El Papa confía a un amigo: «Llegué inconsciente al hospital»
▶ «Unas horas más y no lo hubiera contado», dijo Francisco sobre su ingreso
Cuando el Papa Francisco regresó a Casa Santa Marta el sábado 1 de abril, un periodista le preguntó qué enfermedad había tenido. «Eso preguntadlo a los médicos, que yo no entiendo nada», respondió desviando la atención. Según los médicos, se había tratado de una bronquitis infecciosa.
Ahora, un nuevo dato añade un elemento a ese cuadro clínico. «Llegué inconsciente al hospital. Unas horas más, y no habría podido contarlo», confesó el Papa Francisco en privado el pasado sábado a Michele Ferri, un informático que protagonizó una tragedia en 2013, y a quien el Pontífice llama periódicamente.
Michele Ferri, de 52 años, aseguró que el pasado sábado a las 11.20 horas recibió la llamada número 90 del Papa Francisco. En 2013, al Papa le impresionó una carta que éste le envió, en la que narraba el reciente asesinato de su hermano en una gasolinera, por un banal atraco. Desde entonces, el Pontífice le llama periódicamente para interesarse por su madre y su familia.
Ferri reveló el contenido da la llamada a un diario local italiano, ‘Il resto del Carlino’. Dijo que nada más descolgar el teléfono, el Papa bromeó con un «todavía estoy vivo». «Pues nos había asustado (con su ingreso en el hospital)» –le habría respondido Ferri. «Entonces me explicó que llegó inconsciente al hospital. Y me dijo: ‘Bastaban unas horas más, y no sé si podría contarlo’», añadió.
«Su voz estaba en forma, era sonora y serena. Le escuché mejor que cuando me llamó en enero y me pareció que estaba más cansado», asegura Ferri.
El Vaticano no lo confirma
El Vaticano ha evitado comentar las declaraciones de Michele Ferri, al ser una conversación privada. Pero en Santa Marta no escondían su asombro, pues el contenido contrasta con las condiciones del Papa en Semana Santa. «¿Crees que habría podido presidir todas las ceremonias si hubiera estado tan grave?», repiten.
Francisco fue ingresado en el Gemelli el miércoles 29 de marzo antes del almuerzo. El Vaticano explicó que se trataba de «controles precedentemente programados». Desde el hospital se filtró que la situación «no era preocupante», que Francisco estaba cansado, pero siempre colaborativo y en todo momento consciente.
Lo atendieron cardiólogos, neumólogos e internistas. Le realizaron una «gasometría arterial» para descartar problemas serios en el aparato respiratorio y una Tac en los pulmones. Unas 24 horas más tarde revelaron el diagnóstico, bronquitis infecciosa, cuando estaba respondiendo a la terapia antibiótica. El sábado 1 de abril le dieron de alta y se bajó del coche para mostrar que se había recuperado. «¡Sigo vivo!», dijo entre risas.