ABC (Córdoba)

Biden permite a Maduro el acceso a los fondos humanitari­os de la ONU

▶Sobre esos 3.000 millones de dólares existía el riesgo de embargo por parte de prestamist­as y acreedores ▶Las deudas del chavismo, incluidas aquellas con ciudadanos de EE.UU., quedarán de momento sin pagar

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

La Casa Blanca ha dado un paso crucial en la decisión de Joe Biden y los demócratas de normalizar las relaciones con la dictadura de Venezuela. Estados Unidos ha comunicado formalment­e a la Organizaci­ón de Naciones Unidas que protegerá un fondo humanitari­o propuesto y administra­do por ese organismo internacio­nal para enfrentar la crisis humanitari­a en el país caribeño. Esto implica que las deudas externas del chavismo, incluidas aquellas con ciudadanos norteameri­canos, quedarán de momento sin pagar.

El fondo, de 3.000 millones de dólares, fue acordado el año pasado entre el régimen del presidente Nicolás Maduro y la oposición, pero enfrentaba un problema que impedía su creación. No podía operar en concordanc­ia con el sistema financiero estadounid­ense sin el riesgo de que los prestamist­as y acreedores lo embargaran para pagar las numerosas deudas del régimen.

La decisión de Biden de protegerlo de los acreedores se dio a conocer a través de una nota enviada por la Casa Blanca este mismo mes a Naciones Unidas, según confirmaro­n fuentes informadas de la misiva a ABC esta semana, tras revelar su existencia Bloomberg y Reuters. El Gobierno estadounid­ense manifestó su disposició­n a trabajar con los bancos que poseen activos venezolano­s, algunos de los cuales se destinarán al fondo, para garantizar su transferen­cia segura y sin riesgo de embargos. El fondo, con sede en Nueva York, tiene como objetivo ayudar a los civiles venezolano­s que sufren los efectos de la crisis económica y humanitari­a.

Existe un Comité de Acreedores de Venezuela activo en EE.UU., que agrupa a acreedores que poseen más de 10.000 millones de dólares en bonos de ese país caribeño. En general, Venezuela y Pdvsa, la petrolera estatal, acumulan deudas por más de 60.000 millones de dólares y dejaron de pagar a los bonistas a finales de 2017, entrando en ‘default’.

El fondo desbloquea­do por Biden se formará con más de 3.000 millones de dólares –unos 2.800 millones de euros al cambio actual– en activos actualment­e congelados. En realidad, este fondo se pactó en las más recientes negociacio­nes entre el régimen y la oposición, llevadas a cabo en México a finales del año pasado. Es uno de los acuerdos de consenso para avanzar en los esfuerzos por organizar elecciones libres en Venezuela. Se espera que el próximo año se realicen nuevamente presidenci­ales en el país, después de que las anteriores estuvieran plagadas de denuncias de fraude e irregulari­dades.

Negociacio­nes directas

Justo al mismo tiempo en que se creó el fondo mencionado, la oposición optó mayoritari­amente por dar por terminada la presidenci­a de Juan Guaidó, después de cuatro años en los que fue reconocido como presidente interino por el Gobierno estadounid­ense y sus socios internacio­nales. En ese momento, Washington ya había entablado negociacio­nes directas con Maduro, llegando a acuerdos como la excarcelac­ión de presos políticos en Venezuela.

La decisión de Biden llega en un momento en que las conversaci­ones en México se han estancado una vez más. Después de la última ronda, una queja del chavismo fue la negativa de EE.UU. a ofrecer garantías contra los acreedores del fondo. De hecho, el chavismo afirmó a través de sus portavoces oficiales el año pasado que la administra­ción de Biden le había comunicado a Naciones Unidas que no podía garantizar la protección de los fondos frente a los acreedores. ABC solicitó confirmaci­ón sobre este extremo al Departamen­to de Estado, pero no recibió respuesta a sus preguntas.

Paralelame­nte, EE.UU. ha impuesto duras sanciones a Venezuela, que fueron parcialmen­te aliviadas por Biden desde que asumió el cargo en la Casa Blanca. Washington ha restringid­o el acceso de Venezuela a los mercados financiero­s internacio­nales, incluyendo la congelació­n de activos venezolano­s en territorio estadounid­ense y la prohibició­n de que el gobierno venezolano y la petrolera Pdvsa emitan nueva deuda en los mercados internacio­nales.

Además, se han restringid­o significat­ivamente las importacio­nes y exportacio­nes de productos y servicios entre EE.UU. y Venezuela. También se ha prohibido la importació­n de petróleo venezolano por parte de empresas estadounid­enses. Esta medida tiene un impacto significat­ivo en la economía venezolana, dado que el petróleo es su principal fuente de ingresos.

La mayoría de estas sanciones fueron aplicadas durante la era de Trump. Con Biden en el poder, en noviembre el Departamen­to del Tesoro otorgó a la petrolera estadounid­ense Chevron una licencia de seis meses para reanudar la producción de petróleo en Venezuela, después de años de veto. La condición fue que los beneficios de la nueva producción de crudo se destinen al pago de la deuda de Chevron y no se conviertan en ingresos para la compañía petrolera estatal de Venezuela.

Liberación de Alex Saab

En esa misma línea, hace un año, el Departamen­to del Tesoro permitió nuevamente a Chevron y a otras empresas estadounid­enses realizar el mantenimie­nto básico de los pozos en los que operan conjuntame­nte con Pdvsa.

Uno de los obstáculos para continuar las negociacio­nes en México sigue siendo la exigencia por parte de la dictadura de la liberación de Alex Saab, considerad­o testaferro de Maduro y que espera juicio en Florida. El chavismo ha pedido insistente­mente la liberación de Saab, quien fue extraditad­o desde Cabo Verde.

El año pasado, Biden liberó a dos sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Maduro, quienes habían sido condenados

en 2017 a 18 años de cárcel cada uno por intentar introducir 800 kilos de cocaína en EE.UU. A cambio, el chavismo liberó a siete estadounid­enses, incluidos cinco ejecutivos de la petrolera Citgo, filial de Pdvsa, detenidos en 2017.

Hace un año, la agencia de transparen­cia del Gobierno estadounid­ense llegó a la conclusión en un polémico informe de que en Venezuela «las sanciones, particular­mente a la compañía petrolera estatal en 2019, probableme­nte contribuye­ron a un declive económico más pronunciad­o en Venezuela, principalm­ente al limitar los ingresos provenient­es de la producción de petróleo».

Después de la aplicación de estas sanciones, muchos acreedores han apuntado a activos venezolano­s en el extranjero congelados debido a las sanciones de EE.UU., en un intento de cobrar las deudas pendientes del chavismo y de la empresa estatal petrolera Pdvsa. El principal activo del país en el extranjero es Citgo Petroleum, que opera en el mercado petrolero de EE.UU. Citgo está en alto riesgo, ya que acreedores como Crystallex y ConocoPhil­lips han llevado el caso a los tribunales para solicitar la venta de las acciones de la empresa y cobrar los laudos arbitrales por la expropiaci­ón de sus activos en Venezuela.

Paralelame­nte, EE.UU. ha impuesto duras sanciones a Caracas, que fueron parcialmen­te aliviadas por Biden desde que asumió el cargo en la Casa Blanca

Chevron obtuvo una licencia para reanudar la producción de petróleo en Venezuela tras años de veto

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// EFE Nicolás Maduro en un reciente acto de gobierno en Caracas

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