Campo de Aras teme quedarse sin agua por no conectar con Zambra
El presidente de la asociación de vecinos Crisaras, Manuel Hurtado, consideró «absurdos y demagógicos» los motivos esgrimidos por la empresa municipal Aguas de Lucena para negarles su petición de conexión a la canalización de agua de Zambra que pasa por el entorno de la zona residencial de Campo de Aras y Cristo Marroquí.
Hurtado señaló que ante la situación de sequía y la previsión de que el pozo del que se suministra a las 500 viviendas y negocios existentes en la zona pueda agotarse durante el próximo verano, la asociación solicitó a Aguas de Lucena recuperar, al menos de forma temporal, la conexión con la que ya contaron hace unos años. El Consejo de Administración de la empresa municipal se negó por unanimidad de todos los grupos.
Según su responsable, Mamen Beato, son dos las circunstancias que impiden acceder a la petición de Crisaras. De una parte, el hecho incuestionable de que la asociación no está constituida como «entidad suministradora», única figura que faculta para llevar a cabo la distribución de acuerdo con la Ley de Aguas vigente. También influye la falta de garantías o certificaciones sobre la calidad del agua que distribuye la asociación a sus vecinos o sobre la cantidad necesaria, apuntó Beato.
Por su parte, la asociación de vecinos afirmó que «Aguas de Lucena niega ahora lo que estuvo permitiendo hasta hace unos 5 años», aunque este es un extremo que la propia responsable de Aguas de Lucena, Mamen Beato, negó.
Manuel Hurtado señaló que si se agota la captación actual —de la que siguen obteniendo agua gracias a la decisión del TSJA de paralizar el decreto de suspensión del servicio realizado por la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir, que considera dicha captación como ilegal— la decisión de Aguas de Lucena abocará a las 500 familias a estar sin agua hasta que se recupere el pozo.
Se trata de un contratiempo para una urbanización que había tenido carácter de irregular, pero que había logrado avances en los últimos meses. Así, a finales de marzo el Ayuntamiento de Lucena licitó la redacción de un plan especial para regularizar una zona que cuenta con más de 500 viviendas. Este trabajo tendrá una dotación de 69.500 euros .
En este documento se tenía que ordenar la forma en que llegaría el agua, después de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ordenara el cese del abastecimiento desde el acuífero del Campo de Aras.