El PSOE se empestilla en hacer campaña con su mayor fracaso
ERRE que erre. El aspirante socialista a ser alcalde de Córdoba, Antonio Hurtado, empezó ayer la campaña electoral para el 20M pisando fuerte aunque sea en terreno pantanoso: se fue a la sede de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), en la Huerta de la Reina, a reunirse con el presidente de la patronal, Antonio Díaz, y ponerle al hombre encima de la mesa lo que todo el mundo considera un proyecto fracasado y maldito y al que él sí le ve futuro.
Sí, el Palacio del Sur. Cuando al veterano político —ex delegado de la Junta, ex portavoz socialista en el Ayuntamiento y diputado en Cortes en los últimos años— fue nombrado cabeza de lista del partido de Pedro Sánchez en la capital soltó, así de entrada, que quería recuperar la idea de un edificio congresual y con usos de auditorio en Miraflores. La propuesta le granjeó entonces, cuando en diciembre del año pasado se impuso en las primarias a Carmen Victoria Campos, no pocas bromas. Pero él se toma en serio la cosa. «Yo sé gestionarlo: tiene posibilidades», defendió ayer delante del presidente de CECO. «Habrá que ver qué viabilidad tiene», contestó Antonio Díaz.
«Voy a hacer un equipamiento en
Miraflores, que sea para los congresos y que sirva como auditorio. El fracaso del proyecto anterior [el Palacio del Sur] no fue de quien lo impulsó, sino de quien lo metió en un cajón», dijo ayer Hurtado en referencia al ex alcalde José Antonio Nieto, «que prefirió hacerle un favor a Cajasur con la reforma del pabellón del Parque Joyero». «Además, Bellido propuso hace cuatro años, en campaña de las municipales, un equipamiento cultural en Miraflores también, y ése lo veía factible no entiendo por qué éste no lo puede ser también», remató el número uno de la plancha del PSOE.
Hurtado hizo valer su condición de vecino de la zona de La Ribera y de deportista urbano a la hora de reclamar la recuperación del Palacio del Sur, o de algo que se le parezca o que se inspire en él. «Cada día corro por allí y me dan ganas de llorar cuando paso: no hay nada más que coches aparcados», reflexionó en relación al solar que estaba pensado para acoger el centro de congresos.
La estrategia del aspirante socialista es echarle la culpa del naufragio del proyecto al PP... y olvidar que fue su partido quien lo promovió y se mostró incapaz de ponerlo en marcha. La fiesta, o la broma, le costó a los cordobeses diez millones de euros y un cambio en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Todo empezó con un presidente de la Gerencia de Urbanismo del PSOE, José Mellado, cuando despuntaba el siglo XXI. Durante el fin de semana del 9 y 10 de junio de 2001 la ciudad reunió a la elite de la arquitectura mundial para exponer sus propuestas para el concurso de ideas sobre el edificio llamado —así insistía
Juan Bravo alabó la política de rebajas y contención fiscales del Ayuntamiento de Córdoba durante el último mandato
entonces el aparato de comunicación municipal— a recoger el testigo de la Mezquita como icono de la ciudad. Además de Rem Koolhaas, el holandés que resultó el ganador, concurrieron al concurso nombres de referencia en la disciplina, entre los que destacaban el navarro Rafael Moneo, la anglo-iraquí Zaha Hadid, el japonés Toyo Ito y los sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, y ello en pleno auge nacional del diseño de edificios llamados a ser el emblema de ciudades que habían perdido el relieve que creían merecer no sólo en España, sino en el resto del mundo. Mellado pecó de megalómano o de iluso —habló en 2001 de «coste cero»— al creer que Córdoba sería capaz de generar la energía financiera suficiente para poner en pie algo tan ambicioso como el Palacio del Sur. Parecía improbable que un Ayuntamiento regido en exclusiva por Izquierda Unida —los socialistas gobernaban entonces en coalición con Rosa Aguilar— le fuera a dar prioridad a un diseño de primera línea con la misma fuerza que Mellado, que se estrelló en las municipales de 2003 y se marchó a casa dejando a Hurtado —sí, al hoy candidato a la Alcaldía— de portavoz municipal.
Liberada del pacto con el PSOE tras las elecciones de 2003, a Rosa Aguilar, y sobre todo a su lugarteniente Andrés Ocaña, no les quedó otra que redimensionar el proyecto, que se volvió del todo un lastre cuando Ferrovial, la adjudicataria de la obra desde 2004 por un procedimiento negociado tras declararse desierto el concurso público de 2002, anunció que no disponía de fondos suficientes para emprenderlo. Tras el revés de la empresa, ésta le pasó al Ayuntamiento una factura de 3,7 millones por la elaboración del proyecto. En efecto, fue Nieto como alcalde del PP y a partir de 2011 quien acabaría liquidando el sueño loco del Palacio del Sur, y presentando como alternativas la remodelación del entonces llamado Pabellón Miguel Castillejo del Parque Joyero para convertirlo en el actual Centro de Convenciones, Ferias y Exposiciones, que se complementaría con el Palacio de Congresos de la calle Torrijos.
El PP, con el agro
Por su parte, el candidato del PP, José María Bellido, arrancó ayer la campaña electoral mostrando la riqueza de la ganadería y la agricultura en el término municipal de Córdoba junto al propietario de la ganadería Las Albaidas, Felipe Molina en el parque de El Patriarca. Con esto, Bellido quiso mostrar «otra realidad de las que tiene Córdoba, que es una ciudad tan plural como maravillosa porque te puedes encontrar a solo cinco minutos andando del barrio de San Rafael de la Albaida en Córdoba, pues esta maravilla de un rebaño con 1.500 cabezas de oveja merina que están pasando y a la vez cuidando nuestro entorno».
La jornada electoral del PP en la capital se completó con un encuentro de Bellido con el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, al que asistió una nutrida presentación del sector empresarial cordobés. Durante el acto, el alcalde durante los últimos cuatro años enfatizó que «solo hay dos opciones de ahora en adelante: seguir con este rumbo de una ciudad que ha dejado de ser un infierno fiscal». Bravo alabó la política fiscal del Consistorio en este mandato, y cargó contra la gestión de los Next Generation: «El Ayuntamiento de Córdoba ha demostrado que se pueden bajar los impuestos y mantener el equilibrio presupuestario, como nosotros hicimos en la Junta de Andalucía».