El nuevo presidente de RTVE reclama la pacificación interna
El conflicto de atribuciones es una de las herramientas de las que dispone el CGPJ para llevar al TC la reforma que limita sus funciones. Si se interpone o no este conflicto es algo que tendrán que debatir y aprobar los vocales después de que Lesmes les dé cuenta de este informe en el Pleno del jueves.
El texto, de 65 folios, al que ha tenido acceso ABC, considera «subsistentes» aquellas atribuciones que se derivan directamente de la Constitución y que están vinculadas a las funciones constitucionales del Consejo, como el amparo a jueces y magistrados que acudan al órgano de gobierno o las relacionadas con el estatuto judicial que garanticen el buen funcionamiento del Consejo. Aunque el texto no entra a valorar el ajuste constitucional de la norma,
El nuevo presidente de Radio Televisión Española, José Manuel Pérez Tornero, se enfrentó ayer en el Senado a su primera comparecencia ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE. Y en ella no tuvo dudas: entre sus primeros objetivos está el de la «pacificación interna» de la Corporación después de que el Consejo de Informativos de TVE amparase a varios redactores del área de
Nacional ante los ataques dirigidos desde CC.OO., como parte de la estrategia de Unidas Podemos para señalar a periodistas e influir en los Telediarios. Aseguró que no habrá «ataques, acosos, persecuciones, ni jaurías digitales; sí críticas».
Con su intervención, Pérez Tornero pone punto y final a dos años y medio de gestión de Rosa María Mateo como administradora provisional. La ambición es escribir un libro blanco para el nuevo mandato-marco y lanzar una consulta pública sobre la corporación. No se trataría de pedir un referéndum sino de hacer un estudio en el que tengan cabida las opiniones de «científicos, trabajadores de la tierra, organizaciones no gubernamentales, etc.» para así lanzar una campaña de «afianzamiento» de RTVE, con una imagen «más coherente y participativa».
Pérez Tornero habló de una apuesta «radical» por la producción interna y avisó que «la externalización no puede significar delegar la línea editorial en una empresa». Sobre los polémicos rótulos, los calificó de «cuestiones técnicas, problemas de protocolo o falta de atención».