Décadas sin el Crismón
Vuelve el interés por la pieza visigoda hallada en 1901 en Baena y robada en 1993 del Museo Arqueológico Nacional
Hace casi 30 años ya que el crismón de Baena fue robado del Museo Arqueológico Nacional y hasta ahora nada se ha vuelto a saber sobre su paradero. El tema, no obstante, vuelve a saltar a la actualidad porque la senadora socialista por Córdoba, María Jesús Serrano, está pensando realizar una moción a nivel municipal y también a nivel de la propia Comisión de Cultura del Senado —donde es vicepresidenta— para proponer una búsqueda intensiva.
La desaparición del crismón, después de muchos años, volvió a los medios a raíz de una pregunta que registró en el Senado la exalcaldesa socialista de Banea el pasado mes de noviembre, para saber si el Gobierno tenía alguna noticia nueva sobre el misterioso robo, perpetrado en el año 1993.
Desde el Ejecutivo contestaron que la pieza sustraída se encuentra grabada en la Base de Datos Nacional de Obras de Arte Robadas, así como en la Base de Datos de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Una cuestión primordial a la hora de detectarla en el mercado del arte de todo el mundo en el momento que fuera a ser comercializada o subastada, aunque hasta la fecha no ha habido ningún resultado positivo.
Serrano explica que su pregunta tenía la intención de «conocer si había surgido alguna iniciativa nueva en la búsqueda y también para refrescar un asunto que no debe caer en el olvido», a pesar de que reconoce que se están poniendo todos los medios para localizarla. Sin embargo, como senadora y baenense, volvió a incidir sobre un tema que «siempre ha sido recurrente» en el pueblo.
Desde Baena lo único que puede hacer es «seguir instando al Gobierno y a las autoridades competentes a que continúen buscando», agrega Serrano. Siendo ésta una cuestión más de declaración institucional que de competencia municipal. La dirigente socialista subraya que este tema siempre «ha sido una cuestión bastante misteriosa», pero que «cuando esto pasó en los años 90 del siglo pasado, eran otros tiempos y había otros sistemas de seguridad que luego se han reforzado».
Fue este mismo periódico el primero en informar, hace ya 28 años, sobre la desaparición del crismón de Baena del Museo Arqueológico Nacional. Una columna publicada en el ABC de Madrid del 9 de julio del 1993, que comenzaba explicando que se había robado una cruz visigoda, datada entre los siglos VI y VII, y descubierta en la localidad baenense.
De este hallazgo han pasado ya casi tres décadas y no ha habido aún ninguna respuesta al misterioso suceso acontecido un 6 de julio en Madrid. Serrano recalca que no deja de ser «un asunto curioso e importante para los baenenses» al haber desaparecido el que se ha convertido en el símbolo del municipio y de su Agrupación de Cofradías. Por ello, estudia ya iniciativas para «seguir trabajando en recuperarlo».
Lai nformación de 1993 de ABC describía al crismón somo una cruz visigoda «importantísima desde el punto de vista arqueológico aunque de escaso valor económico». Cuando fue robada, según se informa, estaba colgada en una de las paredes de la primera planta, formando parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico Nacional y próxima a la salida de la calle Serrano.
La pieza en sí fue hallada en 1901 en un sepulcro cerca del cortijo bajo de Íscar, a 12 kilómetros de Baena, y fue donada en 1902 por Francisco Valverde y Perales. En su descripción se facilitaron datos como que era de bronce y medía 34 centímetros de alto por 26 de ancho con las letras griegas, pendiendo de ambos brazos, Alfa y Omega, principio y fin.
Ubicación de la pieza Estaba colgada en la primera planta del museo, cerca de la salida por la calle Serrano