Y Madrid se levantó
Dicen que aquel 2 de mayo de 1808 el alzamiento se estuvo preparando desde determinados círculos patrióticos, y que a Madrid llegó gente de fuera para organizar la rebelión. Pero fuese como fuese, lo cierto es que el pueblo de Madrid se levantó al sentirse humillado por un poder extranjero que pretendía usurpar la soberanía nacional, entonces encarnada por los Reyes y sus herederos. Pero no fueron los Reyes –nunca como entonces fueron tan indignos de su pueblo– ni sus instituciones quienes defendieron la Nación. Ni siquiera el Ejército –salvo un puñado de héroes– se enfrentó en Madrid a los imperiales, sino que fueron los vecinos, hombres y mujeres, quienes plantaron cara a los invasores con sus escasas armas y sus propias manos. Pagaron un alto tributo de sangre, pero prendieron la mecha que inició la Guerra de Independencia española contra la tiranía de Napoleón Bonaparte. Comenzó así un periodo revolucionario, tan glorioso como trágico, que alumbró el nuevo régimen en el que la Constitución de 1812 fue el centro de gravedad y el inicio de un periodo constitucional español que, a pesar de las aciagas guerras civiles, llega hasta nuestros días. Hoy los madrileños no están llamados a otro alzamiento, aunque saben que hay fuerzas dispuestas a liquidar la Constitución y derrocar la monarquía. Tienen en sus manos neutralizarlas, ahora con sus votos. Quizás así vuelva a prender la mecha que inicie la firme defensa de la nación española.
Soy un hombre de 49 años, trabajador esencial en la comunidad autónoma de Aragón y el pasado 15 de febrero me vacunaron con AstraZeneca. La segunda dosis estaba prevista para el próximo 10 de mayo, es decir, a las doce semanas, pero la Comisión de Salud Pública, en su última reunión, acordó ampliar de doce a dieciséis semanas su administración.
Este retraso se debe a que es necesario esperar a los resultados del ensayo clínico puesto en marcha para comprobar la eficacia de poner la segunda dosis con la vacuna de Pfizer (en lugar de AstraZeneca). Para ello ya se ha inyectado la vacuna a cuatrocientos voluntarios justo cuando se cumplían doce semanas desde que
Vacunación en Aragón fueron vacunados con AstraZeneca.
Pero, ¿acaso van a hacer otro ensayo clínico para conocer la eficacia de poner Pfizer a las dieciséis semanas? El ensayo actual que se está realizando no tendrá ninguna validez porque su resultado medirá la eficacia de administrar Pfizer en la semana doce y no en la semana dieciséis, que es lo que el Gobierno ha decidido ahora.
Sra. ministra de Sanidad, no quiero ser una cobaya. Quiero que me vacunen en base a criterios científicos y no a criterios políticos. Si la ficha técnica de AstraZeneca, la Agencia Europea del Medicamento y la OMS dicen que es una vacuna segura y eficaz en todas las franjas de edad, ¿por qué tiene que decidir un órgano político cómo y a quiénes se les administra una vacuna? Por favor, hagamos caso a la ciencia, que son los que entienden de vacunas.