La Junta permite a UGT-A devolver 40 millones en ayudas durante 15 años
▶La Consejería de Hacienda facilita que el sindicato vuelva a recibir subvenciones, lo libra de fianzas en los pleitos y acepta suspender reintegros
La Unión General de Trabajadores de Andalucía (UGTA) lleva siete años pleiteando con la Administración autonómica por la devolución de 40,24 millones de euros en subvenciones sin justificar concedidas por anteriores gobiernos socialistas. Hasta 23 recursos en la vía contencioso-administrativa ha presentado el sindicato para esquivar los reintegros. Pero este interminable pulso que se libra en el campo de batalla de los juzgados acaba de experimentar un giro de guion inesperado. El Gobierno andaluz del PP y Ciudadanos, a través de la Consejería de Hacienda, ha accedido a la petición de la organización que dirige la secretaria general Carmen Castilla para dejar en suspenso el reintegro inmediato de ayudas que la Junta de Andalucía le reclama en firme. Hacienda libera al sindicato de prestar fianzas o garantías –equivalentes a la cuantía de cada ayuda más los intereses– que habían fijado diferentes juzgados y tribunales como medidas cautelares para paliar los posibles perjuicios causados a la hacienda pública, a la espera de que las sentencias adquiriesen firmeza.
En su lugar, la UGT-A había propuesto un plan de pago de la millonaria deuda a 15 años vista. Hacienda también ha dado por buena esta alternativa. El cambio de criterio de la Junta ha provocado que la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) modifique las medidas cautelares en los términos que el sindicato venía planteando desde hace años. Mediante un auto del pasado 10 de noviembre, al que ha accedido ABC, la citada sala acuerda suspender la resolución de reintegro de una ayuda sin necesidad de depositar fianza. Acepta sustituirlo por un plan de pago a plazos de los 40 millones.
El viraje de la Junta en esta pugna judicial tiene, además, una consecuencia inmediata: posibilita que la organización vuelva a recibir subvenciones. El grifo de nuevas ayudas lleva más de un lustro cerrado porque tenía deudas pendientes con la Administración. Se abre así un horizonte más halagüeño para el sindicato, que podrá obtener ingresos públicos para insuflar liquidez a sus delicadas finanzas y evitar la quiebra, el principal motivo que había expuesto para convencerla de la necesidad de suspender los reintegros.
El órdago le funcionó. El pasado 20 de octubre el viceconsejero de Hacienda y Financiación Europea, Roberto Ochoa, dirigió un informe al Gabinete Jurídico de la Junta de Andalucía en el que condescendía con las pretensiones de la federación ‘ugetista’. En un escrito fechado tan sólo un día antes, la letrada que representa a los intereses autonómicos en estos pleitos, se había opuesto a la solicitud del sindicato.
En su informe, que obra en poder de ABC, Hacienda acepta la alternativa que la UGT-A le plantea: el pago a plazos de todas sus deudas por reintegros en un plazo de quince años que vencerá en julio de 2035, unido al compromiso de reducir sus gastos de estructura. «Los intereses económicos de la Hacienda de la Junta de Andalucía quedarían salvaguardados de forma más adecuada mediante el ya citado plan de pagos y de viabilidad», se justificaba este alto cargo. A su juicio, la exigencia
Estrategia de presión
La UGT-A pidió a la Junta que le librase de las fianzas judiciales para evitar su quiebra y disolución
por supuesto) confiando en lo mejor, porque resulta evidente que, sin esta opción normalizadora, la reacción socioeconómica resultaría imposible. Una apuesta tan arriesgada como asistida de buen sentido, a la poco contribuye el desgobierno nacional, y en la que cabe gran parte de la responsabilidad a una ciudadanía no poco desconcertada por las circunstancias. Que Dios reparta suerte y la reciba con tiento la Andalucía más abrumada de que haya memoria en tiempos de paz.