«Un sondeo nuestro reciente nos da de tres a cinco ediles y dice que el PP nos necesitará»
Su gran objetivo es entrar en el gobierno, pero su alcaldable dice que, si no lo logran, no será un fracaso
La candidata de Vox, Yolanda Almagro, cree que conseguirán su gran objetivo: entrar en el gobierno municipal, tras cuatro años en los que, con dos ediles, han jugado un papel fundamental como socio preferente del bipartito PP-Cs, que no tiene mayoría absoluta. Eso sí, asegura tajante que no sería un fracaso no lograr acceder al gobierno local.
—¿Tienen sondeos internos?
—Tenemos uno reciente. De todas formas, vamos a trabajar a diario. Hay muchos indecisos y tenemos que ganarnos con argumentos su voto.
—No nos ponga los dientes largos. ¿Qué les da el sondeo interno?
—Dice que el PP tendrá que necesitarnos. Nos da entre tres y cinco ediles. Nuestra ilusión es poder entrar en el gobierno, ser útiles. Y pienso que vamos a estar en él. Estos cuatro años, hemos sido una oposición leal y hemos dejado hacer al bipartito. Pero no desarrolla ninguna de las políticas que consideramos importantísimas, como las bajadas de impuestos, el control del gasto o la eliminación de chiringuitos. Pasa el tiempo y la ciudad no se está preparando para los grandes retos de competitividad que hay y nos preocupa mucho.
—¿No entrar en el gobierno municipal sería para Vox un fracaso?
—No. Estamos acostumbrados a estar en la oposición, posibilitando con generosidad gobiernos como el que hay en Córdoba. Y a cambio no han tenido a bien cumplir lo pactado con nosotros estos cuatro años. No ha cambiado el estilo de gestión como nos gustaría y eso nos lleva a desear estar dentro del gobierno. Si no es posible, seguiremos haciendo una oposición fiel, respondiendo a la ciudad que es a la que tenemos que responder.
—El alcalde, José María Bellido, insiste en lograr una mayoría suficiente que permita gobernar al PP en solitario. Si los populares logran 13 ediles, que son los que tiene ahora el cogobierno de PP y Cs, ¿Bellido decidirá gobernar en solitario? —Pues, sí. La tendencia de Feijóo y de otros barones que se están pronunciando es ésa: gobernar solos como la lista más votada. Ésas son las directrices de Madrid y a las que todos los candidatos populares se pliegan. Nos da pena, porque en Castilla León [hay un bipartito de PP y Vox] se demuestra que se está gobernando con gran efectividad y eficacia.
—En el primer debate de candidatos, el alcalde le preguntó si en el próximo mandato Vox iba a volver a votar con la izquierda en diferentes asuntos, como ha pasado. ¿La sondeaba para ver cómo dirigiría usted su grupo si sigue en la oposición?
—Ya se lo dije a él. Si continuáramos en la oposición, en las cosas que no tengan sentido, votaremos en contra y en las que vayan con nuestra forma de hacer política, a favor. Tenemos que ser fieles a nuestros votantes; no al señor Bellido. Votaremos proyectos; no siglas. Seguiríamos la misma línea que ha tenido nuestro grupo municipal.
—¿Le ha decepcionado, como a su grupo municipal, el nivel de cumplimiento de los acuerdos que adquirieron con el bipartito para facilitar la aprobación de los presupuestos o las ordenanzas fiscales?
—Para nosotros, fue fundamental el acuerdo fiscal que alcanzamos con una previsión de bajadas graduales de los impuestos y tasas año a año. Y no se cumplió. La disminución de la presión fiscal en este mandato con los aumentos de la inflación se queda en nada. Ésa es la decepción. Si un acuerdo fiscal mínimo de base no lo cumplen, imagínense otros pactos. Esa falta de rigor le pasa factura a la ciudad.
—Su nombramiento desde la dirección nacional creó mucho revuelo en su partido. El coordinador local, Julián Urbano, dimitió, dejó el partido y regresó al PP, en cuya lista va, y el presidente provincial, Alejandro Hernández, también dejó su cargo. ¿Cree que esta polémica perjudicará a su candidatura y le va restar votos?
