es una vivienda

Política

desocupada de forma permanente. El mero silencio no basta. Ningún Gobierno ha querido, por ejemplo, cobrar más impuestos a una familia que hace el esfuerzo de adquirir una vivienda para un hijo cuando éste se emancipe. Tampoco quiere cobrarle más a un profesiona­l que, por causas de movilidad laboral, tiene que dejar su piso sin uso diario durante meses o años. Por ende, nunca se llegó a un acuerdo sobre el vacío mismo.

El Gobierno de PSOE y Unidas Podemos asegura que está ultimando la redacción de un reglamento para tal fin. Los primeros planes dicen que se considerar­á un periodo de dos años, sin causa oficialmen­te justificad­a y para propietari­os de más de cuatro viviendas, un asunto éste que tiene todos los visos de llegar a los tribunales de justicia. La ley tributaria nunca se redactó para pequeños, medianos o grandes propietari­os. Solo para propietari­os a palo seco. Alguien cree que con un recargo de 150 euros de IBI al año los multipropi­etarios van a sacar sus pisos al mercado del alquiler. Todo lo que piensan son ilusiones, que cantaban Los Chichos.

Nada obliga hoy a PP, Cs o Vox a cobrar ese IBI supletorio cuando finalmente esté regulado. Nada, salvo las ordenanzas fiscales que ellos mismos aprobaron hace apenas unos meses. Nada, salvo las que llevaron al Pleno el año pasado. Nada, salvo lo que volverán a llevar el ejercicio próximo, cosa que me juego desde aquí con una caña en el Correo.

El Gobierno nunca definió que es una vivienda desocupada por lo que la ley no se llegó a aplicar

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