Los nervios del primer día
Los tenistas admiten que la presión, el rodaje, la experiencia y las expectativas añaden dificultad al partido del estreno
Respiraba Albert Ramos. Por fin, le debía de pasar por la cabeza. Ganaba en un duro encuentro a Ilia Ivashka (4-6, 7-6 (3) y 6-2) de dos horas y 58 minutos la primera ronda del cuadro final del Mutua Madrid Open. Un primer paso que ha supuesto para el español un triunfo estupendo porque habían sido seis primeras rondas consecutivas sin superar, nueve en todo el curso. Una victoria con sabor a alivio.
La gira americana, explicaba, lo dejó marcado. Seis derrotas en el estreno: Thiago Monteiro en Santiago de Chile, Alex Molcan en Indian Wells, Marc-Andrea Huesler en Miami, Jurij Rodionov en Estoril, Jan-Lennard Struff en Montecarlo y Emilio Gómez en Barcelona. De ahí la alegría del primer día: «Está siendo un año bastante irregular, así que estoy contento con esta victoria. Siempre es difícil ganar aquí en Madrid».
Caroline Garcia, 4 del mundo, señala que todas las rondas son difíciles porque se pueden quitar los nervios del estreno, pero luego llegan los de querer hacerlo mejor y, finalmente, las que ya acercan al objetivo del último día. Sin embargo, coinciden tenistas de ambos circuitos en que el debut conlleva un extra de tensión. Entre las causas, las adaptaciones de un torneo a otro, especialmente acusadas en Madrid por la altura a la que se juega en comparación con Barcelona o Roma. «Aquí la pelota va mucho más rápida y, aunque es más pesada que en otros torneos, yo noto que vuelan como balas», explicaba Iga Swiatek, número 1 del mundo, en boca de casi todos.
La polaca también apuntaba otra característica: el rodaje y el pasado. «No tengo mucha experiencia porque es mi segundo año aquí. Todavía no lo he descifrado al cien por cien, así que el objetivo es controlar la altitud e ir paso a paso», dice. «Es siempre es el más difícil. Estás con las expectativas de querer hacerlo bien. Una vez se consigue ese partido, el siguiente lo afrontas de otra manera, con la confianza de tener la primera victoria. Sí, desde luego, es el partido con más estrés», añade Anabel Medina, extenista.
Jessica Pegula, finalista en estas pistas en 2022 (perdió contra Ons Jabeur), también señala como factor definitivo la experiencia: «Siempre siento que estoy más nerviosa en las primeras rondas, especialmente cuando aún no he jugado un partido (del cuadro de previa). Intentas acostumbrarte a las condiciones, pero también influye si te toca una rival que ya ha jugado un par de partidos. Estoy más cómoda una vez llevo más rodaje y me he metido en el torneo. Así que sí, es complicado». Desde el otro lado lo confirma Nuria Párrizas, en segunda ronda tras ganar con rotundidad a Anna Blinkova por 6-3 y 6-0: «Me ha dado confianza haber jugado los partidos de la previa. Para ella era más difícil al ser el primero».
A veces no es solo llevar más o menos días en ese torneo, sino el peso de haber hecho un buen papel en esas mismas pistas el año anterior. Ejemplos de campeones que se despiden al año siguiente el primer día hay en todos los torneos. Ahí se quedó atrapado Alejandro Davidovich. Como finalista en Montecarlo 2022, se obligó a hacer otro torneo semejante. No salió. Ataque de pánico. Derrota en primera ronda. También en el Mutua Madrid Open hay casos. Aryna Sabalenka perdió en primera ronda por falta de experiencia en 2019 y, sin presión, pero ya con experiencia, encadenó los cinco encuentros hasta llevarse el trofeo en 2021 (en 2020 no se disputó por el coronavirus). Volvió la presión en 2022 y el debut fue también el adiós. Hoy, la bielorrusa, como también Paula Badosa (contra Cocciaretto), vuelve a enfrentarse al primer día del cole, con todo por estrenar: ilusión, expectativas, ganas y también nervios.