Las Ermitas retoman sus habas
La Asociación de Amigos de este enclave monumental celebra después de tres años de parón la fiesta de la Virgen de Belén con el reparto de mil cazuelas
Bajo un sol radiante, la Asociación de Amigos de las Ermitas repartieron ayer un millar de cazuelitas en la tradicional degustación de habas que regresaba a las Ermitas de Córdoba con la fiesta de la Virgen de Belén, después de tres años de parón.
De esta forma, unos dos mil cordobeses estrenaron simbólicamente además la catalogación de este enclave de la Sierra como Bien de Interés Cultural (BIC) recibida por la Junta de Andalucía el pasado mes de junio. La Asociación de Amigos de las Ermitas retomaba a lo grande esta fiesta religiosa que daba comienzo a las 11.00 horas con una misa a los pies del Sagrado Corazón de Jesús.
A continuación un millar de cordobeses aguardó su turno para disfrutar de la tradicional degustación de las habas que tiene su origen en la tradición histórica de que los ermitaños de la Sierra —hasta mediados del siglo XX, que dejaron de estar presentes allí— ofrecían un plato de comida a quien lo necesitaba, cocinado a base de los ingredientes que cultivaban los religiosos en las cercanías; fundamentalmente habas. La celebración de ayer fue doble, en este caso, porque tras tres años sin cita —dos por la pandemia y el pasado ejercicio por el mal tiempo— los Amigos de las Ermitas han logrado recuperar este monumento y que sea catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC): las Ermitas .
Fue el pasado 14 de junio cuando la
Junta dio el visto bueno a su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como Bien de Interés Cultural con categoría de ‘monumento’. En la calificación de BIC, se reflejó cómo tras la crisis del eremitorio a finales del siglo XX y su recuperación por la Asociación de Amigos de las Ermitas, «el complejo ha adquirido connotaciones que han dado un impulso al lugar, ostentando un valor social representativo para la ciudadanía».
El presidente de este colectivo, Juan
Manuel Fernández, mostró, en declaraciones a ABC, su satisfacción por cómo se desarrolló un año más esta tradición. «Ha sido un éxito desbordante».
La misa, destacó, se vivió «con una devoción maravillosa Todo el mundo con recogimiento. La gente sabe respetar». Luego, indicó, «recordamos la costumbre de los ermitaños. Con sus humildes guisos daban de comer al que lo pedía. Rememorando ese compromiso, damos las habas». «Estamos muy felices. Todo ha salido perfecto», finalizó.