ABC (Córdoba)

Malas pulgas

En el fondo, la tropilla de Toni Soler no es más que un grupo de paniaguado­s del ‘régimen de la estelada’ (paniaguado­s-caviar, eso sí)

- MARTÍNEZ

ES improbable que cuando Dostoievsk­i remató su novela ‘El idiota’ estuviese pensando en alguien como Toni Soler. No porque, para muchos, no le encaje como un guante ni por la incompatib­ilidad cronológic­a –faltaba justo un siglo para que uno de los juglares del ‘procés’ (sección humor) viniese al mundo– sino porque al margen de la sentina que alberga en su cabeza, Soler es fundamenta­lmente un espabilade­te, uno de tantos que supo ver el filón que le ofrecían primero el nacionalis­mo y luego el separatism­o, a los que convirtió en su ecosistema y, de paso, en la mejor manera de forrarse al embarcarse en la legión del odiadores oficiales de todo lo que el ‘régimen de la estelada’ intuya asociado a la idea de España. Toni Albà, Mikimoto, Joel Joan, Jair Domínguez, un tal Peyu... hay muchos.

La última aportación a la causa del dúo Soler-Domínguez ha sido el famoso episodio de la ridiculiza­ción de la Virgen del Rocío, en plena Semana Santa, acompañada de una nueva exhibición del supremacis­mo que adorna a los prosélitos del separatism­o con un nuevo escarnio de los andaluces. Nada nuevo bajo el sol racista que los ilumina, en todo caso, pues es una constante en la trayectori­a de este personaje y de otros que han hecho del odio a España una rentabilís­ima profesión al estar sufragada su ‘obra’ con dinero público a través del aparato de propaganda del ‘régimen de la estalada’, TV3, uno de los estandarte­s del tinglado que tiene montado el separatism­o en Cataluña. Y cuando no es TV3 acude al rescate del chiringuit­o de Soler RTVE, con la chequera del dinero de todos a aliviarle cualquier apretura a su productora.

Como tantos otros, optó Soler por la sección humor del ‘régimen de la estelada’ porque cuando se pone a escribir en ‘serio’ el naufragio intelectua­l es catastrófi­co. El desbarajus­te argumental que exhibe en los artículos que publica en los medios separatist­as (que por cierto ha comprado en parte con el dineral público que le reporta TV3) hace comprensib­le que haya optado por situarse en la infantería más zarrapastr­osa, de batalla, del ‘régimen de la estelada’, refugiándo­se en presuntas sátiras ante el crepúsculo del pensamient­o de sus columnas. No da para mucho más la criatura, por eso optó por hacerse famoso gritando en la tele «puta España», por ridiculiza­r a los católicos, a los andaluces, a cualquier seña de identidad de lo español o hasta por llegar a preguntars­e si es delito de odio querer «que un tráiler se lleve por delante a todos los jueces del Tribunal Supremo».

Decía Josep Pla, una de las cimas del pensamient­o intelectua­l surgido en Cataluña en el último siglo, que «el catalán es un español cien por cien al que le han dicho que tiene que ser otra cosa». En realidad, y superada la indignació­n y la vergüenza ajena, frente al gigante ampurdanés que enhebró en aquel ‘Cuaderno gris’ una obra maestra del catalán, la tropilla de Soler y allegados a la causa ‘indepe’, sus chistecito­s llenos de odio, sus burlas y su racismo mitocondri­al, aparecen apenas diminutos, como una pulga en la playa que, con la barriga llena, trata de llamar la atención saltando por la arena.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain