La inteligencia artificial se sienta en la RAE
Asunción Gómez Pérez, pionera en la investigación de esta tecnología, ingresa hoy en la Academia, que abre una segunda etapa en su historia
En 2019, antes de la pandemia, antes de la guerra, antes de que el ChatGTP sacudiera pantallas y miradas, Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española (RAE), se subió a un atril y dijo que quería que las máquinas hablaran en español. Parecía ciencia ficción, porque el futuro siempre parece mentira hasta que es verdad. Su idea era que hablaran español, sí, y que lo hicieran, además, siguiendo las normas de la Docta Casa. Solo faltaba. Con ese objetivo creó el proyecto LEIA, un plan que entonces era atrevimiento y hoy se revela como necesidad, y él como visionario. Porque aquí estamos, chateando con inteligencias artificiales que ya escriben mejor que muchos (y muchas) y soñando futuros más o menos apocalípticos en los que el ser humano ya no tenga el monopolio del lenguaje.
En estos cuatro años de vida, LEIA se ha materializado de muchas formas: Amazon Web Services ha creado un algoritmo para medir la calidad del español en internet; el teclado predictivo de Google, Gboard, conoce a la perfección el Diccionario, la Ortografía y la Gramática de la RAE, algo que también ocurre con el Workspace de Google y el de Microsoft, por poner algunos ejemplos. Esta frase es de David Carmona, director general de Inteligencia
Artificial de Microsoft a nivel mundial: «El lenguaje es más importante que nunca. Es crítico que el español sea una lengua de primer nivel en esta nueva generación de la inteligencia artificial, y con ese objetivo en Microsoft trabajamos muy de cerca con la Real Academia Española».
Hoy mismo, la institución simboliza su compromiso con este asunto con el ingreso como académica de Asunción Gómez Pérez (Azuaga, 1967), una pionera en la investigación de la IA y el lenguaje en España, que a partir de ahora ocupará la silla ‘q’, vacante desde el fallecimiento de Gregorio Salvador el 26 de diciembre de 2020. Es la académica más joven de la historia, además de la primera que es experta en IA, el tema, claro, al que dedicará su discurso de ingreso.
Ella recuerda que todo empezó con una llamada. Levantó el móvil y contestó. ¿Hola? Era Pedro García Barreno, académico de la RAE, que quería avisarle de una cosa: iba a proponer su nombre para ocupar la silla ‘q’ de la institución. ¿Cómo? «Fue uno de esos momentos de “¿cómo me puede estar pasando esto a mí?”. Esto no es algo que entre en la carrera de un científico». Pero es que ella, dice, está acostumbrada a abrir camino: así ha construido su trayectoria académica. «Empecé a trabajar en la inteligencia artificial en los noventa, lo que puedo aportar a la RAE es todo ese conocimiento y experiencia», contaba a ABC al poco de enterarse de su nombramiento.
Por primera vez en noventa años será el director de la RAE quien dé la réplica el día del ingreso, un hecho que demuestra la importancia que desde la institución se le quiere dar al acto y al contenido. No será casualidad que para la FundéuRAE la palabra del año de 2022 fueran dos: inteligencia artificial. Además, Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, presidirá el acto. Tampoco será casualidad que Asunción Gómez Pérez forme parte desde 2018 de los grupos de expertos que asesoran al Gobierno en cuestiones de inteligencia artificial y ‘big data’.
Innovación
«La utilización por la inteligencia artificial del lenguaje natural abre un panorama muy innovador para la RAE, hasta el punto de que establece una segunda etapa en la historia de esta institución –explica Muñoz Machado–. El lenguaje es la materia de la que está hecha toda la cultura humana. Su empleo por la inteligencia artificial es un terreno conquistado del que ahora hay que establecer los límites. Para la RAE esto es una preocupación. Supone introducir cientos de millones de hablantes digitales que usan la lengua y que pueden crear cientos de dialectos digitales, lo cual podría romper la unidad del idioma que con tanto esfuerzo las academias han logrado preservar durante siglos».
La candidatura de Gómez Pérez fue apoyada, además de por García Barreno, por Luis Mateo Díez y Salvador Gutiérrez Ordóñez. «Las máquinas han comenzado a hablar y hay que cuidarse de qué dicen y lógicamente de cómo lo dicen. La IA le interesa a la Academia, siempre comprometida con la palabra, con su buen uso y significado. Asunción Gómez Pérez va a ser una ayuda fundamental», afirma el primero. Y el segundo: «Ya desde antes de la aparición del ChatGTP la Academia estaba volcada en los temas de inteligencia artificial. Porque la IA va a ser capital para el desarrollo y perfeccionamiento y difusión de todos los proyectos de la RAE». El objetivo no es solo que las máquinas hablen un buen español, sino que ayuden a mejorar los recursos centenarios de la institución, multiplicando sus posibilidades. Ya se está hablando de mejorar los sistemas de consultas en línea, de perfeccionar los verificadores ortográficos con el ‘big data’, de crear observatorios en línea para conocer mejor a los hablantes… En fin, cosas de un futuro no muy lejano.