Calviño ataca a los bancos por sus sueldos en plena ola de despidos
▶La vicepresidenta enciende los ánimos de las entidades, que recuerdan que sus directivos recortaron sus salarios en 2020 como respuesta a la crisis
Nadia Calviño, vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, bajó ayer al barro para atacar a la banca. Concretamente, por los salarios de sus dirigentes, en plena oleada de ERE en el sector. «Hemos venido señalando que nos parecían inaceptables los sueldos y bonus pagados a los directivos de las entidades financieras», dijo ante los medios de comunicación en el Congreso de los Diputados. Unas palabras que no han sentado nada bien en el gremio bancario, que una vez más saca las uñas para defenderse de los mensajes del Ejecutivo.
En su alegato continuó argumentando las razones por las que considera que los salarios están alejados de la realidad española: «Son remuneraciones que no se corresponden con la situación económica de nuestro país, y aún menos en aquellas entidades que están anunciando fuertes recortes de personal y cierre de oficinas». Las palabras finales en clara referencia a Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell y Caixabank; precisamente en este último el Estado ostenta un 16,1% del capital social y ocupa un puesto en el consejo de administración a través del FROB. Para dicha silla, de hecho, se eligió a Teresa Santero, ex secretaria general de Industria con Zapatero.
Las críticas de la vicepresidenta se producen desde un Consejo de Ministros formado por el presidente, cuatro vicepresidentas y 18 ministros. En total, 23 miembros, el segundo más abultado de la democracia. Tras esta estructura y bajo el paraguas de organismos autónomos y demás, figuran, según los Presupuestos de 2021, 541 altos cargos y 1.212 empleados eventuales, es decir, asesores, que suponen la cúpula del Estado y otros entes. Como dato, en las últimas cuentas de Mariano Rajoy se presupuestaron 455 altos cargos y 860 eventuales.
El Gobierno de Pedro Sánchez presupuesta 88,8 millones para altos cargos (un 15% más frente a los 77,1 de las cuentas de 2018 de Rajoy) y 65,3 millones para eventuales (un alza del 45%, ya que en 2018 eran 44,8 millones). Incluso, en el proyecto de Presupuestos se acordó la subida de sueldo del 0,9% para el Gobierno, aunque finalmente PSOE y Podemos se enmendaron a sí mismos para tumbar esa medida.
La oposición, asimismo, ha cargado con dureza contra el Ejecutivo no solo por pensar en aumentarse el salario sino por no bajárselo ni adelgazar la estructura de altos cargos y asesores. Trece meses después de la explosión de la crisis, el Gobierno sigue cobrando lo mismo, sin notar en su bolsillo el golpe del 11% en el PIB de 2020.
Más allá de ello, la banca se defiende del ataque de Calviño con sus propias cifras, publicadas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las retribuciones de los consejos de administración de cada entidad están publicadas en la institución, y el sector no duda en recordarle a la vicepresidenta que si alguien ha dado ejemplo de ser consciente de cómo está la situación económica son los bancos. Como prueba ponen que los primeros ejecutivos se han llegado a rebajar su sueldo en 2020 hasta en un 44%. Este es el caso de Carlos Torres, presidente de BBVA. Pero también aparecen los de Ana Botín (Santander), Gonzalo Gortázar (Caixabank), Josep Oliu (Banco Sabadell), José Ignacio Goirigolzarri (Bankia, y ahora ya Caixabank)... así como varios de los número dos de cada entidad y sus consejos
De mantener su discurso, Calviño deberá votar en contra de triplicar el sueldo de Goirigolzarri
La vicepresidenta pide a la banca «minimizar» los ERE, ya que «España no puede permitírselo»
de administración al completo. «Los bancos sí que han metido la tijera en sus retribuciones vista la crisis que tenemos todos encima», dicen en el sector.
«Nos debemos a nuestros accionistas, no al Gobierno. Para eso somos empresas privadas», aseguran fuentes financieras. El gremio rechaza de plano las palabras de Calviño y entiende que, en parte, son también una manera de lavar su imagen ante el mayor ERE de la historia, el de Caixabank con un planteamiento de casi 8.300 afectados, ya que el Estado está presente en el accionariado (16,1%) y tiene un