Los accionistas de Duro Felguera dan el sí a la entrada de dos inversores mexicanos
Prodi y Mota-Engil México se convertirán en los principales dueños del grupo
Duro Felguera respira tras varios años en el ojo del huracán. La junta general extraordinaria de accionistas ha dado luz verde a una doble ampliación de capital para dar entrada a dos inversores mexicanos en la compañía: grupo Prodi y Mota-Engil México. El objetivo, poder hacer frente a su plan de viabilidad y dejar atrás la situación «delicada» que atravesaba la empresa. La operación ha sido aprobada por alrededor de un 98% de los accionistas que han votado, con lo que el respaldo ha sido mayoritario entre el capital social.
La propia empresa reconocía que sufre «una situación de dificultades derivadas del contexto extraordinario de los últimos ejercicios, de la que está evolucionando favorablemente y, de la que se podría recuperar definitivamente gracias a realizar un notable esfuerzo industrial, siempre que disponga de los fondos necesarios para lograr este objetivo». Esos fondos son los que ha recabado con la aprobación definitiva de la entrada de estos dos socios industriales al capital social de la compañía.
«La ampliación de capital es necesaria para el desarrollo sostenible de la compañía», decía Duro Felguera en la presentación de la operación, para añadir: «La búsqueda de un socio industrial constituye una exigencia específica impuesta por el Fondo de Ayuda del Gobierno e impulsado por el consejo de administración de Duro Felguera». Ahora, la entrada de estos dos grupos supone una inyección de 90 millones de euros, con la que esperan garantizar su viabilidad.
¿Por qué el Gobierno de Pedro Sánchez tenía voz en los planes de la compañía? Porque, en diferentes plazos, el Ejecutivo ha rescatado a Duro Felguera con 120 millones de euros a través del fondo de rescate de la SEPI. Una cantidad que ha de ser devuelta según los plazos pactados y por la cual la SEPI exigía dar entrada al capital a socios industriales que pudieran garantizar la viabilidad de la compañía y la devolución del préstamo, lo cual está contemplado en la operación como confirmó su CEO, Jaime Argüelles.
La compañía quiere así poner punto final a varios años de inestabilidad; de muchos movimientos en su consejo, de rescates estatales y de despidos colectivos como el firmado a finales del año pasado (ya han salido 100 personas). Sobre esos despidos, en la junta, la presidenta de Duro Felguera, Rosa Aza, señaló que fue una decisión «tan difícil como dolorosa, pero absolutamente necesaria».
Accionistas principales
Así las cosas, los dos inversores se convertirán en los principales accionistas del grupo industrial, «aglutinando un porcentaje relevante del capital frente a la situación actual de atomización de accionistas significativa, con vocación de permanencia en el largo plazo». Su participación podría alcanzar hasta más del 50% del capital social de Duro Felguera, frente a la situación actual en la que no había un accionista de control.
Tanto la presidenta de Duro Felguera, como el consejero delegado de la compañía industrial, Jaime Argüelles, destacaron que con la entrada de estos dos socios la empresa pasará de la estabilidad a la expansión y continúa la senda para volver a ser líder, a través de un plan de negocio que han considerado «ambicioso, pero factible».
Señaló, en ese contexto, la entrada de dos socios industriales de referencia, que abre la puerta al futuro de Duro para que sea una compañía «robusta, sólida y sostenible». Una entrada «con vocación de permanencia», según recalcó.