«Hasta que se unió en los 90, el centro-derecha no fue alternativa»
▶ «El bipartidismo siempre ha favorecido la estabilidad política y la alternancia»
Una y otra vez, Pablo Casado insiste en una idea: la unidad del centro-derecha es la única vía para derrotar a Pedro Sánchez. Ayer, en la entrevista con el director de ABC, Julián Quirós, no fue una excepción: «O nos unimos para derrotarle, o esta fragmentación del voto será su salvavidas. Está en La Moncloa gracias a que el centro-derecha no se ha unido». Y añadió: «Creo en el bipartidismo (...) siempre ha favorecido una estabilidad política y, sobre todo, la alternancia. La fragmentación de los espacios electorales ha derivado en grandes crisis económicas e, incluso, institucionales».
El líder de los populares recordó en este mismo sentido que «hasta que el centro-derecha se unió en los 90 no fue alternativa al Partido Socialista, y ahora pasa lo mismo». Y sobre una fusión con Ciudadanos lanzó dos mensajes nítidos: «Hay sitio para todos, siempre y cuando mantengamos los mismos principios: libertad individual, defensa de la nación, el Estado de derecho, el libre mercado y la propiedad privada»; el segundo, «si los dirigentes de otros partidos de centro-derecha no han querido hacer una unión por arriba, nosotros apelamos a que se haga por las bases».
«Hace falta ponernos de acuerdo en un proyecto que sea claro –insistió Casado–, y ese es el del Partido Popular. Tenemos la experiencia de gobierno en dos etapas, y de haberlo hecho bien, y hoy en día gobernamos 2.800 ayuntamientos, seis comunidades, trece diputaciones, cabildos...». En este mismo sentido, reivindicó el legado de José María Aznar y Mariano Rajoy: «Nadie ha defendido la historia del partido tanto como yo; ahora, lo que no voy a hacer es hablar de una conducta de personas que lo han dañado y a las que además ni siquiera conozco. También dejé muy claro hace dos meses que no íbamos a tolerar ninguna conducta poco ejemplar». La afirmación, claro, daba paso a la pregunta de qué va a pasar con la sede de la calle Génova, aunque el líder popular fue deliberadamente impreciso: «Si un juez determinara que una reforma en el edificio no se hizo de forma correcta, actuaremos en consecuencia», explicó, sin entrar en más detalles.
Sobre su liderazgo y supuesta falta de carisma, recordó que «los jefes de la oposición nunca lo tienen, nunca son moderados, nunca tienen proyecto, nunca tienen equipo... Creo que no hay que preocuparse». Y más en clave interna, explicó: «Hicimos un primer año de desfibrilación de un partido que se iba electoralmente, endeudado en decenas de millones de euros y fracturado; recorrimos España para reconectar con nuestro espacio electoral y evitamos el ‘sorpasso’ de Cs; la segunda etapa era la de consolidación territorial, apoyando a Juanma Moreno, Almeida, Ayuso, Mañueco...; y estamos en la renovación territorial, con los congresos provinciales. Esas tres fases están consolidadas y ahora volvemos a poner el foco en cuestiones programáticas».
Herencia recibida
«El partido se iba electoralmente, estaba endeudado en millones de euros y fracturado»
«Me presentó yo con toda mi libertad y determinación», arguyó. «No me eclipsa la campaña, la ilumina y nos da que hablar», sostuvo Gabilondo.
De cara a posibles pactos electorales tras el 4-M, Gabilondo reconoció que no es Iglesias el principal obstáculo, sino «obtener los votos y apoyos suficientes» para gobernar. El candidato socialista instó a esperar a ver qué mayorías se pueden conformar, ya que da por hecho que Ciudadanos pasará el umbral del 5% necesario para obtener escaños. A la formación naranja le pide que «no vuelva a las andadas» y esta vez no pacte con el PP.
En este sentido, el candidato del PSOE señaló que «Europa mira con estupor a una posible alianza entre PP y Vox. Por ello, llamó a la movilización y a que se vote «masivamente» el 4 de mayo, para que los madrileños expresen su pensamiento y resuelvan «esta encrucijada tan grande» que marcará los próximos dos años en la región.
Apoyo del Ejecutivo
Gabilondo dosificará su agenda entre hoy y mañana para poder preparar el debate televisado por Telemadrid, el primero y el único al que acudirán todos los candidatos. Su ausencia la cubrirán los ministros José Luis Ábalos, Miquel Iceta y Reyes Maroto. También está previsto que a lo largo de la campaña se vuelquen otros responsables socialistas como José Manuel Rodríguez Uribes, Fernando Grande-Marlaska, Pedro Duque, Isabel Celaá, González Laya y las vicepresidentas Carmen Calvo y Teresa Ribera.