Carbón y nucleares
La Comisión da por hecho que algunos países optarán por prolongar el empleo de térmicas de carbón y nucleares, aunque no ha previsto ninguna inversión para ello, porque su objetivo es acelerar de forma notable la instalación de renovables.
La presidenta de la Comisión Europea, Urusla von der Leyen
Stoltenberg, con los embajadores de Finlandia y Suecia
cúbicos de biometano. La presidenta también ha mencionado la cantidad de 2.000 millones de euros para reformas técnicas que permitan a algunos países dejar de importar petróleo ruso. Hungría, que es el país que se opone precisamente a que se apruebe el embargo total de compras de petróleo ruso, ha cifrado en 750 millones las inversiones que requeriría transformar su industria petrolera, que hoy solo funciona con crudo ruso.
Transición acelerada
El vicepresidente de la Comisión y responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, ha reconocido que es posible que la situación creada por la guerra provoque un aumento temporal del uso del carbón, pero insistió en que no espera que ello incremente las emisiones gracias al empuje en la instalación de capacidad renovable que se prevé en el plan. De hecho, no se ha previsto ninguna financiación ni para instalaciones de carbón ni nucleares, a pesar de que se sabe que en los primeros momentos de esta transición acelerada serán fuentes de energía necesarias para cubrir la falta de gas ruso. El plan ha de ser aprobado ahora tanto por el Parlamento como por los gobiernos de los países miembros en el seno del Consejo, antes de convertirse en realidad y obtener las fuentes de financiación.