Piden siete años de prisión a un hombre por abusar de una menor
Un vecino de Pozoblanco se sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial de Córdoba acusado de abusar sexualmente y denigrar a una menor de edad, con la que convivía junto a su madre y el hijo de éste, según el escrito de la Fiscalía de Córdoba al que ha tenido acceso este periódico.
Las prácticas a las que sometía a la menor, a la que instaba a que siguiera durmiendo tras terminarlas, quedaron grabadas en su móvil y eran de una depravación inédita en los juzgados cordobeses, según han indicado diferentes fuentes judiciales a ABC.
El acusado, A.D.G., desde fecha no determinada, pero en cualquier caso, a lo largo de todo el año 2018 y antes del 1 de enero de 2019, llevado por «un ánimo libidinoso y valiéndose de la posición de cuidador y guardador de la menor» aprovechando que hasta la madrugada se encontraba a solas con ella, realizaba estas prácticas que grababa con su propio móvil, tal y como se detalla en el escrito de la Fiscalía.
Cuando la menor se veía sorprendida y despertaba a causa de estas prácticas, él acusado la tranquilizaba y la obligaba a cerrar los ojos y a que volviera a dormirse de nuevo para seguir con los supuestas práticas por las que se sentará en el banquillo de los acusados.
Cámaras en el baño
El relato del Ministerio Fiscal recoge además que junto a lo anterior, en fecha no determinada pero en todo caso a lo largo de 2018 el acusado situaba cámaras en el baño para grabar a la menor mietras se duchaba.
La Fiscalía solicita para este vecino de Pozoblanco denunciado por estas prácticas siete años y seis meses de prision por el delito continuado de abusos sexuales, a los que se suman otras penas infereriores por un delito de trato degradante, delito de pornografía infantil y un delito contra la intimidad. El Ministerio Público recoge además como circunstancia agravante de las penas el parentesco entre acusado y víctima.
De este modo, el fiscal ha solicitado hasta que se celebre el juicio la prohibición de comunicarse o aproximarse a la menor en cualquier lugar donde se encuentre, así como la imposibilidad de acercarse a su domicilio o a cualquier otro lugar frecuentado por ella a una distancia inferior a 100 metros durante 10 años.