Se aplaza el proceso de divorcio de Julio José Iglesias
El asunto a negociar era la cuestión económica por petición expresa de los letrados de la modelo
yer por la mañana estaban convocados Julio José Iglesias (48 años) y Charisse Verhaert (38) en los juzgados del condado de Miami Dade para comenzar su proceso de divorcio. El principal asunto que se iba a tratar era la cuestión pecuniaria por petición expresa de los abogados de la modelo. Sin embargo, esa vista oral fue suspendida debido a la presión mediática a la que el exmatrimonio se ha visto sometido y el tribunal todavía no ha fijado una nueva convocatoria.
Fue el pasado mes de febrero cuando saltó a los medios la separación entre el hijo mayor de Julio Iglesias e Isabel Preysler y la modelo belga tras ocho años de matrimonio y 16 de relación en total. Poco tiempo después se supo que la demanda fue interpuesta por ella en la Corte de Miami el 3 de agosto del pasado año y, desde entonces, el cantante comenzó a exigir moras para la presentación de la documentación económico financiera que ella le reclamaba. Fue el 13 de enero cuando Charisse presentó el segundo requerimiento, tal y como se acredita
Aen los escritos presentados ante la máxima autoridad judicial y al que tuvo acceso ABC.
A pesar de que los dos protagonistas han intentado llevar el asunto de la forma más discreta posible, no han podido evitar que se filtren algunos datos de las cláusulas del proceso de divorcio. Tal y como se publicó en su día, Charisse reclama un reparto equitativo de los bienes que el matrimonio obtuvo mientras duró la relación, el uso exclusivo de la mansión familiar que ambos compartían y una pensión compensatoria que cubriese todos los gastos que exige el nivel de vida que mantenía durante al menos sus ocho años de matrimonio –un total de 8.661,55 dólares (unos 7.200 euros) al mes en los que se incluyen los gastos de la casa y otros propios como las facturas de teléfono, gimnasio, comida, cuidado facial y del cabello, bótox, pedicura, cera o bronceado, entre muchos otros–. Según se explicó en la demanda, la belga renunció a posibles contrataciones en su trabajo como modelo para dedicarse a tiempo completo al hogar y a apoyar a su marido en su carrera musical. No solo eso, pues Charisse está dispuesta a luchar también por la custodia de Molly, la perra que la pareja tenía.
En los próximos días, los juzgados del condado de Miami Dade determinarán la nueva fecha del inicio del proceso de divorcio. La expectación, como todo lo que atañe al clan Iglesias, es máxima.