ABC (Córdoba)

El Gobierno retira la reforma de las mayorías presionado por Bruselas

▶La UE insta a Ejecutivo y oposición a pactar la renovación del CGPJ y una reforma que dé más poder a los jueces ▶Génova insiste en pedir garantías de que no habrá interferen­cias en la independen­cia judicial

- A. I. SÁNCHEZ/J. CASILLAS/E. SERBETO

La presión de Bruselas ha surtido efecto. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, anunció ayer que el Gobierno pedirá a PSOE y a Unidas Podemos que retiren la reforma para rebajar las mayorías en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El paso atrás fue negociado en el seno de la coalición gubernamen­tal después de que el ministro socialista se entrevista­ra el día anterior con la vicepresid­enta europea de Valores y Transparen­cia, Vera Jourová, y ésta le pidiera que retirara esa reforma y que buscara la renovación urgente y pactada del Poder Judicial. De no dar el paso, Bruselas habría llevado a España ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo por esta cuestión.

El Ejecutivo comunitari­o lleva meses pidiendo al Gobierno que consensúe cualquier reforma judicial con los jueces y ayer el comisario de Justicia, Didier Reynders, instó públicamen­te al Ejecutivo y a la oposición «a completar la renovación de los miembros del CGPJ», algo que correspond­e «no solo a los partidos del Gobierno sino también a todos los demás, para pactar por mayoría cualificad­a» los nombramien­tos. Para más adelante, la Comisión considera que sería mejor que España asumiese también el criterio generaliza­do en la UE según el cual «al menos la mitad de los miembros del CGPJ han de ser elegidos directamen­te por los jueces». Tanto el PP como Cs han registrado en el Congreso una reforma para que sean los jueces los que elijan a los jueces y han mostrado su disposició­n a negociar el texto e introducir cambios, pero PSOE y Podemos rechazan esta fórmula.

El recorte, una excepción

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Campo intentó justificar la retirada de la reforma de las mayorías argumentan­do que se encuentra «congelada» en la Cámara Baja, pero sigue generando «revuelo», acaparando «focos» y suponiendo una «distracció­n» para lo importante: la renovación del Poder Judicial y el anteproyec­to presentado ayer para elevar la eficiencia de la Justicia. Campo aseguró que se comprometi­ó con la vicepresid­enta europea a retirar la reforma para «no dar pábulo a más» y demostrar a Bruselas que el interés del Gobierno en el ámbito judicial «está puesto en la eficiencia», «en el ciudadano y en una estrategia de país».

«No quiero que perdamos ni un minuto», abundó, después de desoír al ejecutivo comunitari­o durante meses, sin ir más lejos aprobando el recorte de funciones del Poder Judicial. Reynders dijo al respecto que entiende que se trata de una «medida provisiona­l» y que tiene «el compromiso» del propio Campos de que esta excepciona­lidad se mantendrá dentro de los principios del Estado de Derecho. En cuanto a la reforma de las mayorías, advirtió de que de haber seguido adelante con ella, la Comisión habría llevado a España ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo que precisamen­te ayer dictó una sentencia relativa a la organizaci­ón del Poder Judicial en Malta en la que marcó su criterio de que «un Estado miembro no puede modificar su legislació­n relativa a la organizaci­ón de la Administra­ción de Justicia, de modo que ello dé lugar a una reducción de la protección del valor del Estado de Derecho». La sentencia concluye que «deben abstenerse de adoptar medidas que puedan menoscabar la independen­cia judicial».

En su intento de mantener la presión sobre los Gobiernos de Polonia y Hungría, que se encuentran en una situación de desafío abierto a los principios democrátic­os, Reynders quiso matizar que en el caso de España no se está «ante un problema sistémico sino ante asuntos puntuales como en otros Estados miembros». La delegación española del PP europeo, sin embargo, quiere que el tema se analice más profundame­nte en el seno de la Eurocámara y lo planteará en la reunión del grupo de trabajo sobre amenazas a la democracia.

Silencio sobre De Prada

Campo intentó aprovechar la renuncia obligada al recorte de las mayorías para volver a presionar al PP. «Lo que es verdaderam­ente importante es que quien está bloqueando la renovación del Consejo dé un paso atrás y se ponga a renovar los órganos constituci­onales a los que hay obligación», señaló. «Urge que nos pongamos de acuerdo, mensaje claro a quien está bloqueando esa situación», subrayó.

Sin embargo, el ministro eludió contestar de forma directa a las preguntas sobre si el Gobierno levantará de la mesa los dos nombres que veta el PP, Ricardo de Prada y Victoria Rosell, como candidatos a vocales del CGPJ. «Siempre aparece una nueva excusa. El problema es que hay un momento en que ya en el cajón no te queda ninguna y el PP se queda sin excusas», replicó. El ministro tampoco dio muestras de estar dispuesto a retirar a Podemos de la negociació­n ni a dar

Campo usa la retirada para forzar al PP a renovar el CGPJ. Cree que habrá pacto tras el 4-M

alas a la reforma para que los jueces elijan a los jueces; las otras dos condicione­s que reclama el PP. Por ello, fuentes de Génova valoraban ayer la retirada de la reforma como «un paso», pero advertían de que las posiciones siguen en el «mismo sitio» e insistían en reclamar garantías de que no habrá interferen­cias en la independen­cia del Poder Judicial. «Renovaremo­s los órganos constituci­onales cuando

«Hay que llegar a un acuerdo. Si no, habrá que buscar alternativ­a. Quien conozca una mejor [a la retirada] que la proponga»

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