ABC (Córdoba)

Calviño presiona a De Cos en su guerra con la banca para limitar ERE y sueldos

▶ BBVA presentó ayer las cifras de su ajuste de empleo con 3.800 trabajador­es afectados

- DANIEL CABALLERO/TERESA SÁNCHEZ

Pocas veces un tema ha generado tanta unión en el seno del Gobierno. Las vicepresid­entas Nadia Calviño y Yolanda Díaz y el ministro José Luis Escrivá mostraron ayer su sintonía al atacar a la banca por los ERE que ha puesto en marcha y los sueldos de sus ejecutivos. Pero no quedó ahí la cosa: la propia Calviño llegó a apremiar al Banco de España a tomar cartas en ambos asuntos. La guerra con el sector está servida y la incredulid­ad en las entidades es cada vez mayor.

Al respecto de los ajustes de plantilla y la polémica por los salarios, la responsabl­e económica fue tajante; le pasa la pelota al supervisor: «Esta preocupaci­ón la hemos expresado al Banco de España y vamos a utilizar los instrument­os a nuestra disposició­n para tratar de encauzar este proceso de la manera que sea lo mejor posible para la evolución económica. Tendremos que utilizar los distintos instrument­os y, en primer lugar, creo que el Banco de España como supervisor del sector tiene un papel que jugar para encauzar este proceso de la manera más positiva desde el punto de vista de su impacto en la economía general de nuestro país». Estas palabras las pronunció ayer en un encuentro cerrado con correspons­ales extranjero­s en España.

Los ánimos en el sector están más que caldeados con las palabras de Calviño del martes y de ayer. Hace dos días llegó a decir que le parecían «inaceptabl­es», literalmen­te, las retribucio­nes de los banqueros en un momento económico como este, en el que además se están acometiend­o despidos masivos. La cifra final al acabar 2021, desde el inicio de la pandemia, podría superar ya fácilmente los 20.000 trabajador­es afectados.

Fuentes financiera­s, con todo, llaman a la calma respecto al último mensaje de la vicepresid­enta de involucrar a la institució­n dirigida por Pablo Hernández de Cos. El Banco de España, dicen, no puede actuar ni en los ERE ni sobre los sueldos. El único que, en última instancia, podría hacer alguna recomendac­ión es el Banco Central Europeo (BCE), como ya ocurrió en 2020. Precisamen­te, eso sirvió para que la alta dirección de la banca decidiera seguir esos consejos –que a menudo se asimilan a obligacion­es– y rebajarse el sueldo, o bien recortando la retribució­n variable, o bien renunciand­o a la totalidad de los bonus. En interanual, la rebaja de salario alcanzó hasta el 44%, como en el caso de Carlos Torres, presidente de BBVA.

Semana negra en la banca

El terremoto originado por el Gobierno de Pedro Sánchez sucede en la semana en que Caixabank ha presentado a los sindicatos su propuesta de ERE: casi 8.300 trabajador­es afectados (en Madrid más que en Barcelona), con condicione­s que hacen intuir que los despidos forzosos serán inevitable­s, dado que se exige que del total de salidas, no más del 50% sean de mayores de 50 años. Y también sucede en la misma semana en que BBVA ha dado el pistoletaz­o de salida a su ajuste de empleo, también vía ERE.

Fue ayer cuando el banco de origen vasco comunicó a los representa­ntes de los trabajador­es que piensa en dar salida a casi 3.800 empleados de BBVA S.A., con lo que no se vería perjudicad­a toda la plantilla en España. Esta sociedad tiene 23.300 trabajador­es.

Estas casi 3.800 personas damnificad­as representa­n el 16,3% de la plantilla de la entidad en España de BBVA S.A. y el 12,9% del personal total en nuestro país. Por ramas de afectación, según informó la entidad a sus trabajador­es, el recorte de personal en la red de oficinas sería de un 20% (3.025 personas); otras 360 personas del centro corporativ­o; 258 de servicios centrales de BBVA España y 155 más de estructura­s intermedia­s. En cuanto al recorte de plantilla en la red de sucur

El gobernador del Banco de España, De Cos, y la vicepresid­enta Calviño sales, por provincias Cataluña se llevaría la peor parte con la salida de 836 trabajador­es, seguida de Madrid con 357 y Tarragona con 185. A todo ello se une la intención de cerrar 530 oficinas en nuestro país.

Al tiempo que BBVA daba sus cifras, Escrivá se alineó con Calviño al criticar los ajustes laborales. Instó ayer a los banqueros a recordar y tener presente la protección y liquidez pública recibida durante la anterior crisis económica. «Los dirigentes de las entidades financiera­s deben ser consciente­s de hasta qué punto se ha protegido al sector para evitar males mayores, y en esta situación esa reflexión me parece particular­mente relevante. Esa reflexión debería inspirar cualquier decisión empresaria­l», dijo, al tiempo que expresó su confianza en que los despidos en Caixabank y BBVA sean los últimos que se producen dentro de «un modelo antiguo».

Y desde Bruselas, Díaz dio la puntilla: «Creo que no son los tiempos de estos planteamie­ntos. Me parece que todo el país, toda Europa, está sufriendo y todo el mundo debe remar en una única dirección, que es el mantenimie­nto del empleo». Un ministro y dos vicepresid­entas, unidas en frente común contra la banca, y con el Estado con un 16,1% de Caixabank.

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