Moscú considera a la organización de Navalni extremista como Daesh o Al Qaida
▶ La Fiscalía, detrás de la cual está el Kremlin, considera así a la opositora FBK
Las organizaciones vinculadas al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK en sus siglas en ruso), creado por el principal adversario político del Kremlin, Alexéi Navalni, actualmente en prisión, se encuentran a un paso de ser catalogadas como «extremistas» y equiparadas así con la consideración que en Rusia tienen Daesh o Al Qaida. Así lo solicita la Fiscalía de Moscú, que presentó el pasado 16 de abril la correspondiente demanda. Y en tal dirección se encaminan las diligencias, ya que, como medida previa, un tribunal moscovita decidió ayer suspender la actividad de los centros dependientes del FBK.
La Fiscalía estima que «al amparo de estas estructuras –dirigidas por Navalni– hay grupos que se proponen desestabilizar la situación social y sociopolítica del país, entre ellos organismos internacionales que ya son reconocidos como indeseables en Rusia». Alega que se valen para ello de «protestas masivas no autorizadas» e intentan involucrar a menores en tales actos con el objetivo de llevar a cabo una revolución. La medida adoptada ayer, de vetar el funcionamiento del FBK y, en general, de todo el aparato que sustenta el activismo de Navalni y sus seguidores, estará vigente hasta que la Justicia rusa determine si son o no «extremistas». Sin embargo, el entorno del dirigente opositor, Leonid Vólkov e Iván Zhdanov, dan por hecho que, teniendo en cuenta que la cuestión está ya planteada, no hay dudas de que progresará y de que detrás se encuentra el Kremlin.
De momento, el FBK ha suspendido sus publicaciones en las redes sociales. Así lo anunció ayer Zhdanov, quien subraya el «miedo» que tienen las autoridades a que se destapen casos de corrupción. Reconocerlos como «extremistas» supondrá su ilegalización, lo que implicará duras penas de cárcel para quienes traten de mantener viva la organización en la clandestinidad.
Se da la circunstancia de que la Fiscalía de Moscú ha declarado «secreto» el sumario sobre las supuestas actividades que convertirían al FBK en una organización «extremista». Uno de sus abogados, Iván Pávlov, asegura estar tratando de averiguar «qué hechos concretos son los que motivan que se nos clasifique así», pero sin conseguirlo por el momento.
En declaraciones a la emisora Eco de Moscú, Pávlov dijo que «estamos muy interesados en saber cómo relacionan la lucha contra la corrupción con las amenazas a la seguridad del Estado».