Un cardiólogo de Berlín asesina a cuatro pacientes de la UCI
La Charité de Berlín es probablemente el hospital público más prestigioso de Europa. Fundado en 1710 para luchar contra la peste, más de la mitad de los premiso Nobel alemanes en Medicina y Fisiología han trabajado en esta clínica, puntera en casi cualquier tratamiento y a la que acuden regularmente desde miembros de la Familia Real saudí hasta opositores rusos prácticamente desahuciados, como Alexei Navalni. El hecho de que se hayan estado cometiendo asesinatos en su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) amenaza sin embargo esa tradición de prestigio. El cardiólogo responsable de al menos cuatro muertes ha sido detenido y está siendo interrogado por un tribunal de Tiergarten, que deberá esclarecer si cometió lo asesinatos por encargo o a iniciativa propia.
El asesino no habría sido descubierto de no ser por un chivatazo anónimo sobre «un procedimiento médico ilegal con resultado de muerte». El cardiólogo, de 55 años, había suministrado a sabiendas a dos pacientes dosis excesivas de un fármaco en el Campus Virchow, dos casos en los que los pacientes fallecieron, en 2021 y 2022. Según el fiscal, el médico dejó de trabajar en la Charité en agosto de 2022. El Ministerio Público había iniciado ya entonces las investigaciones, pero para confirmar las sospechas fue necesaria la elaboración de un informe médico y solo cuando ha tenido los resultados ha podido emitir la orden de arresto. Antes no se podía descartar que la alta dosis del sedante hubiera sido médicamente justificable.
Los hallazgos revelan hasta ahora que el mismo cardiólogo estuvo implicado en cuatro muertes por exceso de medicación, pero la Fiscalía se propone seguir examinando casos en busca de más víctimas e informa que, según el estado actual de las investigaciones, no hay pruebas de que los pacientes hubiesen pedido la eutanasia. El hospital asegura que coopera con la Fiscalía.
Tras la primera declaración del acusado, los investigadores descartan en gran medida la posibilidad de que matase por algún tipo de compasión y asumen motivos bastante más viles, que podrían incluir el odio o el lucro. La creciente influencia de los clanes delictivos en la capital alemana siembra incluso la sospecha de que se estén llevando a cabo asesinatos por encargo.