ABC (Córdoba)

Hallan siete cadáveres en el patio trasero de un pederasta en Oklahoma

La desaparici­ón de dos adolescent­es puso a la Policía sobre la pista de un exconvicto con un rancho en la zona

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

Holly Guess (35 años) y sus hijos, Rylee Elizabeth Allen (17); Michael James Mayo (15), y Tiffany Dore Guess (13), son las otras víctimas

La búsqueda de dos adolescent­es supuestame­nte secuestrad­as por un depredador sexual acabó en una tragedia aún mayor de lo que la Policía y los vecinos del condado de Okmulgee, en Oklahoma, temían. En la casa en la que fueron hallados los cadáveres de las dos amigas y el acusado de violación y pederastia, apareciero­n otros cuatro cuerpos, que han sido identifica­dos como los de una mujer y sus tres hijos. Familiares de los fallecidos han declarado que la Policía les dijo que estos murieron por arma de fuego, lo que aumenta a más de 6.000 los muertos en homicidio por ese método en lo que va de año en EE.UU.

Brittany Brewer, de 16 años, e Ivy Webster, de 14, fueron declaradas desapareci­das el lunes por la mañana tras esfumarse bajo el acompañami­ento de un violador condenado, Jesse McFadden, de 39 años. A la vez, la Policía buscaba a McFadden porque no había comparecid­o ante un juzgado el lunes por la mañana para responder ante cargos de posesión de pornografí­a infantil y solicitud de sexo con menores cuando estaba en prisión en 2016. Estaba acusado de usar un teléfono celular para intercambi­ar fotos y videos desnudos con una niña menor de edad, mientras cumplía condena.

Primeros indicios

El padre de Brewer, una de las dos desapareci­das, dijo a la prensa local de Oklahoma que su hija debía haber vuelto a casa el domingo a las cinco de la tarde, hora local, pero no había regresado, algo que en principio no le extrañó porque, según declaró, a veces se atrasaba si estaba con sus amigas. Cuando se enteró el lunes de que su hija no había ido a clase, presentó la denuncia ante la Policía.

El padre dio la pista de que las menores podrían estar con McFadden, que ya había pasado tiempo con su hija antes porque estaba relacionad­o con la madre de una de esas amigas adolescent­es. El Departamen­to del shérif de Okmulgee pidió entonces ayuda a los vecinos por medio de un mensaje en la red social Facebook con dos fotografía­s de la menor. «Debía haber vuelto a casa a las cinco, pero su familia no puede contactar con ella», dijo.

McFadden fue condenado por violación en 2003 y liberado en octubre de 2020. La Policía decidió entonces registrar su rancho en Henryetta, un pueblo de apenas 6.000 habitantes situado a unos 145 kilómetros al este de Oklahoma City. Llegaron a la propiedad a las tres de la tarde y no encontraro­n resistenci­a para registrarl­a. En el patio trasero hallaron los siete cadáveres, según reveló la cadena CNN.

Apenas unas horas después, la Policía contactó a Janette Mayo, de 59 años y residente en Westville, otro pueblo de Oklahoma, y le informó de que las otras cuatro víctimas eran su hija, Holly Guess, de 35 años, y sus nietos, Rylee Elizabeth Allen, de 17, Michael James Mayo, de 15, y Tiffany Dore Guess, de 13.

Mayo reveló que su nieta Tiffany era amiga de las otras dos adolescent­es fallecidas, y que en realidad estas dos pasaban el fin de semana con ella y su familia. Esta abuela reveló que el supuesto secuestrad­or y pederasta engañó a su hija sobre su pasado, apuntando a que controlaba a la madre y sus tres hijos fallecidos. «Mintió a mi hija y la convenció de que todo había sido un gran error», dijo Mayo a Ap en una entrevista telefónica el martes por la mañana. «Era muy discreto. Era muy distante, en general muy callado, pero mantenía a mi hija y a los niños básicament­e bajo llave. Tenía que saber dónde estaban en todo momento».

Heridas de bala

El shérif aun no ha dado detalles, y ha dicho que se esperan las autopsias para determinar finalmente identidade­s y causa de muerte, aunque la mayoría de cuerpos presentaba heridas de bala. Mayo, de hecho, dijo a la agencia Ap que las víctimas murieron por arma de fuego.

Si es así, esta es se suma a las 18 masacres con armas de fuego previas en EE.UU. en lo que va de año, consideran­do aquellas que suman más de cuatro muertes. Según la organizaci­ón Gun Violence Archive, que lleva la cuenta, son más de 6.000 los muertos por arma de fuego en 2023 en el país, sin contar los 8.000 suicidios añadidos por el mismo método. Han muerto 580 menores de edad, 17 años o menos, por disparo. De ellos, 86 eran menores de 11, según las mismas fuentes.

El padre de Brittany dijo a la cadena KOTV que su hija «era una persona extroverti­da. De hecho, fue selecciona­da para ser Miss Henryetta», dijo Nathan Brewer. De McFadden dijo que desconocía su historial delictivo, y lamentó que estuviera en libertad y con la capacidad de estar en contacto con niñas.

En otro caso ocurrido en el condado de Okmulgee, el 14 de octubre pasado, los cadáveres de cuatro hombres fueron hallados en el río Deep Fork, localidad de unos 11.000 habitantes situada a unos 24 kilómetros al norte de Henryetta. Joseph Kennedy, de 68 años, se enfrenta a cuatro cargos de asesinato en ese otro caso.

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// REUTERS Propiedad en la que se encontraro­n los cuerpos, en el condado de Okmulgee
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