Manuel Borja-Villel, de director del Reina Sofía a asesor del MNAC
El Patronato aprobó ayer su nombramiento como coordinador de un programa para la ampliación del museo
Si la salida de Manuel Borja-Villel del Museo Reina Sofía fue bastante sonada, su regreso a Barcelona promete no pasar de puntillas y en silencio. El Patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) aprobó por unanimidad en su reunión de ayer el nombramiento de Borja-Villel (Burriana, Castellón, 1957) como coordinador (no director como estaba previsto en un principio) del Programa temporal para el desarrollo y encaje en el sistema museístico de arte del proyecto de ampliación e impulso del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Adscrito al Departamento de Cultura de la Generalitat, dicho programa de nombre tan rimbombante se creó el pasado 21 de febrero y fue publicado dos días después en el Diario Oficial de la Generalitat.
En un comunicado enviado anoche por el museo, se informa de que el Patronato acordó apoyar dicho programa como «un nuevo instrumento de asesoramiento y reflexión al servicio del museo en el proceso de ampliación y redefinición que éste ya tiene en marcha». Y anuncia que ha decidido que la persona idónea para coordinar el programa es Manuel Borja-Villel «por su experiencia en la materia y en el ámbito internacional». Su contratación será efectiva por parte de la Generalitat de Cataluña a partir del próximo mes de septiembre.
Según el comunicado, «el nuevo programa debe convertirse en un espacio de acompañamiento para la reflexión e innovación dirigido a hacer contribuciones al proyecto que prepara el museo, en los temas concretos que establezca dicho museo». Además, se explica que el MNAC «ya ha efectuado en los últimos meses una recopilación a escala internacional de tendencias culturales, sociales y del ámbito de los museos, y una selección de casos a estudiar, de expertos para consultar en temas específicos y de instituciones y colectivos del país con los que establecer un proceso de debate y participación, dada la relevancia y dimensión del proyecto».
Mientras discurre el proceso del concurso para elegir a su sucesor al frente del Reina Sofía (se calcula que el nombre pueda conocerse a finales de mayo o principios de junio), Borja-Villel ocupará un puesto de nueva creación hecho a medida para él por la consejera de Cultura de la Generalitat, Natalia Garriga, de ERC, que lo ha nombrado a dedo, sin concurso previo. ¿Las buenas prácticas? Ni están, ni se las espera. Tendrá un contrato laboral de alta dirección por el que cobrará hasta 99.000 euros y que tendrá una duración máxima de tres años. Contará con el apoyo de un técnico superior y un administrativo. Dicho nombramiento lo adelantó ‘La Vanguardia’. Vuelve, pues, Manuel Borja-Villel a ‘casa’, donde ya dirigió la Fundación Tàpies y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba).
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Pero el MNAC tiene un director, Pepe Serra, que lleva en el cargo desde 2011 y que en junio de 2022 renovó por otros cinco años. En el acuerdo de gobierno para la creación de dicho programa se aclaraba que «no se pretende sustituir las tareas que tienen encomendadas los órganos de dirección del Consorcio, como el Patronato o el equipo directivo». Entre sus misiones figuraba la siguiente: «Repensar, en colaboración con el equipo directivo, el nuevo rol y el relato del museo en la nueva era pospandemia. A tal efecto, y por encargo del Patronato, y en coordinación con la dirección del MNAC, podrá formular propuestas expositivas u otras actividades cuya realización permita prefigurar el nuevo museo y evaluar el nuevo relato propuesto». ¿Diseñarán Serra y BorjaVillel, al alimón, la programación del MNAC para los próximos años? ¿Decidirán ambos el nuevo rol del museo? ¿Habría aceptado Borja-Villel en el Reina Sofía un nombramiento como éste? Conociéndolo en estos quince años, la respuesta es tajante: no.
Sin embargo, esas son las atribuciones que tendría Borja-Villel, según el documento firmado por Xavier Bernadí Gil, secretario del Gobierno de la Generalitat de Cataluña. Faltaba por saber lo que opinaban los representantes del Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Cultura y otros patronos, incluido, claro, el propio Pepe Serra, reunidos ayer. Viendo lo visto, y leyendo lo leído en el comunicado, todo cambia radicalmente, si leemos entre líneas. Queda muy claro que el nuevo programa será sólo un instrumento de asesoramiento al servicio del museo, un espacio de acompañamiento dirigido a hacer contribuciones sólo en los temas que establezca el museo.
Y se deduce también de forma muy evidente que Manuel Borja-Villel no tendrá poder ejecutivo, ni ejercerá una tutela, ni estará por encima de Pepe Serra. Las funciones del exdirector del Reina Sofía serán, pues, mucho más restringidas de las que se le han atribuido estos días. Podrá limitarse a asesorar al MNAC sobre una ampliación que ya lleva en marcha desde hace un año.
El MNAC es un consorcio con personalidad jurídica propia e independiente, constituido por la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y, desde 2005, se añadió la Administración General del Estado. En 2018 aprobó un plan estratégico y de acción para 2019-2022/2029, en el que se prevé la ampliación del museo con la incorporación del pabellón Victoria Eugenia, creado en Montjuïc para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.