Moreno se abre a nuevas fórmulas para los regadíos cerca de Doñana
▶El presidente andaluz está dispuesto a «estudiar» vías como la permuta de tierras que planteó Alfonso Guerra ▶El Gobierno se enroca en no negociar, el PSOE pide que retire la propuesta y Vox plantea acampar en el Ministerio
El Gobierno andaluz está dispuesto a explorar nuevas fórmulas para dar una solución a los 1.500 agricultores que se encuentran en un limbo legal al norte de la corona forestal del Parque Nacional de Doñana. El presidente autonómico, Juanma Moreno (PP), se abre a estudiar cualquier «alternativa imaginativa», incluida la adquisición de tierras de cultivo en la comarca del Condado de Huelva para canjearlas por otras fincas agrícolas fuera de la zona que sí se puedan regar, con el objetivo de reducir así la presión que la agricultura ejerce sobre el acuífero de que nutre las marismas, los humedales y el bosque mediterráneo de la mayor reserva ecológica de Europa.
La Junta no ha dejado de tender puentes de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez desde meses antes de que el partido que la sustenta, el PP, y Vox registraran una proposición de ley en el Parlamento andaluz para facilitar estatus de regables a entre 750 y 800 hectáreas que se quedaron fuera de la regularización que el Ejecutivo andaluz de Susana Díaz (PSOE) aprobó por decreto en el año 2014.
Pero la Moncloa ha dinamitado todos los puentes de negociación, hasta que no retire una iniciativa que considera ilegal, mensaje en el que insistió ayer la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, durante una visita a la Feria de Abril en Sevilla.
La solución planteada tampoco convence a Bruselas, pese a los esfuerzos de la Junta para persuadir al comisario europeo de Medio Ambiente de que su iniciativa persigue acabar con el expolio del acuífero, agravado por la sequía, al sustituir las captaciones de aguas subterráneas por aguas superficiales procedentes de trasvases que penden de las obras que debe ejecutar el Gobierno. Entre otras razones, porque la Justicia europea condenó a España en 2019 porque no había realizado las infraestructuras hídricas necesarias para poner fin a las extracciones ilegales de agua en la comarca.
En este contexto ha salido el exvicepresidente del Gobierno y exvicesecretario general del PSOE Alfonso Guerra para llamar a la cordura y criticar que Doñana se esté utilizando «como un disparadero electoral», justo lo que el PP le afea a Sánchez. No sólo eso, sino que también ha puesto sobre la mesa la fórmula de permutar tierras para dar una salida a unas 650 explotaciones agrícolas que no se pueden cultivar cerca del espacio natural.
Moreno comparte el diagnóstico de esta figura de la Transición sobre el problema y se muestra abierto a estudiar ésta y otras alternativas, frente a la actitud intransigente que, a su juicio, mantiene el Gobierno central.
El presidente andaluz abogó por «retirar del debate político» el tema de Doñana y reconducirlo mediante «reuniones discretas» para buscar «una alternativa imaginativa». «Por ejemplo, el señor Guerra ha propuesto una de ellas. Estudiémosla. Yo estoy dispuesto a que se estudie cualquier propuesta que haga el Gobierno» para buscar una solución a «cientos de familias atrapadas en una situación de cierta alegalidad», contestó el presidente andaluz a la periodista Susana Griso, que lo entrevistó ayer en su programa de Antena3.
Espadas planteó la compra
La propuesta del exdiputado socialista no es nueva. En la exposición de motivos de la iniciativa parlamentaria que presentó el PSOE el pasado mes de marzo, como alternativa a la del PP y Vox, ya se proponía «estudiar la posibilidad de forma voluntaria de adquirir fincas o derechos de agua que incidan desfavorablemente sobre el acuífero». Lo recordó ayer el líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, quien pidió a Moreno que reconozca «el gran error que cometió» y retire el plan de regularización. «No se puede abrir el melón de ampliar las zonas regables cuando no se ha cumplido la sentencia del Tribunal de Jus
Alfonso Guerra critica que Doñana se haya convertido en «un disparadero electoral» y pide dialogar, al igual que Moreno
ticia de la UE», aseveró Espadas.
Vox, el otro grupo proponente, defiende que la iniciativa que tramita la Cámara autonómica es «buena para los agricultores del Condado de Huelva y no toca el acuífero», según señaló su portavoz, Manuel Gavira. «Lo vamos a decir todas las veces que sea necesario y si el Gobierno no nos recibe pues habrá que acampar en la puerta del Ministerio [para la Transición Ecológica] hasta que baje un funcionario y nos atienda», advirtió.
Cien millones
El Plan Hidrológico de la demarcación del Guadalquivir, que contempla las actuaciones para el periodo 2022-2027, también reserva un presupuesto de 100 millones de euros para la «adquisición de terrenos con derechos para la recuperación de las masas de agua en la zona de Doñana». Esta medida se plantea como una posibilidad a evaluar cuando otras soluciones no resulten suficientes y, en todo caso, bajo la premisa de la voluntariedad. La compra (que no expropiación) de fincas se circunscribe a aquellas que tienen una actividad agrícola «de manera legal», en los que la extracción de los pozos «incide desfavorablemente sobre el estado de las masas de agua y, en su caso, sobre los ecosistemas a ellas asociados», señala el plan que entró en vigor en enero. El PSOE señala que la Junta no realizó alegaciones sobre esta cuestión durante la exposición pública del mismo.
Hay precedentes de compras de fincas en las inmediaciones de Doñana. A finales del año 2015, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) adquirió 933 hectáreas situadas en el término municipal de Almonte, en Huelva, limítrofes con la carretera A-483 Almonte-Matalascañas. Se trata de tres fincas conocidas como «Cortijo Los Mimbrales». Su transformación en agricultura de regadío originó «una profunda alteración del sistema hidrográfico y una grave perturbación en la hidrología de la zona colindante del Parque Nacional de Doñana», recordaba la CHG.