La Casa Blanca alerta de que EE.UU. puede dejar de pagar la deuda en un mes
Hasta ahora, Washington no había entrado nunca en impago de deuda
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, notificó el lunes al Capitolio que Estados Unidos podría incurrir en el impago de su deuda a partir del próximo 1 de junio si los republicanos no aceptan suspender o elevar el techo de endeudamiento antes, y evitar de ese modo una crisis financiera que afectaría a todo el mundo. EE.UU. nunca ha entrado hasta ahora en impago de deuda.
La advertencia se dio en una carta en la que Yellen, que ejerce las labores propias de una ministra de Economía bajo Joe Biden, instó a los líderes del Capitolio a «proteger la plena fe y el crédito de EE.UU. actuando lo antes posible» para hacer frente al límite de 31,4 billones de dólares (28,5 billones de euros al cambio actual) de endeudamiento.
En realidad, el Tesoro norteamericano alcanzó ese techo en enero de 2023 y ha estado tomando lo que define como medidas extraordinarias para seguir pagando las facturas, sobre todo en un momento de aumento del gasto militar por la ayuda a Ucrania frente a la invasión rusa.
Según un reciente informe del Instituto Brookings, los ingresos fiscales no son suficientes para cubrir todo el gasto federal, por lo que el gobierno federal se endeuda una media de más de 7.000 millones de dólares por día laborable. Elevar el techo de la deuda no aumenta el gasto federal más allá de lo que ya ha aprobado el Congreso; simplemente permite al gobierno pagar las adquisiciones y obligaciones con las que ya ha se ha comprometido.
Sin fecha exacta
Yellen añade en su carta que es imposible predecir con certeza la fecha exacta en que EE.UU. se quedará sin liquidez, por lo que urge actuar pronto. Sin embargo, los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, una de las dos del Capitolio, se niegan a ceder y mantienen que no moverán ese límite. El año que viene hay elecciones en EE.UU. y se renueva toda la Cámara, la presidencia y un tercio del Senado.
El techo de deuda es un límite legal en la cantidad de deuda que el Gobierno federal de EE.UU. puede emitir para financiarse. Se aplicó por medio de una
ley en 1974, y se ha ajustado periódicamente desde entonces. Cuando el techo de deuda se alcanza, como en este caso, el Capitolio debe aumentarlo o el gobierno no podrá pedir prestado más dinero para financiar sus gastos.
El actual PIB de EE.UU., según cifras del propio Gobierno federal, es de 26,4 billones de dólares anuales. Desde que se aprobó la Ley de Control Presupuestario, el techo de deuda se ha modificado 78 veces, 49 veces bajo presidentes republicanos y 29 veces bajo presidentes demócratas, según el Tesoro.
Tal y como afirma Yellen en su carta, «hemos aprendido de impasses anteriores sobre el límite de deuda que esperar hasta el último minuto para suspender o aumentar el límite puede causar graves daños a la confianza de las empresas y los consumidores, elevar los costes de los préstamos a corto plazo para los contribuyentes e impactar negativamente en la calificación crediticia de EE.UU.»
El Presidente Joe Biden quiere que el límite se eleve sin negociación o concesiones. La mayoría republicana de la Cámara de Representantes ha aprobado recientemente un proyecto de ley para garantizar recortes del gasto a cambio de un aumento del límite de la deuda. Biden invitó el lunes a los principales líderes del Congreso a la Casa Blanca el 9 de mayo para tratar el problema.