ABC (Córdoba)

ISABEL II, HACE 70 AÑOS: UNA CORONACIÓN EL DOBLE DE CARA QUE LA DE CARLOS III

El 2 de junio de 1953, 8.000 invitados llenaron la Abadía de Westminste­r en una ceremonia milenaria: el coronamien­to de la entonces Reina de Inglaterra. Este sábado, el ritual se repite con su primogénit­o. Dos coronacion­es ancladas en la tradición pero di

- Por IVANNIA SALAZAR

El día de Navidad de 1066, Guillermo el Conquistad­or se convirtió en el primer monarca coronado en la Abadía de Westminste­r. Desde entonces, este edificio histórico ha sido escenario de todas las coronacion­es, que antes de su construcci­ón se llevaban a cabo en localidade­s como Bath, Oxford y Canterbury.

El próximo sábado, 6 de mayo, el Rey Carlos III, que accedió al trono el 8 de septiembre de 2022 tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II, la monarca británica con el reinado más largo (70 años y 214 días), será el cuadragési­mo soberano en ser coronado en la Abadía de Westminste­r. Por primera vez desde 1937, la coronación del Rey Carlos III incluirá a una Reina Consorte, ya que la Reina Isabel, esposa del Rey Jorge VI y madre de Isabel II, fue la última Reina Consorte en ser coronada.

8.000 invitados en 1953

El evento es único. La coronación de Isabel II, en 1953, fue la primera que se televisó, gracias a la idea que tuvo su marido, el Príncipe Felipe de Edimburgo. Una audiencia de 27 millones de personas en el Reino Unido vieron la ceremonia a través de la pequeña pantalla y 11 millones la escucharon por radio. Dentro de la Abadía, se amontonaro­n 8.000 invitados provenient­es de 129 naciones en un espacio en el que se supone que caben sólo 2.000 personas, para lo cual estuvo cerrada durante cinco meses mientras se colocaban asientos adicionale­s.

Este año, la Abadía cerró sus puertas el pasado 25 de abril, menos de dos semanas antes. Setenta años después de aquel lluvioso 2 de junio de 1953, Carlos III y su esposa, Camila, desfilarán ante el aforo máximo de 2.000 invitados, marcando así una importante diferencia con el evento en que su madre tomó posición oficial del Trono de Inglaterra. Pero la cantidad de invitados no es lo único en lo que se diferencia­n ambas coronacion­es, que, sin embargo, comparten su anclaje en tradicione­s que datan de al menos un milenio.

Pompa y circunstan­cia

Ya desde el Palacio de Buckingham habían anunciado que la ceremonia reflejará el papel del monarca en la actualidad y mirará hacia el futuro, aunque sin dejar de estar arraigada en las tradicione­s y la pompa de larga data. «La coronación es un servicio religioso solemne» y, a la vez,

«una ocasión de celebració­n y pompa», informaron desde Palacio en un comunicado en el que explicaron que

«la ceremonia

250 millones de libras ES EL COSTE DE LA CORONACIÓN DE CARLOS, AUNQUE 150 MILLONES SON PARA SEGURIDAD

ha conservado una estructura similar durante más de mil años, y se espera que la coronación de este año incluya los mismos elementos centrales al tiempo que reconoce el espíritu de nuestro tiempo».

Tiempos modernos

Pero, ¿cuál es ese espíritu? Y es que si mientras algunos detalles se mantienen, como que, según Buckingham, «durante los últimos 900 años la ceremonia ha tenido lugar en la Abadía de Westminste­r, Londres» y «desde 1066 el servicio casi siempre ha estado a cargo del arzobispo de Canterbury», esta vez se ha planificad­o que el servicio sea representa­tivo de diferentes religiones y grupos comunitari­os, de acuerdo con el deseo del Rey Carlos III de reflejar «la diversidad étnica de la Gran Bretaña moderna».

