CATEDRÁTICA DE DER. TRIBUTARIO
que contrate a un empleado de hogar.
María Jesús García-Torres, catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Granada, pone el acento en el calado social de la reforma: «La Junta plantea una revisión del sistema tributario autonómico que no va dirigida sólo a bajar la recaudación porque sí, sino que fomenta la economía y persigue unos objetivos sociales, como ayudar a la natalidad en municipios con riesgos de despoblación para facilitar su arraigo». También «contribuye a aflorar la economía sumergida porque va a permitir que toda esa contratación de profesores de idiomas o del servicio doméstico se haga con la correspondiente factura» para deducirse los gastos. «Mantener altos los impuestos de sucesiones o de patrimonio puede interesar por razones ideológicas, pero es una pena porque se está perdiendo mucha recaudación. Cuando
un contribuyente se traslada a otra región, se pierden todos los IRPF que pagaba cada año. Ese consumo también deja de hacerse en la comunidad. Gobernar no es gastar sino administrar bien lo que se tiene», defiende.
Portugal, duro competidor
El consejero de Hacienda es un convencido de esta doctrina: «No hay que pagar más porque nosotros no hagamos bien las cosas». Bravo considera «un error» pensar que «por empobrecer a los ricos se va a enriquecer a los pobres». La Junta se mira en el espejo de Portugal, que tiene un gobierno de izquierdas y «está bajando impuestos, mientras España es el único país que los sube». Por encima de otras regiones, a Bravo le «preocupa más» la «dura competencia» del país luso por las ventajas fiscales que brinda a extranjeros.
Para Luis Fernández Palacios, secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), la reforma fiscal que tramita el Parlamento, «va en la línea de lo que pedimos». «La bajada del ITP y AJD reduce los costes que soportan empresas y particulares. Eso genera consumo y nuevos ingresos fiscales para la administración. En definitiva, mueve la economía. No por subir impuestos se recauda más, lo importante es incrementar la base imponible» —el dinero sujeto al pago de tributos—, expone este economista. El saldo positivo en los traslados de empresas es un termómetro para medir los efectos de la primera bajada fiscal de 2019 y de la reducción de trabas burocráticas. «En 2020 se marcharon de Andalucía 402 empresas por distintas causas, pero vinieron 490, de las que 246 procedían de Madrid, según el Colegio de Registradores», ilustra Fernández Palacios. «La reforma fiscal de la Junta tiene unos objetivos sociales y va a contribuir a aflorar la economía sumergida»
El presidente del Observatorio Económico de Andalucía, Francisco Ferraro, en cambio, rebaja las expectativas sobre la nueva bajada fiscal. A su juicio, obedece a un criterio de «oportunidad política», pues «su trascendencia económica es muy limitada». «Los 329 millones de euros que la Junta prevé que se ahorren los contribuyentes representan sólo un 0,85% del presupuesto de la comunidad».
Para este catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, es «un tópico de la Hacienda pública» pensar que si se reduce el nivel impositivo, aumenta la actividad, el empleo y, por ende, la recaudación. «Puede tener una influencia, pero que sobrepase la reducción de los tipos impositivos no está avalado. Hay otras variables mucho más potentes como la evolución de la crisis, la economía internacional o las exportaciones».
«La bajada de los tributos genera consumo y nuevos ingresos fiscales. En definitiva, mueve la economía»