—Fue hace tres meses. Está más que superado. Los equipos están reorganizados y cubiertos todos los puestos. Hacemos campaña día a día sin problema ninguno. Ni nos acordamos de eso.
¿Qué les dicen los ciudadanos cuando hacen campaña?
—Que están muy olvidados. Hemos ido a muchísimos barrios y polígonos empresariales. Y en todos observamos la misma dejadez. La gente se queja de falta de limpieza o del estado del acerado. Es un denominador común de los barrios, salvo en las zonas nuevas de Poniente, recién construidas.
Potente bajada de tributos —¿Qué destacaría de su lista en los puestos altos?
—Mire, para nosotros, da igual que sea el número 15 o el 20. Son todos importantísimos. Hemos conciliado el actual equipo [sus dos ediles van en los puestos segundo y tercero] con gente que fundamos este partido y con personas muy relevantes de la sociedad civil, con profesiones variadas. En edad, también hay una gran variedad. Y toda esa suma es muy buena para la lista.
—Su programa electoral se estructura en diez puntos. En el primero, está una cuestión nuclear para ustedes: la familia. Se comprometen a colocarla en el centro de las políticas municipales. ¿Cómo lo harán?
—La familia es una red de sostén que hace que no haya habido conflictos sociales en momentos como en el que estamos ahora, con problemas como el coste de la cesta de la compra. Pese a ello, las familias están en peligro de extinción. ¿Cómo las ayudaremos? Con medidas fiscales como deducción por la compra de un piso o por el segundo hijo. También ofreciendo vivienda social, la gran olvidada en la política municipal. Y no hay sensibilidad con nuestros mayores que, por ejemplo, no tienen quien les lleve la compra a casa.
—Otra de sus medidas estrella es un potente plan de rebaja de la presión fiscal. ¿Cuáles serían sus claves?
—En el IBI urbano, lo bajaremos al mínimo legal. Ese impuesto es una gran línea de financiación del Consistorio,
pero con la situación actual a la que se enfrentan los ciudadanos, con, por ejemplo, subida de hipotecas, y con un Ayuntamiento saneado que tiene las arcas llenas, porque no se ejecutan la mitad de sus proyectos, lo que podamos hacer a nivel municipal hay que hacerlo. Bajaremos también el IBI de rústica, que está muy por encima de la media. Agricultores y ganaderos están sufriendo muchísimo. Las tasas las reduciríamos al mínimo, suprimiendo la de veladores, y bajaríamos el Impuesto de Actividades Económicas. A la vez disminuiremos gastos suntuarios en Capitulares para que el control presupuestario no se estropee. Y eliminaremos subvenciones ideoló
Escenario postelectoral «Si Bellido logra 13 concejales, gobernará en solitario. Ésa es la directriz de Madrid y a ella se pliega»
Programa electoral «Las familias están en peligro de extinción. Vox las ayudaría con bonificaciones o con vivienda social»
gicas. Ese dinero lo destinaríamos a la promoción de los sectores económicos, que está muy abandonada.
—¿Qué otras medidas clave destacaría de su programa electoral?
—Es fundamental que la Administración local funcione. Para eso, es necesario llegar al ciudadano con los centros cívicos, que deben ser miniayuntamientos que lleven la Administración cerca del ciudadano, para que nuestros mayores tengan atención presencial o para que un comerciante no tenga que cerrar tres días para ir al Centro y conseguir un papel. Debemos dar un servicio eficaz en esos centros cívicos y ayudar a la conciliación familiar y laboral, teniendo espacios donde los mayores y los niños puedan ir por las tardes en julio o agosto, facilitando que las familias puedan seguir trabajando cuando los colegios cierran. Y los parques empresariales están muy, muy, abandonados.
—Es su minuto de oro. ¿Por qué tienen los cordobeses que votar a Vox?
—Porque gobernaremos para el presente. Todos los barrios merecen la misma atención. Córdoba está muy dejada; no está en el sitio que se merece. Necesita un buen plan turístico, en el que es fundamental el río. Hay que revitalizarlo, del Arenal al Cordel de Écija. Y que el Casco se cuide para que no se venga abajo en cinco o seis años por el modelo turístico actual.