Mención aparte merece el tema de costes. A diferencia de las bodas reales, la coronación es una ocasión de Estado, lo que significa que es el Gobierno el que paga. La ceremonia de la Reina Isabel II costó un total de 1,57 millones de libras esterlinas, el equivalent­e a 46 millones de libras esterlinas en la actualidad. Ahora, el soberano pretende que la ceremonia refleje los tiempos modernos y el clima económico, y los analistas consultado­s por la prensa local aseguran que, al final, los ciudadanos pagarán unos 250 millones de libras (unos 285 millones de euros), aunque 150 millones de ellos suponen el gasto del descomunal operativo de seguridad que se pondrá en marcha.

Jorge VI gastó más

Según ‘The Times’, una buena medida es ver cómo se compara la coronación con el tamaño de la economía en ese momento. El PIB del Reino Unido es de unos 2.500 millones de libras al año, por lo que si el costo, quitando la seguridad, es de 135 millones de libras esterlinas, esta será de alrededor del 0,004% del PIB, lo que la convierte en la más barata de los últimos dos siglos, ya que la de su madre era más del doble, el 0,009% y la de Jorge VI, el 0,05%.

Otra cuestión en la que ambas

CARLOS Y CAMILA

El Rey y la Reina Consorte, en el posado oficial previo a la coronación, el 6 de mayo celebracio­nes difieren es en que el Rey Carlos III ha estado profundame­nte involucrad­o en el proceso de planificac­ión de su ceremonia de coronación el 6 de mayo, según una fuente real, mientras que su madre no se implicó de esta manera. Quien sí lo hizo fue el Príncipe Felipe, según George Gross, investigad­or de Teología en el King’s College de Londres, quien, además, explicó a ‘Express.co.uk’ que el Rey Carlos ha participad­o directamen­te en decisiones como «la elección del aceite de la unción y la música». «Ha sido el Príncipe de Gales durante tantos años» que «sabe cómo desempeñar los roles que le han sido asignados. No es nuevo en ser un dignatario de Estado, está acostumbra­do a eso».

Parte de esta participac­ión se debe también a que mientras la Reina tenía 25 años cuando ascendió al Trono, Carlos III lo hará con 74 años, lo que se traduce en que ha tenido tiempo de sobra para prepararse, incluso con otros grandes eventos reales como la boda de su hijo Guillermo, Heredero al Trono, y su esposa Catalina. «Así que está acostumbra­do a planificar», detalló Gross, «y creo que comentó que disfrutó bastante selecciona­ndo la música». Aunque «obviamente» hay grandes nombres tomando decisiones, «definitiva­mente el Rey está muy involucrad­o en esto».

La mano de Camila

También se cree que la mano de Camila, la Reina Consorte que a partir del sábado será llamada sólo Reina, ha tenido parte en las decisiones, consideran­do que ella también será coronada, a diferencia de lo ocurrido en 1953, cuando sólo lo fue Isabel II. Mientras, su marido, Felipe, mantuvo sus títulos de Príncipe y Duque de Edimburgo.

Y es que en el transcurso de la historia británica, el esposo de una reina nunca ha tenido el título de rey. Los hombres que están casados con reinas británicas no se convierten en reyes, solo pueden ostentar el título de príncipe consorte, no el de rey consorte, aunque Felipe lo rechazó.

Y si la monarquía intenta modernizar­se en este siglo XXI, siguiendo el camino marcado por otras coronacion­es que quieren seguir con la tradición y al mismo tiempo ser un espejo de los nuevos tiempos, los cambios en algunos símbolos también son importante­s. Así, aunque se utilizarán joyas antiguas, el monarca no usará una vestimenta tan tradiciona­l como las túnicas ceremonial­es hechas de terciopelo carmesí y armiño que usó Isabel II, en su caso sobre un vestido bordado con perlas y cristales. Todo apunta a que el nuevo rey vestirá uniforme militar en una ceremonia que además será más corta que la anterior. El servicio de coronación de la Reina Isabel duró casi 3 horas en total, mientras que la del Rey Carlos durará dos.

Quizá, menos importante pero también significat­ivo de los tiempos que corren, es un detalle curioso: el Royal Emoji, que fue creado específica­mente para la coronación y que representa la corona de San Eduardo de oro macizo enjoyada del siglo XVII con un tejido de terciopelo púrpura.

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