«No voy a cambiar mi estilo para encontrar un sitio en ese lugar al que ha derivado la música»
La artista norteamericana visita este verano España en el marco de una gira europea
Pocos intérpretes cuentan con una voz que sea reconocible en segundos. No tanto ya en sus canciones, sino especialmente cuando descuelgan un teléfono y, apenas un saludo anglosajón después, ya han generado la imagen completa. El de Anastacia es uno de esos casos, reforzado además con un potente instrumento vocal que integra los matices del soul, la fuerza desgarrada del rock y la versatilidad del pop. De hecho, su voz y presencia escénica siguen resultando poderosas más de dos décadas después del inicio de su carrera y tras varios problemas de salud, entre ellos un doble cáncer de mama. Con nueva música bajo el brazo y a un par de semanas de arrancar una gira europea de grandes éxitos que la traerá a cinco ciudades españolas: Marbella, Sevilla –en el Icónica Sevilla Fest–, Barcelona, Madrid y Menorca, charlamos con la norteamericana.
—Acaba de lanzar ‘Best Days’, un nuevo sencillo con una curiosa historia…
—Hace varios años a Christian Geller, el productor de este proyecto, se le ocurrió la posibilidad de hacer un disco de canciones de éxito en Alemania pero llevadas al inglés. Y siempre tuvo claro que la voz para interpretarlas debía ser la mía. Fue algo complicado de procesar, pues no sabíamos cómo podría funcionar eso, aunque lo estudiamos. De repente todo quedó paralizado por la pandemia. Y siguieron pasando los años hasta que Christian se puso en contacto con Campino –el líder de la banda Die Toten Hosen, autores del tema original que versiona en ‘Best Days’– y le planteó la posibilidad de que yo reinterpretara su canción ‘Tage wie diese’. Le entusiasmó tanto que él mismo tradujo la letra incluso grabó la demo. Se implicó tanto que sonaba como si fuera de Liverpool.
—¿Fue entonces cuando aceptó formar parte del proyecto?
—Me sentí muy halagada de que él quisiera guiarme. No he llegado a conocer a Campino en persona todavía, pero ojalá en algún momento podamos coincidir y cantar el tema a dúo. Estoy muy feliz de que la canción forme ya parte de mi repertorio, de que sea mi ‘single’, porque además hemos logrado un sonido muy mío. Eso me dio bastante empuje, así que acepté embarcarme en esta arriesgada pero increíble idea.
—Nos encontramos entonces ante un disco de versiones casi desde cero. ¿Cómo se manejó con el alemán?
—Yo ni siquiera lo calificaría de disco de versiones, pues nunca antes había oído estos temas, y además no hablo alemán. Necesité ayuda con la traducción inicial, para lo que trabajé con un profesor de literatura germana. Nunca se me habría ocurrido tirar del traductor de Google, ¡eso habría sido una pesadilla! Así, una vez comprendido el mensaje original, ya pude plasmar mi historia en esas melodías, ya me sentí conectada como para dar con los versos adecuados. No es que piense que merezco un premio por ello, pero me siento genial con el resultado, porque además lo he hecho por la pura satisfacción que me brinda la música y por el reto que suponía.
—Le esperan diez países, entre ellos España. De hecho el nuestro es el que
más protagonismo tiene en la gira ‘I’m outta lockdown’...
—Estoy muy ilusionada porque la pandemia me obligó a cambiar bastantes fechas de mi agenda. Poder volver ahora y celebrarlo con mis fans, cantarles mi nueva canción… Eso es algo que hace muy feliz a un artista. Incluso cuando estás con el ánimo bajo, la respuesta del público es siempre tan positiva que te hace sentir muy bien.
—A los diecisiete nuevos conciertos en el viejo continente hay que añadir el videoclip de ‘Best Days’, rodado en Lisboa. ¿Le sienta bien Europa?
—Es el amor de mi vida. Creo que hacemos una ‘fantástica pareja’ porque en todo momento ha sido muy cercana a mi música, siempre he tenido mucho trabajo en este territorio. Lo digo así porque no quiero dejar fuera al Reino Unido, aunque ya no forme parte de la UE. Europa me resulta muy interesante porque además me ha abierto los ojos a la cantidad de cultura diversa que hay en el mundo. Hay lugares donde se piensa que España es Latinoamérica. Vosotros tenéis un dialecto diferente, otra manera de expresaos. Por eso cuando alguien dice que el español es como el mexicano, yo salto: «¡De ninguna manera!».
—¿Qué opina de la industria musical actual?
—Es muy diferente a cuando empecé. El reguetón lo copa todo, y luego está la infinidad de DJ que hay. Que está muy bien, porque a los más jóvenes les encanta, y además genera millones de visualizaciones y de escuchas. Pero yo desde luego no voy a cambiar mi estilo para encontrar un sitio en ese lugar al que ha derivado la música.
—Parece que además la época de las voces poderosas ha quedado atrás. ¿Es posible que el gusto actual tire más por lo vocalmente ‘asequible’?
—Todo es mucho más suave, pero también creo que esas grandes voces están regresando poco a poco. Ed Sheeran, Anne Marie, Bebe Rexha… Hay mucha gente en el mercado que tiene muy buena voz, y que quizá la oculta un poco para que suene más bailable, puesto que son jóvenes y les parece bien. Pero tienen talento. El problema, creo, es la saturación y que todo el mundo suena como todo el mundo. Pensarán que si recuerdan a lo que ya está triunfando, sus canciones serán un éxito también. Lo digo por experiencia. Al principio pensaba que mi voz, más que un don, era una maldición. Yo quería sonar como Mariah Carey, Celine Dion, Madonna, Janet... Sin embargo, con el tiempo reparé en que tener una voz tan reconocible era lo que me convertía en una artista interesante. Actualmente les pasa a Nicki Minaj, Cardi B, Taylor Swift, Miley Cirus, Kelly Clarkson… Sabes perfectamente quiénes son por su color de voz.
—No quisiera concluir esta entrevista sin preguntarle por su salud. ¿Todo en orden?
Una ventana al mundo «Europa me resulta muy interesante porque me ha abierto los ojos a la diversidad cultural»
—Bueno, lo mío es una montaña rusa. Pero bueno, vocalmente estoy fenomenal y físicamente voy mejorando. De vez en cuando me llega algún contratiempo, pero por suerte no he sufrido nada tan fuerte como para impedir que siguiera trabajando.
—¿Qué le diría a aquellas personas que estén afrontando uno de esos golpes?
—Aunque cada persona es un mundo, yo siempre aconsejo a quien sufra una enfermedad importante que hable mucho sobre ello, que no lo convierta en un secreto porque eso finalmente incluso favorece la enfermedad. Que consulte a los médicos y no tema a la información. Y, sobre todo, que se quede con los porcentajes positivos, que los hay aunque a veces sean más bajos. Yo siempre he tenido fe y he sido extremadamente optimista. Al fin y al cabo, si tu tiempo en esta vida es corto, hay que hacer que cuente. Yo sigo aquí.