Candidaturas con total renovación tensada
próximas elecciones andaluzas acumulan cada vez más motivos para considerarlas inéditas. Puede producirse una victoria popular, según los sondeos, que le lleve a repetir gobierno en la región por segunda vez tras 38 años de dirección socialista ininterrumpida. Puede entrar Vox en el Ejecutivo regional. El PSOE de Juan Espadas (y Pedro Sánchez) anda sobre el precipio de unos resultados inciertos y la izquierda concurre más dividida que nunca. Lo que sí se puede repetir es un patrón en el caso de Ciudadanos, que tras su cogobernanza en San Telmo, siendo el partido pequeño de la alianza, puede verse incluso hasta fuera de la Cámara o con un exiguo resultado (como ya ocurrió al PA tras su pacto con el PSOE, y hasta Izquierda Unida en menor medida).
Por escalas, el análisis por provincias depara las mismas circunstancias novedosas. Y la primera en el caso de Córdoba llega por el desbrozado de todas las candidaturas que concurren al 19 de junio y que ayer se hicieron públicas en su integridad en los diferentes boletines oficiales pero de manera provisional —hay todavía un plazo de subsanación de errores—.
Si se toman las seis principales formaciones que concurren (por voto y trayectoria), de los 66 candidatos que componen sus listas por la circunscripción de Córdoba (aporta doce parlamentarios al Hospital de las Cinco Llagas), sólo repiten seis aspirantes, apenas un diez por ciento. La renovación, pues, es absoluta. Nuevas caras, muchos cargos de ayuntamientos de la provincia, perfiles de segunda fila en los partidos y el adiós —con excepciones—
Lde las ‘viejas glorias’ de la política provincial en casos como los de los socialistas Rosa Aguilar, Juan Pablo Durán, Jesús María Ruiz, Soledad Pérez; o la salida de José Antonio Nieto —cuyo futuro parece que terminará enfilando de nuevo el camino hacia Madrid— en el PP.
Solamente repite un cabeza de lista por Córdoba, el caso de Alejandro Hernández por Vox, al que algunas quinielas no lo situaban de nueva en la cabeza de la ‘plancha’ tras haber sido relevado como portavoz parlamentario y arrastrar alguna incidencia interna. Tras él, una candidatura de la formación de Abascal completamente nueva frente a 2018.
Los otros cinco que vuelven a concurrir son Beatriz Jurado y Adolfo Molina en los populares (éste se convertirá si sale elegido en el diputado más veterano de todos); la socialista palmeña Auria María Expósito (aunque no en puestos de salida) y los dirigentes de Izquierda Unida Sebastián Pérez (su coordinador provincial) junto a Dolores Blanco en la amalgama denominada ‘Por Andalucía’, junto a Podemos, Los Verdes, Equo, Más País...
El tablero cordobés dibuja una réplica de las claves que pueden dilucidar la verdadera batalla política por San Telmo. Los populares pueden ganar a los socialistas tras su derrota en 2018 (cuatro a tres). Ciudadanos puede perder los dos diputados que logró en 2018 en un resultado fantástico que se aproximó a los 70.000 votos (unos 84.000 obtuvo entonces el PP). Hasta dónde puede llegar un posible crecimiento de Vox (logró un escaño en 2018) y qué pasará con la fragmentación de la izquierda, poseedora de otros dos parlamentarios en la provincia.
Claves internas
Con ese enfoque, la elaboración de las listas en cada partido ha tenido sus propias claves internas tras esta fachada de absoluta renovación que no era tan habitual, al menos en los puestos de teórica salida, en comicios anteriores.
Así, la llegada de los ‘sanchistas’ a la dirección del PSOE andaluz se ha traducido en una absoluta renovación en su candidatura. Además de por edad y ‘trienios’ políticos, Rosa Aguilar, Juan Pablo Durán, Jesús Ruiz y Soledad Pérez han estado en el bando ‘susanista’ y el cambio no tiene color. Isabel Ambrosio, que vuelve al Parlamento andaluz, encabeza una candidatura que le abre paso tras una estancia más que gris en el Ayuntamiento de Córdoba: perdió una Alcaldía y no completará un segundo mandato en la oposición demasiado cuesta arriba.
En esta onda municipalista sobresale Ana María Romero, la regidora de Montoro, valor en alza en la dirección
Ambrosio toma la palabra ante Juan Espadas
federal y experimentada en la gestión —como alto cargo de la Junta en Agricultura—. Casi un calco Esteban Morales, regidor de Puente Genil y en su tiempo delegado de Justicia, aunque también vicepresidente en Diputación.
El caso de los populares ha sido llamativo. El encaje de los puestos que por paridad ocupan hombres se ha dejado algunos pelos en la gatera y no ha estado exento de discusión de puertas hacia dentro. El número uno del consejero de Salud Jesús Aguirre ha sido indiscutible. Primero por estrategia del propio Juanma Moreno, después por su grado de valoración y conocimiento tras la pandemia y la gestión sanitaria que en su provincia ha acarreado resultados. El problema ha venido con los otros puestos, los impares. El papel de los presidentes provinciales, es el caso de Adolfo Molina, siempre se ha querido destacar como una norma interna no escrita. Pero esa lectura ha contado con obstáculos. El papel de Antonio Repullo, primero como delegado del Gobierno andaluz
De los 66 aspirantes de los seis partidos más votados en Córdoba sólo repiten seis candidatos (dos en el PP). Caras salidas airosas y duros encajes
Aguirre estaba claro como uno, pero la fricción vino entre Repullo y Molina por los puestos 3 y 5 y la salida de José Antonio Nieto
El ‘sanchismo’ jubila a Aguilar, Durán, Ruiz y Pérez, y da una salida airosa a Ambrosio para su gris etapa municipal