El aceite un 32% y la leche un 30%
Mientras, seguimos sin saber a qué supermercado va Nadia Calviño ni cuánto cuesta cada paseíto del presidente en helicóptero o en Falcon
EN estas que entramos al trapo del asunto de los regadíos en la corona de Doñana como si fuera la Tercera Guerra Mundial. Nos venden (y compramos) el tema Ferrovial como si se tratara del ‘crack’ del 29. Nos echan desde Moncloa el cebo de Yolanda Díaz (‘Super Yol divina de la muerte’) y parece que hablamos de Angela Merkel o Benazir Bhutto.
Del «nunca pactaré con Bildu... Se lo puedo repetir cinco o veinte veces... Nunca pactaré con Bildu» a que el tal Oskar Matute te presente la ley de vivienda. Del «no podría dormir tranquilo con Pablo Iglesias en el Gobierno» a tragar con la chapuza infinita de la ley del ‘solo sí es sí’ de Irene Montero como si nada.
En estas que el azúcar ha subido un 50,4 por ciento; la mantequilla, un 37,7; el aceite de oliva, un 32, y la leche, un 30,8 por ciento.
¿Cómo es posible que nos cuelen tantos globos sonda y tan fácilmente? ¿Por qué tragamos con los vetos y las mentiras como si tal cosa? ¿No somos conscientes de cómo nos colocan sus trampas como si fuéramos tontos? ¿No será que lo somos?
Alguien de quien me fío mucho y a quien admiro, que resulta ser un personaje clave en la historia reciente de España, me lo advirtió hace unos días: «Es increíble cómo os manipulan y os dictan la agenda desde la política y desde el grupo Prisa».
Y resulta que en el Consejo de Ministros Pedro Sánchez hace pinza con Yolanda Díaz contra Irene Montero e Ione Belarra cuando lo que quiere Yolanda Díaz es cargarse a Sánchez. A la vez, Ione Belarra e Irene Montero obedecen sumisas al amado líder de Podemos, Pablo Iglesias, que las puso ahí a todas ellas (incluida a Yolanda Díaz).
Nadia Calviño o Margarita Robles tampoco las soportan (y viceversa). Garzón y un señor puesto por Ada Colau deambulan por ahí mientras que el titular de Agricultura, Luis Planas, o la de Justicia, Pilar Llop, dicen que siguen siendo ministros.
Las susodichas Ione e Irene están que trinan con Garzón, ‘Super Yol’ y el de Universidades. Y luego hay una serie de señoras en Fomento (o como se llame), Ciencia, Educación o Administraciones Públicas que no conoce nadie. ¡Ah! y dos ministros nuevos en Sanidad e Industria.
Y la guinda: Pedro Sánchez no se fía ni un pelo de Yolanda Díaz. Y así se cierra el círculo.
Con todo lo anterior resulta que las legumbres y hortalizas han subido el 27,8 por ciento; los huevos, un 24,5; el arroz, un 22; las patatas, el 20,8; la carne, un 15, y el pan, otro 13,4 por ciento.
Y seguimos sin saber a qué supermercado va Nadia Calviño, ni cuánto cuesta cada paseíto del presidente en helicóptero de La Moncloa a Torrejón o en Falcon hacia cualquier ‘fiestuqui’.
PD: El mismo que me alertó de la agenda impuesta me dijo: «Son inconcebibles las cosas que están pasando y que no ‘passse’ nada».