La serie sobre Magallanes y Elcano comienza a navegar
«Vas al Museo Naval de Londres y hay una placa que dice que el pirata Drake fue el primero en dar la vuelta al mundo, lo que es una invención. Nosotros no vamos a inventarnos nada, vamos a contarle al mundo lo que ocurrió». Así desveló en ABC el productor Miguel Menéndez de Zubillaga cuál iba a ser el objetivo de ‘Sin límites’, un megaproyecto sobre la hazaña de Magallanes y Elcano con el que celebrar el V centenario de la primera circunnavegación a la Tierra. Cuando se anunció la producción, allá por 2018, se planteaba como una película. Ha llovido mucho desde entonces, pero por fin la aventura –del rodaje, en este caso– comenzará el 26 de abril, con las estrellas Rodrigo Santoro y Álvaro Morte dando vida a los navegantes.
Al frente del timón está el director Simon West, un especialista del cine de acción que ha dirigido «Tomb Raider: Lara Croft» o «Los mercenarios 2». Y se suma, además de RTVE, Amazon, que llevará la serie sobre los héroes de la primera vuelta al mundo a sus suscriptores de Francia, Italia, Países Bajos, Reino Unido y EE.UU., entre otros...
Con un presupuesto de más de 20 millones de euros para cuatro episodios de 60 minutos, ‘Sin límites’ se rodará primero en España y después en la República Dominicana. «‘Sin límites’ necesita ritmo y muchísima aventura. La gente ve una cosa porque le atrae y le interesa. Y esta historia tiene que atrapar al chaval de veinte años que no conoce a Magallanes y a Elcano, que son el 99% de los jóvenes, desde el entretenimiento», promete el productor.
España. 1982. Melodrama romántico. 93 m. Dir: José Luis Garci. Con Antonio Ferrandis, Encarna Paso, José Bódalo, Agustín González.
23.45 La 2
a entrevista a Rocío Carrasco abandonó pronto la confesión o el relato para abocarse a una especie de simposio feminista con aspiraciones judiciales y políticas. No se trata ya de ganar un juicio («Yo necesito ese juicio»). Se trata de algo más. «El sistema está fallando, habrá que cambiarlo», proclamó Jorge Javier, el del «toma que toma que tomatá». —Jorge Javier, es que tú estás muy avanzado, tú eres feminista
Quién nos iba a decir que la tele del tomate, los ‘edredonings’ ebrios y las mamachicho nos iban a cambiar el sistema. Para tan alto fin, recurre al caso de Rociito, «oportunidad de oro», confesó una experta, y cuenta para ello con la infinita desfachatez de los periodistas de género y con la psicología, arrinconando a las Lydias Lozanos y a las Patiños, chivos expiatorios que quedan expuestas por años de información-maltrato o, como dicen, «errores periodísticos».
Es el momento de las psicólogas.
El ‘yo sí te creo’ no aplica a Mosquera, ni a la hija, ni a Rosa Benito, porque todas están manipuladas
Llegan los Oscar, y aquí está el primero del cine español, con la vuelta a Gijón del escritor y premio Nobel Antonio Miguel Albajara; una vuelta en la que Garci concentra una de las historias más emotivas, poderosas e inolvidables de nuestro cine. Obra atenta a los sentimientos, al paladeo, al aroma, al detalle de lo ya transcurrido y que aún puede ser sutilmente revivido por esos personajes; un elogio al viejo amor, a la vieja amistad, a la vida ida, y con algunos momentos que reposan en la cumbre del cine, como el de confesión entre Ferrandis y Bódalo: nunca una interpretación ha estado tan acodada en lo sublime.
Por una, en días anteriores, supimos que el testimonio de la hija no invalida nada porque «puede haber falsos recuerdos». Otra nos contó que Rociito no tiene nada que ver con el brote psicótico de Raquel Mosquera. Es ciencia y es sentimental. El ‘yo sí te creo’ no aplica a Mosquera, ni a la hija, ni a Rosa Benito («No siento odio, siento dolor»), porque todas están manipuladas por Antonio David, el genio del mal, «el ser este», culpable de un maltrato comunicativo, psicológico, vicario, invisible y por persona interpuesta, pues la hija se convierte en víctima-verdugo, «obra maestra de su padre para terminar de llevarme a la muerte». Ante semejantes argumentos, entendemos que los juzgados se lo hayan pensado, pero el yo sí te creo tampoco alcanza a la magistrada, que también se llevó su ración de género. Con ella la culpa no sería de Antonio David, sino del sistema y sus agujeros, en expresión de Sonsoles Ónega, que algo sabrá del Sistema.
Foxá no perdonaba a los comunistas haberse tenido que hacer fascista. Nos costará perdonar a quienes nos han hecho ponernos en la piel de Antonio David. Técnicamente ya podríamos decir que Telecinco nos maltrata un poquito.