Se abren las flores de la primavera
▶Más de cincuenta cruces repartidas por toda la ciudad escriben la primera página de las semanas más esperadas, marcadas en esta edición por el calor
NO ha llegado todavía mayo, pero es como si ya estuviese pasando junio. El calor inusual cuando ni siquiera se ha cumplido la mitad de la primavera es el invitado atípico de esta edición de la primera cita del Mayo Festivo. Como ha sucedido en los últimos años, se adelanta al quinto mes del año y desde hoy comenzará a llenar de color, música y alegría muchos rincones de la ciudad. Las decenas de miles de personas que las llenarán tendrán que lidiar con temperaturas que rozarán los 40 grados durante algunos días.
La fiesta arranca al mediodía de hoy y se prolongará hasta las cuatro de la tarde del lunes 1 de mayo. Las cruces podrán abrir desde las 12.00 hasta las 2.00 de la madrugada, es decir, catorce horas al día, pero entre las 17.00 y las 20.00 horas no podrán tener música alta para ayudar al descanso de los vecinos en las zonas en que se levanten. Desde las dos de la madrugada sólo se tolerará la actividad de recogida.
No todas las cruces que se podrán admirar en estos días en Córdoba participan en el concurso, pero sí la mayoría: el Ayuntamiento ha admitido a medio centenar en el certamen. De ellas, casi la mitad están en distintos puntos del Casco Histórico, sobre todo en plazas emblemáticas como las de San Agustín, la Compañía, las Cañas o el Triunfo de San Rafael.
Es parte de la esencia que la cruz brille en muchos de los rincones hermosos de Córdoba, desde Santa Marina hasta la Cuesta del Bailío. Otras quince estarán en zonas modernas, en los barrios de Cañero, Poniente, La Viñuela o el bulevar de Hernán Ruiz, entre otros.
Premios
Las doce restantes se podrán conocer en recintos cerrados, sobre todo en barrios históricos, como se puede encontrar en el gráfico de esta página. En cada una de las modalidades se podrán conceder hasta tres premios dotados con 2.000, 1.260 y 980 euros.
La de las Cruces de mayo es una fiesta con éxito, pero también con ciertos lunares contra los que el Ayuntamiento ha luchado en los últimos. La principal, el botellón que se establece en los alrededores con los problemas de convivencia, y con el que luchará mediante el vallado de algunas de las zonas más populares: la plaza de Santa Marina, la Cuesta del Bailío y la plaza de Capuchinos, que son algunos de los lugares en que se esperan más concentraciones.
En la Junta Local de Seguridad se
determinó además que toda la plantilla de la Policía Local de Córdoba esté disponible durante estos días para garantizar la seguridad, pero también 160 agentes de la Policía Nacional y efectivos de la Guardia Civil en las entradas y salidas de la ciudad.
No será tan importante como la presencia de las cruces ornadas de claveles rojos, blancos y de muchos colores, el contraste con el entorno y la decoración, muchas veces llena de guiños y símbolos, que las rodeará. Todos las mirarán y disfrutarán de la ciudad en una de sus mejores épocas, pero también bailarán, pasarán retos de
Protección El Ayuntamiento vallará las zonas más concurridas para evitar el botellón y los problemas de seguridad durante la fiesta
conversación y degustarán el mejor vino y las tapas caseras que se prepararán en las cocinas que las rodean, porque los últimos días de abril y primeros de mayo son jornadas para vivir en lascruces y con ellas. El calor condicionará y quizá anime a algunos a buscarlas más bien por la tarde y noche, pero no dará un golpe tan fuerte, porque siempre hay sombra que buscar junto a ellas.
Detrás de estos montajes hay un duro trabajo y una importante inversión para que la celebración sea todo un éxito. Los colectivos que se encargan de montar las cruces se vuelcan de lleno en cada detalle, un esfuerzo cuyo coste (humano y económico) es desconocido para muchos.
En el claustro de San Francisco la instalan hermanos del Huerto y la Caridad. El hermano mayor de la primera, Francisco José Figueroba, afirma que el trabajo arranca a primeros de año, cuando se empiezan a plantear diseños mediante una «lluvia de ideas».
«Llegado abril comienza el montaje en sí. Los voluntarios trabajamos de mañana y tarde, tanto en la instalación como durante la celebración, detrás de las barras y en la cocina. Somos alrededor de 15 hermanos por turno; sumando los días de la fiesta, participaermos unas 80 o 100 personas», explica.
El coste total, entre electricistas, fontaneros, certificados, portes, macetas, flores, permisos, tasas, decoración e imprenta, entre otros, «ronda los 6.000 euros», explica Figueroba.
La hermandad del Vía Crucis moviliza a medio centenar de cofrades. El montaje son 5.000 euros, más la compra de comida y bebida, con lo que la factura llega a 30.000.
Como cada año, la belleza de las instalaciones y de su entorno tendrá el envés de la necesidad de conservar la limpieza y el patrimonio. La mayoría de las asociaciones y hermandades que se encargan de las instalaciones cumplen con su cometido, pero el Ayuntamiento ha decidido luchar contra la suciedad mediante la instalación de aseos portátiles, que serán un quince por ciento más que en la última edición. Habrá también 60 contenedores de vidrio repartidas por todas las zonas a las que llegue la fiesta, y 70 de materia orgánica.