«No puedo vivir en una dictadura»
Luis Manuel Otero Alcántara fue uno de los principales artistas que se enfrentaron al Decreto 349 desde 2018, el cual imponía la censura institucional al arte y la cultura en Cuba. Junto a un grupo de artistas fundó el Movimiento San Isidro (MSI), en la barriada del mismo nombre, en La Habana, en donde se halla la sede de la organización. Este enfrentamiento generó la represión constante del régimen. Otero Alcántara ha sido arrestado arbitrariamente en decenas de ocasiones, golpeado, amenazado, interrogado. «No voy a comer, no voy a tomar agua. Mis demandas son las mismas pero ahora mismo no puedo vivir en una dictadura, ya me fundieron», dijo al iniciar su protesta. residentes en la Isla y en el exterior. Al mismo tiempo, la Seguridad del Estado y la policía política arrecia la represión contra todos aquellos que alzan su voz para solidarizarse con la causa de Luis Manuel», alertó este viernes la plataforma de artistas 27-N.
La huelga de Otero Alcántara ha generado una ola de solidaridad y manifestaciones en toda La Habana desde que el artista comenzó la huelga de hambre y sed. El punto álgido fue este viernes, cuando decenas de personas fueron detenidas o mantenidas en prisión domiciliaria de manera arbitraria por manifestarse en la calle.
Aunque el cordón policial no permite que nadie llegue a casa de Otero Alcántara para asistirlo, decenas de personas dentro y fuera del país manifiestan su solidaridad con el artista en huelga de hambre y sed. Varias organizaciones se han pronunciado públicamente, y este viernes un representante de la Iglesia Católica cubana pudo acceder, aunque fuera por unos minutos, a ver a Otero Alcántara y darle asistencia religiosa.
Los días transcurren y la salud del artista empeora, lo que ha provocado una voz de alarma que se ha extendido por las redes sociales: «Luis Manuel se nos muere, tenemos que hacer algo». Ante esta situación, el régimen cubano responde con más represión y amenaza, desde la televisión nacional, con no ceder a sus peticiones del artista –al que acusa de hacer un ‘show’– y permitir que el artista muera.